Perfidia: Deslealtad o maldad extrema.
"las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"
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Al ser de mañana bajaron al comedor para desayunar, aunque como era de esperarse Heli se distrajo al igual que cualquier niño de su edad, así que cuando José Luís le marco el desayuno quedó en el olvido, para la pequeña obvio Altagracia no iba a desperdiciar la oportunidad para comer pues ahora no tenía que estar respondiendo preguntas. Una vez terminó salieron al jardín para que Heli pudiera ver la casita en la que pasaría horas jugando, en ese momento se le olvidó que todavía seguía hablando con su papá, simplemente le entregó el teléfono a Altagracia antes de salir corriendo para inspeccionar la casita.
– Doble piso ¿En serio?
– Abajo es la cocina que también funciona para jugar a la cafetería o cualquier otro negocio de comida, no tienes idea de lo mucho que Isabela jugo en esa casita
– Bueno se ve muy entretenida ¿Qué le mandaste hacer?
– Nada, sólo la limpiaron y revisaron que no tuviera astillados los bordes, ya sabes detalles aburridos
– Altagracia la casita parece nueva, le hiciste más que sólo limpiar
– Bien la casita es mi tesoro, la mantengo bien bonita y arreglada siempre
– Ah o sea que le haces mantenimiento a una casita de juegos — ríe
– No te burles — toma asiento — Que bueno que lo hago, sino ¿Cómo iba a distraer a tu hija? No tengo juguetes, tú no me mandaste ninguno, sólo ropa
– Se lo llevaré personalmente, por ahora la policía sigue vigilandome
– No estás en La Constructora ¿O si?
– No, estoy en mi departamento pero sé que hay una patrulla vigilando si salgo o no
– ¿Qué tal el interrogatorio?
– Extenso, nos interrogaron por separado y por largo rato pero ya va a ser de dominio público que estamos separados, sabes que la policía revela todos estos detalles ¿Pudiste escuchar algo más en casa de Laura?
– Le deje esa tarea a Matamoros y Baltazar, Heli esta pegada a mi todo el tiempo así que preferí no arriesgarme... Mirala se va a lanzar por la resbaladila — voltea la cámara
– Si sabes que por culpa tuya tendré que conseguirle una casita ¿No?
– Pues que bueno, todo niño necesita una, te paso el contacto de la persona que me la construyó si quieres
– ¿La mandaste hacer?
– Pues claro bobo, funciona como una casa real, si conectas la manguera tiene agua la casa, también tiene paneles solares
– ¿¡Le pusiste paneles solares!?
– Con el calor que hace ¿Crees que dejaría a mi sobrina achicharrarse en esa casita? Además yo jugaba con ella la mayoría de las veces, no iba a someterme al calor infernal de México por una taza de té imaginario
