Penúltimo capítulo

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Faltaban aún horas para que la fiesta de graduación termine, eran apenas la una de la mañana y Rocio ya no le encontraba la diversión por ningún lado, solo quería estar en casa junto a Rivers.

_¿Te parece si nos vamos ya?

La voz de Rocio sonaba tranquila, ni siquiera había tomado, solo había estado sentada hablando con Rivers de cosas triviales que hacían reír a ambas, allí Rocio se dió cuenta que no necesitaba de aquella fiesta para pasarla bien.

Rivers asintió ante su pregunta y tomando su mano, salieron de esa fiesta. Durante el camino a casa Rivers no dejaba de admirarla enamorada, besaba su mano en cada oportunidad que encontraba y hacía sonrojar a la castaña.

Al llegar a casa, Rocio subió directamente a su cuarto, mientras tanto Rivers fué a la cocina a calentar la pizza que había dejado antes de irse a la graduación de Rocio.

Hizo lo que Rocio le había enseñado y la pizza comenzó a girar. Esperó ansiosa a qué esté lista, cuando tuvo la idea de preguntar a Rocio si también quería pizza.

Se encaminó al segundo piso con una leve sonrisa, abrió la puerta con cuidado para llamar a Rocio, viéndola sentada en el borde de la cama y viendo la televisión.

_Rocio - entró al cuarto, sentándose a su lado. La castaña descansó su cabeza sobre su hombro y cerró los ojos - ¿Quieres pizza? Lo estoy calentando abajo. También puedo cocinar lo que quieras, la profesora me felicitó por la pasta que hice ayer.

_Por ahora no - respondió en voz baja, acarició la pierna de Rivers con cariño - Rivers - giró su rostro a ella, aún apoyándose sobre su hombro - desde la fiesta...me he sentido extraña.

_¿Cómo? - preguntó con curiosidad, no dejaba de ver la tele, la novela estaba interesante.

_¿Recuerdas cuando estuvimos en el auto? Cuando fuimos a buscar a uno de tus hermanos - Rivers trataba de recordar.

_Mmm ¿Cuándo casi abusas de mí? - giró a verla.

_¿Qué? - rió - no recuerdo eso - se separó nerviosa, solo miraba sus manos.

_Cariño, eso es normal, cada cierto tiempo se tiene una fuerte necesidad de estar con tu pareja, es algo que no puedes controlar, seguro eso te está pasando ahora.

Rocio asintió algo incómoda, era algo vergonzoso que Rivers sepa el deseo que tiene en ese instante.

_¿Hay una manera de parar esto? - preguntó sin verla.

_Tienes dos opciones. La primera es hacer el amor conmigo - Rocio comenzó a sonrojarse, Rivers lo decía tan tranquilamente que la ponía más nerviosa - o la otra opción sería irte lejos de mí, al menos hasta que se te pase, no dura muchos días, puedes irte a casa de tu papá por tres días y luego regresar - aconsejó con una sonrisa, Rocio se veía linda con las mejillas sonrojadas.

_Pero...tú llevas mucho tiempo aquí y nunca te ví así.

_Porque yo he sido mitad animal toda mi vida. Sí, las sensaciones son fuertes, pero sé controlarlo y hasta en muchos casos, ignorarlo. Tú cuerpo apenas está reaccionando a mí y eso te afecta mucho más, hasta puede ser peligroso para mí - rió levemente.

_¿Peligroso? - preguntó con duda.

_Podrías matarme en pleno acto - la manera tan calmada en que lo dijo, le sorprendió a Rocio.

_¿Eso no te asusta?

_¿Por qué me asustaría? Sería un gran orgullo morir de esa manera, al menos en mi manada así lo es - no entendía la reacción de Rocio - si morimos en una pelea o en medio del sexo, eso es ser digno de un alfa. 

Una Loba Como Mascota || Factor R Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz