FULL MOON {Raura/Rydellington}

Capítulo XXXVIII| Parte Uno

— ¡Ross!

Apenas era consciente de la voz de Kate.

De pronto todo era borroso e irreconocible para mí. Altas vibraciones atormentaban mis sienes al máximo.

Mi cuerpo se sintió pesado por unos instantes por lo cual mi trasero no quería levantarse del pavimento. Kate y yo habíamos ido a ver a Dan luego de que regresé de correr. La luna llena se acercaba y yo no quería correr el riesgo de Ellington despertando.

Eso sería un gran problema. Uno enorme.

Poco a poco me fui estabilizando.

— ¿Ross?—Había una capa de preocupación en la voz de Kate.

Sacudí la mano, indicándole que todo estaba en orden. Al menos eso esperaba.

Kate me ayudó a levantarme.

— ¿Te encuentras bien?—Preguntó.

—Sí—respondí—. Yo no sé qué pasó, fue tan extraño...

Mi pecho se contrajo. Ya había sentido algo así, meses atrás.

¿Podría ser...? «Maldición».

— ¿Qué está sucediendo, Ross?—Demandó saber Kate. No era fácil engañarla con algo como esto.

—Yo creo...Yo creo que he sentido a Ellington—dije finalmente. Su frente se frunció en confusión. Era algo complicado explicarlo con palabras pero lo intenté—. Hace tiempo cuando Ellington fue llevado por Zack y sus secuaces yo tuve un cierto sentimiento acerca de ello. Era como si pudiese sentir lo que le estuviera pasando.

— ¿Y eso está pasando en este momento?

Asentí. Kate se quedó sin palabras. La única posible solución sería hablar con Dan y pedirle explicaciones, sin embargo, él no se había aparecido desde la mañana.

La primera vez que había sentido esto me pareció imposible, puesto que yo no era un alfa y mucho menos quería una manada, pero Ellington se había negado a pertenecer a Zack y se hizo mi amigo. Y Dan me había dicho que eso podría ser posible.

Y si eso era verdad, entonces Ellington estaba en peligro.

— ¿Kate, crees que podrías localizarlo?—le pregunté.

—Yo...no estoy segura, pero lo voy a intentar—me dijo. Asentí, agradecido—. Necesito algo suyo.

Eso significaba ir a su casa. Le dije a Kate que se subiera a la moto y antes de movernos llamé a Ethan para indicarle que fuera a revisar el perímetro.

No tardamos mucho en llegar. Y Kate casi besa el suelo—. Jesús. Creí que nunca llegaríamos vivos.

—No seas muy dramática—señalé, rodando los ojos.

La casa estaba en oscuras, probablemente su padre lo había llevado al hospital, porque definitivamente no había nadie en la casa.

Entramos por la ventana del cuarto de Ellington. Cualquier cosa nos serviría...

Mi cuerpo se tensó en alerta. Miré a Kate, estaba igual.

El olor se sintió a alguien como nosotros. Me asomé a la ventana, Ethan no estaba cerca pero no era él a quien percibíamos.

—Hay que salir de aquí—anuncié.

El celular de Kate vibró.

—Es Ethan—me informó. La llamada no duró mucho—. Está en el hospital general...Ellington estaba con Laura.