Capítulo XXIII

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*El número que usted marcó se encuentra apagado o fuera del área de servicio*

Tres veces. La había llamado tres veces y no me respondió.

—Ellington—lo llamé— ¿Dónde está Laura?

—No la he visto. Se supone que se iría contigo—respondió—¿Qué pasó?

No, no podía contarle nada a Ellington.

—Tengo que encontrarla.

Mi hermana apareció, su sonrisa cambiando al ver mi expresión.

—Rydel, ¿has visto a Laura?

Ella negó con la cabeza.

¿Laura, dónde demonios estás?

Volví a llamarla por el celular. De nuevo la voz estúpida me decía que su móvil estaba apagado.

— ¡Lynch!—escuché gritar a Raini. Me volví para ver a la amiga de mi novia hecha una furia— ¡Explícame que carajos le has hecho a mi amiga!—me golpeó en los brazos sin dejar de gritarme— ¿Por qué mierda se ha ido con el idiota de Brad?

Era increíble como un simple nombre cambiaba mi humor.

— ¿Qué has dicho?—había escuchado perfectamente pero una parte de mí se negaba a creerlo.

—La vi marcharse con Brad. ¿Qué le has hecho?—reclamó Raini.

—Voy a buscarla—anuncié. Caminé hacia mi hermana y deposité un beso en su frente—. Ellington te llevará a casa—Rydel me lanzó una mirada que explicaba lo obvio, pero no me importaba, aun así se lo dije. Miré a Ellington—. Cuídala—le advertí. Él entendía porque sabía a qué me refería.

Conduje la Harley a toda velocidad. Daba gracias que no había policías cerca porque no tendría paciencia para una multa.







Ahí estaba ella. Laura reía mientras agitaba sus manos...parecía relajada...despreocupada.

El idiota de Brad la acompañaba. Reprimí el impulso de ir a golpearlo. Laura se despidió de Brad, él caminó a su auto y agitó su mano despidiéndose de Laura.

Aprovechando la oportunidad, escalé la pared de la casa y logré subir a la habitación de Laura.

— ¡Ross!—chilló cuando encendió la luz de la habitación y me miró. Su expresión cambió al instante— ¿Qué haces aquí? ¿Ha acabado el reencuentro con tu noviecita muerta?—dijo, con sequedad. Tiró su bolso de mano y caminó con dificultad a la cama.

— ¿Estás ebria?—pregunté acercándome a ella. Intenté ayudarla pero se apartó de mi agarre— ¿Ese tarado te hizo esto?—gruñí.

— ¿Brad?—empezó a reírse—. Él no ha hecho nada. Impresionante ¿no? Lo único que ha hecho es no dejarme sola.

Sentí un fuerte golpe en el pecho.

—Laura...—entonces comprendí.

—Quiero estar sola—dijo y se acostó en la cama dándome la espalda.

—Laura, Kate...

—No, Ross—me interrumpió—. Quiero estar sola.

— ¡Joder, Laura! ¡Escúchame por un momento!

FULL MOON {Raura/Rydellington}Where stories live. Discover now