17

12 1 0
                                    

Deje de pensar en el momento tan penoso

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Deje de pensar en el momento tan penoso. Nunca nadie me había visto a llorar y de golpe el principito estaba viendo como me hundía. Me sentí demasiado débil por alguna razón, pero por alguna razón aún más extraña que la anterior me hizo sentir mejor que fuera él quien me encontrara. Había aparecido como si supiera que yo estaba allí, como si tuviera la corazonada de que necesitaba ayuda y apareció.

Quizá le estoy dando más peso de lo que tiene, después de todo los pensamientos burbujeaban en mi cabeza mientras que tomaba un cerveza un poco apartado de toda la gran fiesta que Alexander organizó.

Pero es que de solo verno me hacía sentir que había un tipo de conexión. Después de todo, fue el primero en hablarme decentemente sin ser atosigante y que me importaba de verdad su bienestar. Fue la primera persona que estaba herida como yo y me di cuenta que su dinero y posición no cambiaban eso. Al final del día estaba tan roto como yo.

Al final decidí ir a la fiesta, después de todo mamá había vuelto a casa y Leo había sido demasiado exagerado respecto a su estado. Si aún estaba con algunos yesos, pero nada del otro mundo. 

Había muchísimas personas, muchas que jamás en mi vida creí llegar a conocer. Se apilaban para bailar, beber o charlar. Jamás había ido a una fiesta, menos a la de un príncipe pero sabía que todo lo que estaba pasando era muchísimo más grande de lo que había en otras. No creo que ni que Luke pudiera hacer algo así, reunir personas famosas de todas partes del mundo solo para ir a una fiesta en una escuelita de mierda.

Antes de quisiera pestañar Zack Peterson estaba junto a mí. Lo había admirado desde mis doce años, vi todas sus películas y me había vuelto de sus escenas tan extrañas. Su particular cara lo hacía genial para hacer de villano, pero ni si quiera se encasillaba en eso. También había producido películas que simplemente eran magia audiovisual. Era demasiado bueno y estaba junto a mí. Mis manos sudaban sin saber que decir.

—Alexander me dijo que querías que viniera, que fue su condición para que se haga la fiesta —escupió rompiendo con todo el silencio—. Quisiera saber el por qué.

Lo miré asombrado. ¿No era obvio acaso?

También me sentí un poco apenado y temeroso, ¿qué pasaba si me veía como otro patético e insoportable fan?

—La verdad que soy un gran fan de tu trabajo —explique, sintiendo que faltaba algo—. De todo tu trabajo. Tengo que decirte que me gusta mucho los manejos de cámara que haces, no solo he visto las películas que participaste.

Sus ojos brillaron. Supuse que en general las personas le decían lo bello que era y como amaban ciertas películas que para él no significaban nada. Sabía que no le gustaba ser encasillado en ser solo el chico lindo de la pantalla, que tenía más que ofrecer. Supongo entonces que resaltar que lo que más me gustó fueron sus producciones, le dio algún tipo de alegría.

Y como si aquello fuera totalmente normal, nos tiramos horas hablando de miles de cosas. Sentía que estaba en una especie de sueño. Mi ídolo estaba a mi lado cotilleando y hablándome de sus futuros proyectos, ¿cuándo mi vida dio este vuelco? Pasar de mi soledad perpetua en mi habitación a estar junto a un famoso hablando de sus films.

Miré hacía adelante. Alexander estaba hablando con un chico demasiado cerca, parecía que estaban a punto de besarse. Baje la vista, por alguna razón sentí una enorme punzada en el corazón.

—¿Te gusta? —preguntó Zack señalando con la cabeza al príncipe.

—Yo... —no tenía idea de porque no podía decir que no.

—Bueno, la verdad es que tiene eso. No conozco chico que se crea heterosexual que termine liado con él.

¿Liado? ¿Qué es liado? ¿Qué significa para él liado? ¿Qué es muy promiscuo? ¿Qué ha salido con muchas personas? ¿Por qué mierda esto me interesaba tanto? ¿Por qué me sentía tan insignificante ante eso?

Quise acercarme a él para hablar pero no debía. Estaba divirtiéndose y no iba a arruinar esa hermosa escena. Aunque me estuviera carcomiendo.

De la absoluta nada, una chica se acercó hasta mí. No podía ser ni más ni menos que Allison, quien venía totalmente ebria a buscarme una vez más para que cediera y volvamos a estar juntos.

Se paró delante de mí, tambaleó un poco y me señaló con un dedo.

Sabía que era para largo así que tome un cigarro, lo cual sabía que también serviría para espantarla. Jamás le gustó el olor, pero pareció no importarle.

Solo quería ver que hacía el príncipe.

Y de la nada, Allison comenzó a llorar.

—¿Es cierto? —decía con la voz destrozada.

Sabía que cualquier cosa que saliera de su boca serían tonterías, después de todo. no estaba en sus cinco sentidos. Sin embargo, quería saber a que venía el circo.

—¡¿Es cierto que ahora andas con el príncipe?! —exclamó.

Zack se alejó tratando de no entrometerse en el tema.

—Primero que nada, no grites —pedí, aunque por la música nadie escucharía—. Segundo, ¿de dónde mierda sacaste que andamos juntos? Y tercero, ¿qué carajo te importa?

—¡Me importa porque me dejaste para estar con hombre!

—¿Qué? Yo te deje antes que Alexander si quiera apareciera.

—Me usaste de tapadera para esconder que eres gay.

—¿Te das cuenta de lo desquiciada que eres? No soy gay.

No sabía si quiera porque le daba tantas explicaciones. Pero, entonces...

Vi como cruzaba con toda la furia el campo, chocando con todas las personas a su alrededor, mirando fijamente a su presa. Daniel Brunce iba rápidamente hasta el príncipe. Algo me daba mala espina, pero Allison me tomó del brazo para que no me acercara, quería seguir peleando.

No quería ser un espectador, sabía con cada fibra de mi cuerpo que algo malo estaba por ocurrir. Lo vi llorar por ese idiota que dijo que él no era nada, ¿que hacía entonces aquí?

—¿Me puede soltar? —gruñí, no quería usar la fuerza.

—Necesito explicaciones.

—Las que quieras pero luego, por favor.

—No. Me vas a escuchar.

Daniel se acercó hasta Alexander y tocó su hombro. Algo malo saldría de todo esto.  

Lágrimas azulesOnde histórias criam vida. Descubra agora