La Reina Quiere Divorciarse

Capítulo 10: Escape

"¿¡Ana!?"

Cuando me di vuelta, vi a Anna agachada de dolor con una flecha clavada en su brazo izquierdo. Al ver esa figura, Iris rápidamente giró sus talones y corrió hacia él.

No podía creer la flecha que salió del brazo de Anna cuando la levanté, incluso las plumas estaban pintadas de negro.

(De ninguna manera, ese tipo. ¡Me ordenó no solo perseguirlo, sino también matarlo...!)

――¡No puedo creer que hayas sido tan irrespetuoso contigo mismo! 　

Me mordí el labio, pero justo frente a mí Anna hacía una mueca de dolor cuando la flecha se clavó en su delgado brazo.

Debe ser bastante doloroso.

"¡Firmemente!"

　Grito, pero no puedo hacer ningún buen tratamiento aquí.

Mientras miraba el rostro joven agachado sobre el oscuro pavimento de piedra, el sudor comenzaba a formarse en mi frente. Debe ser bastante doloroso. Con una respiración entrecortada, miré a Iris con ojos distorsionados.

"Está bien... estoy bien. No dejaré que te interpongas en mi camino..."

"¡No! ¡Estoy de acuerdo con la famosa frase de 'El amante de la hija del duque'! ¡En primer lugar, la persona que dice eso debería ser Gito, que hace el papel de un sacerdote!"

Aunque no puede evitar indagar en algo que no tiene nada que ver, Anna parece estar feliz, a pesar de que siente dolor, porque la ha comprendido.

"Ah, ¿entiendes?"

"¡De todos modos! ¡Ahora muéstrame tus cicatrices!"

Estaba feliz de que hubieran entendido su línea y lo agarró por el brazo con fuerza, pero la punta de la flecha estaba atravesando su delgado brazo.

"horrible......"

Aunque tiene hermosos brazos blancos. ¿Las puntas de las flechas no desgarran la carne y perforan profundamente los brazos jóvenes?

"Espera un poco."

(De todos modos, tengo que sacar la flecha――――)

Ya sea que quieras detener el sangrado o escapar, no hay nada que puedas hacer a menos que lo saques primero. Intenté usar la mayor fuerza posible para que fuera lo menos doloroso posible, pero incluso el más mínimo movimiento provocó que la sangre brotara de la herida de donde intenté sacar la flecha.

"Gito. Saca la tela de tu bolso de allí."

Con sangre fresca saliendo de la herida, rápidamente le pedí a Giito, que estaba a mi lado, que me atara.

Como era de esperar, Corinna es una persona sólida. Cuando revisé mi bolso en el carruaje, tenía todo lo que necesitaba para escapar, pero recordé que también había una tela blanca dentro.

"Sí, sí. Sin embargo, las manos de Iris-sama están cubiertas de sangre."

"Ahora no es el momento de decir cosas así. ¡Necesitamos detener la hemorragia rápidamente!"

¿Cuánta sangre podría soportar este joven cuerpo?

Mirando la herida por donde todavía fluía sangre, puse más presión en mi mano que sostenía la flecha y la saqué de una vez, esperando que doliera lo menos posible.

"¡Ah!"

El dolor de frotar la carne debe haber sido tremendo. Rápidamente puse un paño blanco en el brazo que gritaba de Anna. Luego, lo ató fuertemente.