Capitulo 39

5.9K 513 47
                                    


-De todas maneras no te dejaré ir.

Fueron las palabras que hicieron que mi memoria sobre cómo respirar volviera. Allen no quería alejarse de mí, él me seguía queriendo.

-Cuando nos conocimos yo estaba igual de destrozado y aun así me quisiste. Haría lo mismo por ti y otro millón de cosas más -él me tomó de ambas mejillas y las apretó, haciendo que mis labios saltaran, se rió un poco y me dio un beso casto-. Y sé que muchas personas van a decir que es una decisión muy estúpida pero al diablo, yo te quiero a ti, no a ellos.

-¿Entonces todo está arreglado? -le dije, mi voz tenía un tono raro por la forma en la que mi novio tenía atrapadas mis mejillas.

-Todo arreglado.

-¿Me quieres? -le pregunté en un tono infantil, lo que hizo que él se riera.

-Te quiero -me respondió con una sonrisa-...¿tú me quieres?

-No -hice una pausa. Él me miró confuso por un momento-, yo te amo...

Él se volvió a sentar sobre mí, robándome un beso algo brusco y cruzando sus brazos por mi cuello. Él estaba puesto en una forma tan provocadora...

Yo no quise hacerlo, lo juro, pero no lo evité. Sí, le apreté el trasero a mi novio con ambas manos descaradamente.

-¡He-Hey! -se separó de mis labios bruscamente, sonrojado a más no poder, yo también estaba algo sonrojado a decir verdad.

-¡Yo no! ¡Digo! -empecé a excusarme nervioso-. ¡Es que! Tu eres...tu...trasero estaba ahí y...me encanta tu trasero, es tan apretable y... -me golpee la cara al escucharme-. ¡Dios mío! Estoy diciendo idioteces de nuevo,  ¿no es cierto?

Me cubrí la cara con ambas manos escondiendo mi vergüenza de él. Él se rió, ¿de qué se reía?

-Michael... -Allen fue acercándose de nuevo para suspirar sobre mis labios, iniciando un nuevo beso.

-¿Puedo...? -en respuesta él asintió, sonrojado y apenado.

Esta vez ya no tuve tanto miedo, puse ambas manos en su trasero para acariciarlo y apretarlo, a decir en la forma en la que él comenzaba a suspirar bajito, le gustaba. Pasé de sus labios hasta su cuello, besándolo y lamiéndolo, tomando el dobladillo del pantalón que le había prestado y bajándolo lentamente, hasta dejarlo en su ropa interior. Su entrepierna ya estaba despierta...

-N-No me mires así... -mi novio me sacó de mis pensamientos.

-¿Eh? ¿Por qué?..

-Es como si me quisieras comer...y se siente extraño...

-No es como si quisiera -me acerqué a su oído para susurrarle-. Es que quiero hacerlo...

Pude notar en la forma en la que nuestras mejillas se rozaban que el moreno se había sonrojado. Sonreí y lo recosté en el sillón quitándole la camiseta, después fui haciendo un camino de besos hasta llegar al dobladillo de su ropa interior. Acaricié un poco sus caderas y luego fui quitándole la prenda lentamente, acabando con la paciencia de Allen.

-No...No puedo... -murmuró mientras se cubría la cara con ambas manos, aunque por su tono sabía que era totalmente lo contrario.

Tomé la extensión de mi novio y comencé a lamerla, al primer roce él gimió. Comencé a jugar, a acariciarlo, a chuparlo, haciendo que Allen temblara de la excitación, al igual que yo. El moreno gemía mi nombré cada vez que lo tocaba y eso me encendía de tal manera que yo no pude esperarlo más.

-Allen...quiero entrar... -murmuré entrecortadamente.

Sentía el sudor correr por mi frente y mi cabello pegándose por esa razón.

-S-Sí... -me respondió con un tono de voz apenas audible y su respiración acelerada.

Me quité los pantalones con una velocidad inexplicable incluyendo mi ropa interior. Tomé a mi novio para que estuviera sobre mí, tomé mi entrepierna para mantenerla en posición y que pudiera entrar en él.

-Baja tus caderas... -le ordené.

Mi novio hizo caso, fue bajando poco a poco, haciendo que mi miembro entrara en él con lentitud. Me tomó de los hombros fuerte cuando fue entrando, a causa del dolor. Cuando entré completamente, para distraerlo, le hice caricias en el cuello con mi boca, rozándolo con mis labios dándole besitos cariñosos que sabía que le gustaban mucho. De un momento a otro, tomé sus caderas y las moví hacia delante y atrás, en un vaivén delicioso.

-Allen... -le llamé en una voz ronca.

-¿S-Sí?... -gimió ya que moví mis caderas entrando más en él, tocando algún punto que le gustaba.

-Estás estrecho, mi amor... -me reí al recibir una pequeña bofetada de su parte.

-N-No digas eso...

-Pero si es cierto -me seguí riendo-. Mira pero si me estás absorbiendo...

-Eso no es cier-¡Ah! -gimió cuando le di otra fuerte estocada, él rápido se tapó la boca con ambas manos, cerrando los ojos y sonrojándose.

Sonreí y lo tomé de la nuca para acercarme a él y besarle los labios, mordiéndolos con lujuria.

-Tú tranquilo... -le susurré-. Me encanta la forma en que lo haces...

Recosté a Allen en el sillón y comencé a darle estocadas más seguidas, no quería dañarlo así que no lo hacía tan fuerte. Ambos gemíamos al ritmo en el que me movía, mi novio enterraba sus uñas en mi espalda pero no me importaba, al fin y al cabo, ambos habíamos llegado al climax en el momento justo.

Me recosté sobre mi novio al salir de él, ambos teníamos la respiración acelerada, Allen se empezó a remover incómodo, no sabía si sería por mi peso o por que todo lo mío se le estaba saliendo por ahí.

-¿Quieres ir a bañarte? -le pregunté mientras me levantaba del sillón.

-Creo que sí...

El moreno quiso levantarse pero al primer paso ambas piernas le temblaron y cayó directamente al suelo. Un quejido de dolor de su parte me hizo entender exactamente qué fue la razón por la que sus piernas le fallaron.
Fui directamente a él, a cargarlo y ayudarle a llevarlo al baño. Él estaba muy apenado por lo que escondía su cara en mi pecho pero tampoco me negó la ayuda que le ofrecí. Lo senté en la taza mientras yo ponía la tina con agua caliente.

-Perdóname, mi amor -le hice carita de cachorrito y le di un beso casto en los labios.

-N-No hay problema -él jugó con sus manos nervioso.

Lo volví a besar y lo dejé solo en el baño para que pueda estar en paz bañándose, ya le había dejado ropa ahí así que no había más de qué preocuparse.

Después de ambos bañarnos, estábamos recostados en mi cama, Allen ya estaba dormido, su cara apoyada en mi pecho, él había decidido dormir sin camisa por alguna razón, por lo que podía acariciar las cicatrices de sus quemaduras.

Verlo dormir me trae bastante paz. La forma en la que él duerme es bastante tranquila, como si todo lo malo en el mundo no lo dejara pasar solo para él poder disfrutar sus horas de sueño sin ningún remordimiento.

Allen se removió en la cama, una sonrisa se formó en su rostro, me abrazó con un brazo y enredó su pierna por mi cadera.

-Mmm... -extendió su sonrisa-...Michael...

Me sonrojé al escuchar decir mi nombre en sus sueños.

Luego me di cuenta de algo...

¿Era yo el que hacía que Allen durmiera tan plácidamente?

Si era así, el corazón se me aceleró, el hecho de que yo causara ese efecto en Allen me hacía feliz, demasiado, mucho.

Con cada acción que él hacía me enamoraba cada vez más.

Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*Where stories live. Discover now