Listos

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Nadie se encontraba en casa de Rocio, todos estaban apretados dentro del auto de la castaña, hacer que siete personas logren entrar en un pequeño auto, era algo un poco difícil.

_¿Ya llegamos? Están que me aplasten los...

_¡Roier! - regañó Sabi, ella también estaba aplastada contra la ventana.

_¡Ustedes ni se quejen! - Osvaldo gritaba desde el maletero.

_No es para tanto - pronunció Rivers desde el asiento del copiloto, Rocio la había colocado allí, solo a ella para que esté cómoda.

_Claro, lo dice quien tiene favoritismo - se quejó Ari, ella estaba de cabeza.

_No es favoritismo - respondió Rocio - es porque es la menor, así que silencio.

Rocio pasó por un gran bache.

_¡Auch! - gritó Osvaldo.

La castaña seguía conduciendo, iban a una tienda de armas ilegales, lo conocía porque una de sus amigas trabaja allí, en ese lugar eran muy fáciles conseguirlos.

Durante el trayecto, Rivers no dejaba de ver la mano de Rocio, estaba sobre su pierna y no dejaba de acariciar con su pulgar. Cruzó miradas con la castaña y un fugas brillo apareció en sus ojos y volvió a ver a la carretera, la castaña estaba sonriente.

Rivers se acercó a ella y comenzó a olfatearla, eso hizo reír a Rocio.

_¿Qué haces? - preguntó sin quitar la vista de en frente.

La rubia volvió a su asiento, no había notado nada extraño, miró el mechón blanco de Rocio y comenzó a pensar, ella no tenía ese mechón, ¿Se estará haciendo vieja? ¿Cuando envejecen los humanos?

Cuando llegaron, Rocio fue la primera en bajar, seguido de los demás quienes cayeron al suelo entre empujones. La castaña viró los ojos.

_Les pido que POR FAVOR, se comporten, ¿Está bien? - todos asintieron desde el suelo - bien, vamos.

_Ari - Rivers murmuró al lado de su hermana.

_Dime - miraba a Nuvia con disimulo, ninguna se hablaba.

_Rocio se está volviendo viejita - pronunció con un puchero.

La campanilla de la tienda avisó su presencia y todos ingresaron detrás de la castaña, se quedaron observando asombrados las diferentes especies de armas y los diferentes tamaños.

_¡Yo quiero esta! - todos giraron a la voz de Sabi, ella sostenía una gran metralleta entre sus manos - está linda - sonrió con inocencia.

_Valdo...- Roier susurró a su hermano - tengo miedo.

La castaña hablaba con su amiga, le contaba cuáles armas quería mientras el resto andaban de curiosos por la tienda.

Nuvia tomó una navaja y lo miró fijamente, se lo colocó en la cintura y tomando una pistola en mano, se miró en el espejo que había en el lugar y posó para ella, se veía demasiado sexy, podría ser fácil una actriz de película de acción.

Notó la mirada de Ari a través del espejo y carraspeó incómoda, dejando la pistola en su lugar.

****

_¡Da las gracias que sigue vivo! - Ama fue estampada contra la puerta, Vicky estaba furiosa - ¡Controla tus malditos celos si no quieres que te rompa el puto cuello! ¡¿Oiste?! - Ama asintió con temor.

Filis observaba todo desde la jaula, seguía abrazando a Felix en modo de protección, esté estaba inconsciente, el dolor había sido tan fuerte que se había desmayado, ahora sus heridas iban sanando lentamente. 

Una Loba Como Mascota || Factor R Donde viven las historias. Descúbrelo ahora