Pelea

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Ya había anochecido, el auto se había escondido a una distancia prudente en donde Osvaldo había sentido el aroma de Ren.

Cada quien se encontraba al lado de su pareja, caminaban en total silencio mientras el castaño guiaba en la delantera.

Roier ya se había colocado su capa y se mantenía detrás de Sabi, vigilaba constantemente sus espaldas al ser los últimos, era muy peligroso para la religiosa quedarse sola esperando en el auto y decidió ir con ellos.

Osvaldo mandó a todos a detenerse y pidiendo silencio, les hizo la seña de agacharse. Entre las hiervas lograron ver una fogata a los lejos, Ren estaba allí, solo sentada junto a una acompañante, ella debía ser su pareja.

Sabi comenzó a temer, abrazó su arma a su pecho y cerró los ojos, rezando por décima vez en esa hora.

El castaño señaló el granero detrás de ellas, podía sentir a Félix allí dentro, solo tenían que rodear la zona y dejarlas sin alguna manera de defenderse, Nuvia, Rocio y Sabi, aprovecharían la distracción para ingresar al granero por la parte trasera.

Rocio señaló el camino que tomarían y los lobos asintieron, las amigas se fueron alejando ante la mirada de preocupación de Rivers y Ari, al igual que el de Roier al ver a Sabi caminar con temor detrás de ellas.

*****

Leo miraba aburrido por la ventana del auto, cuando sus orejas se pusieron alerta al escuchar un crujido entre los arbustos.

Sus ojos se agrandaron y se agachó rápidamente al ver a un monstruo de dos patas salir de entre ellos.

_Ay Diosito Santo - pensó.

Saltó al suelo del auto y se escondió debajo de los asientos, la bestia olfateaba entre babeos por la ventana, buscaba a alguien quien pudiera estar solo, sabía que el grupo se había ido hace solo minutos.

El gato se hizo más pequeño cuando observó por el espejo retrovisor, los grandes dientes y garras de aquel extraño animal.

Retrocedió asustado cuando esos ojos giraron en su dirección, por suerte no lo había visto, agradecía mucho a esa chica llamada Sabi quien lo baño de lodo y aceite de auto antes de irse, ahora entendía el porqué.

Aquella bestia se fue alejando entre trotes y desapareció en medio del bosque, Leo volvió a asomarse debajo del asiento y su subió cerca de la ventana, ya no lo veía.

*****

Ren sonrió de lado al escuchar los pasos de los lobos cerca, levantó la mirada junto a Vicky y a su al rededor aparecían unos ojos brillantes acercándose y gruñiendo entre la oscuridad.

_Llegaron antes de lo planeado - pronunció Ren, se veía tranquila ante su presencia.

Vicky removió la fogata con un palo, ella no iba a intervenir por los primeros minutos, Ren se lo había pedido, ella quería matar primero al castaño.

_Lo lastimaste...- Osvaldo fue el primero en salir de entre la oscuridad, él aún seguía en su forma humana - ¿Qué fué lo que le hicieron? - preguntó con enojo.

_Tranquilo, solo jugamos - sonrió - él también se divirtió mucho.

_Era un llorón - pronunció Vicky, haciendo reír a su pareja. 

_¡Dejen de reírse! - pronunció con enfado - hagamos esto de una vez, basta de juegos.

Ren suspiró, que aguafiestas era, igual que su pareja.

_Como quieras - se puso de pie, notó que el resto de lobos comenzaban a rodearlas en círculo. Sabía que iban a atacar en manada, así que debía desequilibrarlos de alguna manera - por cierto - miró a Osvaldo - lamento haberte dejado sin pareja - mantenía esa arrogante sonrisa.

Una Loba Como Mascota || Factor R Where stories live. Discover now