Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*

Capitulo 2

Porque, sin buscarte te ando encontrando por todos lados, principalmente cuando cierro los ojos.

-Julio Cortazar

Al parecer, el hermoso chico que se apoderó de la casa abandonada estaba ahí, con un pay que olía delicioso en la manos.

-Hola, vecino. -me apoyé en el marco de la puerta mirándolo de pies a cabeza.

Seguía teniendo la misma ropa como cuando en el restaurante pero no se si tenía esos guantes puestos cuando estábamos encerrados en el baño.

-N-No sabía que vivías al lado. -dijo en palabras casi audibles también mirándome de arriba hacia abajo.

-Pues sí vivo al lado -dije con una sonrisa en mi cara-, ¿es para mí?

-Sí. -me entregó el pay y desvió la mirada.

-¿Y para qué es esta delicia? -le dije mirando el postre curioso.

-Un regalo, de...de mi mamá. -explicó con cierto nerviosismo en su voz-. Es pa-para presentarnos...entre vecinos.

-Ah...gracias. -le di mi mejor y más sincera sonrisa que al parecer lo fue ya que se sonrojó. Se iba a marchar pero al jalarlo de la sudadera para detenerlo me dio una bofetada.

-¡No me vuelvas a tocar! -exclamó al perder los estribos. Lo más raro de esto era que no me miró a mí cuando lo gritó, ni siquiera después de volverse loco mantuvo su postura furiosa, de hecho, parecía un perrito regañado, su cabello negro ahora cubría sus ojos y jugaba nervioso con sus manos-. L-Lo siento, en verdad...lo siento.

-Am...no hay problema, no te volveré a tocar entonces. -lo miré raro, él no dejaba de sobar su hombro izquierdo, donde lo toqué-. Solo quería saber tu nombre. -nos seguimos mirando con cierta incomodidad. Él claramente no me miraba a los ojos, sino a mi abdomen desnudo.

Deja de mal pensar cosas y tómate esto en serio.

-Me...Me llamo A-Allen. -dijo con el mismo comportamiento de antes.

Allen significa "precioso" en celta.

Un pasatiempo raro mío, pero le quedaba bien el nombre.

-Michael. -le dije con una sonrisa, él me la devolvió y regresó a su casa.

Lo miré irse, lo inspeccioné todo. Algo que realmente me sorprendió fue que hay cicatrices de quemaduras que fueron bastante graves alguna vez que comenzaban desde su cabeza (también habían pequeñas cicatrices detrás de sus orejas) que bajaban hasta su espalda la que ya no veía obviamente por su ropa. Y sus manos. Las manos se ocultaban bajo unos guantes blancos que no eran para nada transparentes.

Esas cicatrices se veían mal, muy mal, además que es muy misterioso. ¿Qué habrá pasado con este chico?

-¿Por qué te quedas ahí parado? -la voz de Danielle me saca de mis pensamientos. Ella se para a mi lado y me quita el pay de las manos-. ¿Es para nosotros?

Me quedé parado, como si estar en esa posición me ayudara a pensar mejor.

-Hey -la morocha pasó una de sus manos frente a mis ojos-, ¿qué pasa contigo?

-El chico nuevo, eso es lo que me pasa.

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Era de mañana. Danielle y yo acabábamos de separarnos de camino para ir cada uno a sus lugares correspondidos. Danielle a la preparatoria y yo a la universidad.

Todo el día pasó normal las clases como siempre de la manera de siempre. Después de las clases, estaba con dos de mis amigos sentado en una de las mesas circulares de afuera de la universidad.