FULL MOON {Raura/Rydellington}

Capítulo VII

Me quedé parada mirando a Ellington a lado de ¿su amiga?

No quería toparme con él.

Seis días y ninguna llamada de su parte. ¡Qué engreído!

—Me voy...me voy a clases, Ross—le dije a mi hermano. Él solo asintió y corrí por el pasillo izquierdo.

Escuché a Ross llamarme, mi reacción le habrá dado entender el por qué. Él siempre era así, me protegía demasiado, era cierto que yo tenía tan sólo dieciséis y Ross dieciocho, y a pesar de que no éramos hermanos de sangre, lo quería tanto. Era mi hermano.

Llegué a mi aula—Literatura para mi desgracia—, me tranquilicé y respiré.

—Rydel—me llamó Ellington—Oye...—tomó mi brazo.

—Déjame en paz ¿quieres?—aparté mi brazo en ese instante. Sí, estaba molesta.

— ¿Podemos hablar?—negué inmediatamente—. Por favor...

—No. Y deja de molestarme. —Lo empujé en el pecho y me dirigí a mi asiento.

Y para mi mala suerte, Ellington se sentaba a mi lado.

—Rydel, por favor—murmuró tocando con su mano mi hombro.

Me moví para zafarme de su agarre.

—Buen día clase—dijo la profesora Carter.

—Sé que fui un imbécil, pero no fue intencional. Perdón—volvió a decirme Ellington.

—Sr. Ratliff, lo noto muy alterado ¿quiere compartir lo que le susurra a su compañera?—La profesora reprendió a Ellington. Reí en mi interior. Lo tenía merecido.

Gracias, señorita Carter.

—Lo siento—respondió Ellington, pero creo que fue más para mí que para la maestra Carter. Sonreí aliviada que la profesora comenzara la clase.

La campana sonó a las 9:30 am. Metí mis cosas y me puse la mochila colgada en un hombro.

—Rydel...espera...—me dijo Ellington.

— ¿Quieres parar?—bufé—En serio. No quiero escucharte.

—Fui un imbécil, lo admito—tomó mi mano llevándola a su corazón—. Pero créeme que lo siento mucho. Tuve la mejor cita el viernes. No me arrepiento de haberte conocido, eres una chica increíblemente hermosa e inteligente...y yo soy un desastre de chico...de lo único que me arrepiento es de no haberte vuelto a llamar...lo lamento, de verdad que lo lamento. ¿Me das otra oportunidad?

Me sonrió y yo me vi riéndome. ¿Por qué me reía?

Tomó mis brazos y los envolvió alrededor de su cuello.

—Has sido un tonto, ¿lo sabes?—él asintió enterrando su nariz en mi cabello.

—Yo lo...

—Pero has sido sincero—lo interrumpí. Miré directamente a sus encantadores ojos—Te daré una segunda oportunidad—dije—Pero será la única, ¿eh?

Él asintió sonriendo.

Me tomó por sorpresa y me hizo girar.

—Hey...—protesté—Bien. Como te he dado otra oportunidad, hay que empezar de nuevo ¿no crees?—él pareció confundido y eso me hizo sonreír—. Me llamo Rydel, es un gusto—le extendí mi mano derecha.