Pastilla

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Llegada el anochecer, Rivers estaba en parte agradecida con su hermana, porque ahora puede dormir abrazada a su chica sin que ella la esté reprendiendo.

Pero había algo que la molestaba, eran como las dos de la madrugada y Rivers aun podía escuchar leves chillidos de la cama que producían en la otra habitación, sus oídos eran muchos más sensibles y podía escucharlo todo como si estuviera frente a ellas.

Rivers bufó y quitó su abrazo a Rocio para taparse los oídos, Rocio giró a verla adormilada y notó su incomodidad.

_¿Aun siguen? - preguntó somnolienta, como era humana, no podía escucharlas por lo "cuidadosas" que estaban siendo.

Rivers asintió y la castaña soltó un suspiro mientras se quitaba las sabanas y se levantaba de la cama.

_¿A donde vas? - preguntó Rivers aun con sus manos en sus orejas.

_Debes dormir - se ponía sus pantuflas - y ellas no te dejan - se dirigió a la puerta y salió.

Rivers curiosa por lo que iba a hacer, agudizó el oído para escucharla mejor, quizá iba a regañarlas como lo había hecho muchas veces con ella.

La rubia brincó del susto cuando escuchó dos fuertes palmadas seguidas.

Estaba confundida cuando observó a Rocio ingresar con tranquilidad y volver a acostarse a su lado, tomando su mano y haciendo que la abrazara nuevamente mientras volvía a cerrar los ojos para dormir.

Rivers trataba de escuchar al otro lado pero ya no había ningún ruido.

_¿Qué pasó? - preguntó curiosa.

_Nada, ya puedes dormir - mantenía los ojos cerrados.

En la otra habitación, Nuvia y Rosé mantenían las sabanas hasta sus cuellos y miraban el techo en completo silencio, sus mejillas tenían una roja marca de la pequeña mano de Rocio como advertencia.

_No entiendo...- pronunciaba Ari en un agudo murmurllo, sus ojos estaban humedecidos - ¿como es posible que me duela? Se supone que soy más fuerte - aspiró para no sollozar.

_Si a ti te duele...imaginate a mí - su puchero tembló.

*****


Al día siguiente, Rocio conversaba con Ari y Rivers en el comedor, aunque parecía que ellas no le hacían mucho caso, estaban practicamente deborando todo.

_Ustedes me recuerdan a Goku y Vegeta - pronunció con los brazos apoyados en la mesa.

_¿A qUieNes? - preguntó Ari con una pierna de pollo en la boca.

_Nada, olvidenlo - las chicas continuaron comiendo con un apetito voraz - como les decía, ya no van a ir a buscar trabajo por su cuenta, ¿ok? Quien sabe lo que hubiera pasado si no la hubieramos seguido.

_PeRo sI No pasÓ nAdA - respondió Rivers con la boca llena de arroz.

_A ti, por suerte nada, pero a Ari - señaló con el tenedor - casi abusan de ti - Ari siguió comiendo - no saben en donde se habían metido - prosiguió a comer con tranquilidad su porción de comida.

_PeRo eSo no huBierA pAsadO si...- Rivers tragó con esfuerzo - si hubieran llegado antes, se quedaron en un lugar por horas - volvió a llenarse la boca de comida.

_Es que nos quedamos dormidas por tanto...- frunció los ceños - ¿Y tú como sabes? - preguntó confundida, hasta que agrandó los ojos de la sorpresa - ¿sabían que las estabamos siguiendo?

Ambas asintieron.

_Recuerden que podemos sentir su aroma a una gran distancia - Ari tomó toda la olla de arroz - lo sabíamos desde que salieron de casa - Ari notó que Rivers iba a tomar parte de su pollo y gruñó como advertencia.

Una Loba Como Mascota || Factor R Where stories live. Discover now