FULL MOON {Raura/Rydellington}

Capítulo XXVIII

No podía decir hasta qué punto la verdad me había destrozado.

Tampoco sabía que dolió más; si los golpes recibidos por Kate en mi cuerpo o enterarme que personas importantes para mí, me habían mentido en la cara.

Parte de mí aún seguía en shock. ¡Mi hermano y novio se había convertido en dos perros gigantes! ¡¡Perros gigantes!!

— ¿Sabes qué Ross?—gruñó Ellington— ¡Al carajo! ¡Voy a quemar cada parte de este imbécil!

Y sí, una gran pelea se desató.

Ellington se había lanzado sobre Zack. Drake ya no pudo sostener más a Ross, pues éste había logrado zafarse del agarre y envió a Drake contra una esquina.

La piel me ardía como el infierno. Kate intentó de nuevo lastimarme pero ésta vez Laura fue más rápida y la golpeó haciendo que Kate retrocediera.

Aprovechó esos minutos para ayudarme con los nudos que me aferraban a aquélla silla.

—Tenemos que salir de aquí—su voz tembló unos segundos.

—Tú sabías ¿verdad?—acusé.

No iba a llorar. No lo haría.

—Rydel no hay tiempo, tenemos que irnos—dijo evitando mi pregunta.

Mis piernas no querían responder, pero las obligué.

La risa sardónica de Zack retumbó en la habitación.

Parecía una escena salida de alguna película de miedo.

— ¡Váyanse!—ordenó Ross.

Laura me ayudó a caminar.

Kate apareció delante de nosotras y... ¡ella también se había vuelto un perro gigante!

Esperé a que Laura hiciera lo mismo, hasta este punto ya no me sorprendería que ella también fuera eso; pero nunca pasó.

Kate la tumbó en el suelo y comenzó a golpearla.

Ross apareció en su cuerpo humano y apartó a Kate lanzándola a dónde estaba Drake.

Miré a mí alrededor, igual Ellington ya era humano.

Los dos ya no eran monstruos.

Mientras corríamos a la salida escuché a Zack exclamar entre risas:

— ¡Querías la verdad preciosa, ahí la tienes!

Más tarde estábamos fuera del oscuro bosque. La lluvia caía sobre nosotros.

Mis lágrimas pronto se mezclaron con la lluvia.

Vi a mi hermano acercarse primero a Laura, la estrechó entre sus brazos y besó su cabello.

Ellington apareció a mi lado.

—Rydel—dijo.

Le enseñé la palma de mi mano abierta para dejarle en claro que no dijese nada.

—Me mentiste—susurré con apenas un hilo de voz.

Ross pareció acordarse de lo sucedido en la cabaña y con Laura llegaron frente a mí.

—Rydel—intentó Ross.

Me negué a hacerles caso, me dolía su engaño.

—Me voy a casa—anuncié.

—Te acom...

—No—corté a Ellington—. Todos ustedes me han mentido...Laura creí en tu amistad—más lágrimas salieron.