Capítulo XXXIX

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— ¡Y taran!—exclamó con una gran sonrisa pegada al rostro.

Apreté mis labios conteniendo una risa.

—Oh vamos, te causó gracia. ¿O dejaste ese bueno humor en Portland?

La expresión rápidamente cambió a seria. Lo menos que quería era que me lo recordaran. Le lancé una mirada asesina a Connor. Él lo captó de inmediato porque dejó las pelotas de tenis en el suelo y se sentó junto a mí.

—Acabo de arruinarlo con mis palabras de idiota, ¿cierto?

Sus ojos me examinaron tratando descifrar lo que quería darle entender con mi expresión. Bajé la mirada negando.

Connor se levantó de nuevo se puso frente a mí, se inclinó y me tomó de las manos. Llevé mis ojos a él.

—Fue una mala elección de palabras—dijo con sinceridad—. ¿Crees que podrías perdonar a este pobre inocente?—sus labios formaron un puchero gracioso. Sonreí—. ¿Eso es un sí?—No dije nada—. ¿O un no?

Le dediqué una sonrisa Colgate.

Sus ojos se achicaron como planeando algo. Entonces sus dedos bajaron a mi estómago haciéndome reír. Me retorcí en el asiento del parque hasta que me levanté sin parar de reír.

—Basta, Connor—seguí riendo. Sentí una lágrima empapar mi mejilla derecha. Había olvidado lo que se sentía que alguien te hiciera cosquillas.

Dos personas habían logrado vencerme en una guerra de cosquillas. Algo dolió dentro de mí.

Connor se dio cuenta de mi cara mojada y se detuvo.

— ¿Rydel te encuentras bien? Dime que no lo he arruinado de nuevo.

Volvió a examinarme. Sacudí la cabeza y me limpié las lágrimas.

—Estoy bien—aseguré, más para mí misma.

—Estupendo—sonrió Connor mientras llevaba una de sus manos a su nuca—. Bien...yo...quería preguntarte algo.

Asentí.

—Yo... ¿Te gustaría ser mi pareja en el baile de primavera?

Estaba nervioso, podía leer su expresión corporal. Me quedé en silencio por unos momentos, torturándolo.

—Claro que sí—le respondí.

Primero me sonrió y después se acercó a mí rodeándome con sus brazos.

— ¡Qué afortunado soy!—exclamó cuando me hizo girar.

Una parte profunda en mi corazón se estrujó. Tranquilízate, Rydel. Olvídalo.

—Sí sigues festejando creeré que soy como una especie de trofeo para ti y cambiaré de opinión—comenté un poco divertida después que Connor me había soltado.

Él levantó dos dedos como un scout—. Te prometo no divulgarlo más. Será nuestro secreto—me guiñó un ojo.

—Bueno, es hora de que me vaya—señalé—. Mi tía se pone dramática.

—Te acompañaré—dijo—. Quizá y tú tía me invite a comer—rio.

—Lo dud...

Su teléfono empezó a sonar, Connor miró la pantalla y su ceño se frunció.

—Sólo me tomará unos segundos—dijo. Asentí mientras él colocaba el celular cerca de su oído—... ¿Qué? No te entiendo, Em...Trata de calmarte ¿quieres?—Oí su bufido—. Bien, iré ahora mismo. — Él guardó el móvil en su pantalón y miró al cielo antes de encararme—. Después de todo no podré acompañarte.

FULL MOON {Raura/Rydellington}Where stories live. Discover now