Capítulo XIV

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«29 de agosto. 8:45 am»

Ya había pasado prácticamente un mes que he estado en el instituto, recuerdo mis planes al inicio de clases: cero chicos. Pero eso se arruinó gracias al misterioso Ross Lynch.

Desde que George lo trajo a casa cuando se desmayó en el bosque anda más distante, no es que no lo fuera, pero según él actuaríamos como «amigos» y no gente que se odia; desde ese incidente siempre que le pregunto sobre el tema lo evita «besándome», suena gracioso, acordamos—él acordó—ser simplemente amigos, conocernos. No estoy admitiendo que me gusta...bueno, quizá, pero su manera de cambiar de conversación—y no es que me queje—me frustra.

— ¡Marie!—me espantó Raini cerrando su casillero a lado del mío, salté del susto, mientras ella se rió— ¿De nuevo en las nubes?

—Sólo pensaba—confesé ante mi mejor amiga.

— ¿En Lynch?—asentí—. Sí que te dio fuerte ¿eh?—rió y no pude evitar unirme a su gracia—. ¿Han avanzado o algo?

—Es complicado, Rai—le dije. Cerré el casillero y me colgué la mochila en un hombro—. Actúa como si le gustara y al siguiente minuto es frío...es imposible...

—Hombres—se burló Raini mientras caminabamos por el pasillo.

— ¿Qué hay de ti?—pregunté. Era mi turno de cuestionar—. ¿Qué pasa con Dylan?—ella se sonrojó un poco, que novedad.

—Somos amigos, solamente eso—respondió nerviosa. Arqueé una ceja—...Hey Ross—miré hacia donde gritó el nombre y ahí estaba él, que buena técnica.

Ross caminaba hacia nosotras, llevaba unos vaqueros oscuros algo rasgados en la parte de la rodilla, una camiseta gris de cuello V, su cabello esta revuelto y simplemente se veía sexy.

—Hola—murmuró.

—Hola—respondí.

Creo que pasaron cinco minutos sin decirnos nada, solamente nos miramos, Raini carraspeó, regresándonos a la realidad.

— ¡Consigan un cuarto chicos!—le saqué la lengua mientras mis mejillas ardían—. Te veo en clase, Marie—dijo por ultimo.

— ¿Y bien?

— ¿Qué?—dijo Ross.

— ¿No dirás nada?—pregunté.

— ¿Debería?—se encogió de hombros.

—Eres frustrante y algunas veces un dolor en el culo ¿sabías?-dije con sarcasmo.

Ross me dedicó una media sonrisa que me derritió por dentro, posó una mano en mi cadera y me atrajo hacia él.

—Pero así es mejor ¿no?—murmuró en mí oído, lo escuché sonreír.

La sangre me llegó a las mejillas, y mi estómago se revuelvió.

De pronto se puso tenso, lo miré intrigante cuando se alejó y miró detrás de mí. Me volví y me encontré con un chico moreno, alto y con brillantes ojos azules...lo recuerdé, del club. Uno de los amigos de Ross.

—Te veo luego—dijo Ross con profunda voz. Se alejó lentamente, su espalda estaba tensa, podía verlo desde lejos. Algo no andaba bien, como siempre no me diría.





FULL MOON {Raura/Rydellington}Where stories live. Discover now