Una Loba Como Mascota || Factor R

Nuevo integrante

La casa estaba en silencio, las amigas le habían quitado el habla a las hermanas por su comportamiento tan agresivo con el gato.

Las menores veían fijamente al peludo animal ser acariciado por Rocio y recibir comida de manera cariñosa por Nuvia.

Ellas miraban todo desde las escaleras, había pasado solo dos días desde que ese gato decidió quedarse por su propia cuenta solo para molestarlas.

_En lugar de estar mirando, ¿Pueden al menos limpiar la casa? - regañó Rocio sin girar a verlas - solo comen y no ayudan.

_Cariño...- pronunciaba Rivers con un puchero.

_No soy tu cariño - volvía a acariciar la cabeza del gato, este ronroneaba.

Ari vió con enojo cómo su hermana bajaba la cabeza con tristeza, esto ya la estaba cansando. La rubia bajó de las escaleras y a paso firme, caminó directo al gato y haciendo a un lado a Rocio, tomó a este rápidamente y lo alejó de ellas, asustando tanto a las amigas como a el mismo gato.

_¡¿Que haces?! - preguntó Nuvia.

_¡Ya me cansé! - el gato movía sus patas en busca de ayuda - ¡nos echan la culpa cuando nosotras solo nos defendimos, este gato no es ningún santo!

_¡Es solo un gatito! - defendió Rocio.

_¡Es un farsante! - el gato la miró con reproche - ¿Acaso se les olvida? Somos mitad lobo, mitad animal, nosotras podemos entender perfectamente a los animales, y este - lo mostró frente a ella - es un inrrespetuoso y salvaje, le faltó el respeto a mi madre y vino a buscar pelea, él fue el primero quien atacó.

_De hecho... íbamos a comerlo - agregó Rivers desde las escaleras.

_Sí, íbamos a com- Rivers! ¡Silencio! - regañó Ari.

_Con que iban a comerlo - Ari sintió nervios al ver a Nuvia cruzar sus brazos y mirarla fijamente - ¿Quien tuvo la idea? - Rivers señaló de inmediato a Ari.

_¡Rivers! - gritó la rubia, se supone que era su hermana.

_También se quería comer a mi suegro, pero yo lo cuidé - sí, Rivers estaba aprovechando para que Rocio la perdone.

_¡RIVERS! - gritó Ari.

_¿Ibas a comerte a mi padre? - Rocio tenía el rostro incrédulo.

_¿Saben qué? - Ari dejó al gato en la mesa - me retiro, aquí todos están contra mí - se retiraba completamente ofendida.

_Ari, espera - Nuvia fue tras ella.

Rivers sonrió cuando Rocio cruzó miradas con ella, susurró un gracias y le sonrió igualmente, Rivers había obtenido el perdón de la castaña.

Sin perder tiempo, Rocio ya tenía pegada nuevamente a ella a la pequeña loba, no dejaba de abrazarla, eso solo la hizo reír.

_Hey - Rocio pronunció cuando vió al gato salir sigilosamente por la ventana, este giró a verlo y maulló con inocencia - ¿En verdad me entiende? - preguntó a Rivers.

_Sí, pero no hace caso a nadie, es muy rebelde.

_Dile algo - quería ver la interacción, estaba emocionada por verlo.

_¿Yo?

_Sí, dile algo.

_Mmm, estás gordo.

_¡Rivers, eso no! - regañó, el gato se estaba yendo.

_Pero está gordo - el mínimo giró a verla y maulló, quedando sentado.

_¿Qué te dijo? ¿Qué te dijo? - preguntó con entusiasmo. Hasta que vió la cara de tristeza de Rivers - ¿Qué pasa? - preguntó.