19

11 0 0
                                    

No fue demasiado difícil de comprende el porque habían terminado o al menos esperaba que esa fuera una de las grandes razones

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No fue demasiado difícil de comprende el porque habían terminado o al menos esperaba que esa fuera una de las grandes razones. Daniel era un tremendo idiota, en persona en una persona completamente diferente a lo que lo era delante de las cámaras. 

Me quedé solo un rato, tratando de pensar en todo lo que había sucedido. No podía quitarme de la cabeza el hecho de querer hacerle daño a ese tipo. ¿Quién mierda interrumpe tu fiesta para tirarte todas esas idioteces? ¿No puedes llamar? 

Estaba tomando una cerveza cuando vi pasar al príncipe a todo velocidad hacía un rincón apartado y oscuro. Vi que sacaba un cigarro de una cajetilla e intentaba prenderlo. ¿Ahora fuma? ¿Alexander fuma?

No entiendo qué es lo que me esta pasando con este chico. Trato de no preocuparme por él, de hacerme entender que ya es mayor y sabe cuidarse solo, trato de que no este en mi cabeza y que no sea un pensamiento recurrente. Pero cuanto más lo intento, parece que se me hace más imposible. Su rastro aparece en mi psiquis a cada segundo que pasa y no parece querer irse. Es como un maldito virus.

¿Por qué no logró alejarlo de mi cabeza? Solo lleva un tiempo siendo mi "amigo" y ya parecía que capto absolutamente toda mi atención. Que ya siento algo dentro mío hacía él que no puedo explicar ni poner en palabras.

¿Qué es lo que me gusta de él que me hace pensarlo?

Bien. Alexander es bastante amable, más de lo que imaginaba que sería. Tiene ojos bastante hermosos, hay que admitirlo. Tiene unos rasgos diferenciales que lo hace mucho más apuesto que cualquier persona que haya conocido. Pero, aún así con todos esos atributos, la fama y su reputación, es una persona que comparte algo conmigo: Estamos rotos. 

Supongo que él me parece lindo, pensé. Tuve que sacudir la cabeza. Eso era imposible, yo jamás había pensado de esa manera de otro hombre. Siempre había estado interesado en las chicas. Entonces recordé las palabras de Zack con un eco impresionante en mi cráneo: "Bueno, la verdad es que tiene eso. No conozco chico que se crea heterosexual que termine liado con él." Quizá es solo eso, magnetismo. 

Tenía que ser solo una tontería. Alexander era atractivo, pero no para mí. Es decir, él no es lo que yo buscó, si es que busco algo. O quizá si... Dios, no lo sé.

Trague saliva y me acerqué a él tratando de reprimir mis pensamientos.

—¿Vienes a reírte de mí pésimas decisiones amorosas? —inquirió riendo, pero a su vez dolido.

Negué con la cabeza.

—Vine a ver si estabas bien. —dije, sin saber si era el verdadero motivo. 

—Sí, el único problema es que aún no tuve el desliz —dijo.

—¿Desliz?

—Todas las noches, luego de una fiesta, se tiene un desliz. Unos besos con quien sea, y ya.

Lágrimas azulesWhere stories live. Discover now