Amenaza.

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– Volvió la peluca — la observa sentarse frente a la laptop

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– Volvió la peluca — la observa sentarse frente a la laptop

– Si conseguí que me mandaran esta al menos, ya estaba lastimando mucho a mi cabello — organiza los documentos sobre la mesa — ¿A qué viniste? Es muy raro que aparezcas por aquí

– Ya te dije, no contestaste y como sé que tienes una semana complicada aquí, decidí buscarte

– No puedo irme Luís, tengo una vídeo conferencia pactada en unas horas, sin mencionar todo el trabajo pendiente

– Puedes hacer la vídeo conferencia en el departamento

– No contigo ahí, me distraes... Además estoy molesta contigo hoy, así que es mejor que vayas a tu casa porque yo voy a trabajar hasta tarde

– ¿Qué hice ahora? — cruza los brazos

– Más bien que no hiciste — sonríe negando — No quiero hablar de este tema en mi lugar de trabajo y de hecho no deberías de estar aquí "te expones" mucho — dice irónica

– Salgamos un momento o vamos a tu oficina para hablar del tema... No sé porque te gusta trabajar en un cubo de cristal

– Porque aquí puedo verificar lo que ocurre

– Tienes a tres empleados afuera

– Si tres testigos Luís, vete a casa con tu linda esposa — lo encara — Que es tan caritativa y buena gente

– Altagracia ¿De nuevo?

– Por favor retirate antes de que se te cree un chisme y ella aproveche la situación para victimizarse en televisión nacional, hablaremos mañana tal vez

– ¿Tal vez?

– Luís estoy trabajando, estas viendo mi mesa, la tengo llena de documentos, tengo más trabajo esperándome en la laptop, si logro organizarme nos veremos mañana y discutiremos en el departamento a lo loco, hoy no puedo







Inicio una pequeña discusión que alertó a los guardias al punto de que ingresaron a la sala de juntas, invitaron a José Luís a retirarse y lo que lo molesto aún más es que ella no hizo nada para evitarlo, de hecho guardo silencio permitiéndole a los guardias hacer su trabajo. Paso tres días ignorando a José Luís pues después de aquella conferencia con los franceses tuvo que revisar miles de cosas más, había trabajado en exceso pero también tenía una discusión pendiente así que utilizo aquel día de descanso para verlo en un sitio más privado, en este caso un hotel pues no quiso ir al departamento para hablar con ella.







– ¿Tres días?

– ¿Y qué querías? No me alcanzan las horas para poder manejar mis negocios, todavía no estoy al día de hecho pero aquí me tienes, lista para discutir contigo

– Podías mínimo mandar un mensaje ¿No crees?

– ¿Para qué tu esposa lo viera? — sonríe — No gracias y como te dije, he estado trabajando, para ti es sencillo, te encargas de La Constructora y con ella haces el lavado de dinero ¡Simple! Te recuerdo que estoy lavando mi dinero en Europa porque sino tendríamos un conflicto de intereses aquí en México, tengo más cosas que hacer

°•°•Perfidia°•°•Where stories live. Discover now