Capitulo 32

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Las lagrimas más amargas derramadas sobre tumbas son por palabras dichas y actos no terminados.

-Harriet Beecher Stowe

Allen PDV

Desperté temprano, algo que yo no solía hacer los fines de semana. Siempre acostumbraba a levantarme alrededor de las once o doce de la mañana. Pero esa vez había sido una excepción, una desesperante opresión en mi pecho que hacía que el aire me faltaba me hizo levantarme rápido e ir a correr por agua y un par de pastillas (las cuales olvidé tomar la noche anterior). Pero, impresionantemente, una parte de esa opresión se fue, pero otra se hacía muy presente y sentía unas horribles ganas de ver a Michael. Simplemente me obligué a calmarme, ¿cómo iba a ir a verlo a las cinco de la mañana? Pero algo estaba mal, muy mal, me sentía terrible y lo único terrible que mi mente podía imaginar era todo relacionado con mi novio y me estaba aterrando la idea de que algo le pasó. Él no tenía celular, pues no es muy fanático de la tecnología, entonces no podría llamarle.
Ya no lo soporté más, me cambié rápido y salí en marcha hacia su casa.

No me importa qué horas sean, yo quiero verlo, ahora.

Caminé aquel par de torturantes pasos y toqué la puerta repetitivas veces más, y aún así, nadie abrió la puerta.

Toqué sobre la tela de mi pantalón en mi bolsillo y me di cuenta que lo había olvidado en mi casa. Mi objetivo era poder llamar al teléfono de su casa.

La mañana era increíblemente fría para ser Marzo, tenía puesta mi sudadera y no por que me diera pena, sino por que era una de las raras veces en las que sentía frío verdadero. Aunque, a decir verdad, estas ansias no me ayudaban a tener calor.
De nuevo otro escalofrío, fui corriendo hasta mi casa, agitado, y busqué con desesperación mi móvil.
Abrí el cajón donde siempre lo guardo y un papel salió volando de este.

Era un sobre.

Abrir el sobre el 13 de Marzo antes de las 2:00 p.m.

¿Qué era esto? ¿Este sobre de dónde había salido?

Revisé el día y la hora en mi celular.

13 de Marzo 6:37 a.m.

Era justo el día del sobre.

No se veía viejo como para ser de algún otro año, tampoco he visto a alguien que se acerque a mi buró como para meter ese sobre ahí.

Lo abrí.

Después de todo tendría que saber lo que contenía, ¿cierto?

"Hola, Allen.

Para el momento en que leas esta carta será la fecha del 13 de Marzo, si no es así en verdad me gustaría que la cerraras y esperaras hasta el día indicado. Por que estoy segura que no la vas a abrir después.
En fin.
Te mando esta carta por que quiero que sepas que tienes que venir al pueblo, con la mayor rapidez que tengas.
¿Por qué?
Te lo trataré de decir con el mayor tacto con el que me sea posible describirte.
Verás, no sé si te lo dijeron antes (o tú lo habrás notado por tu reciente visita) yo tengo cáncer.
Mi cáncer ya estaba en fase terminal desde hace tiempo, ¿tú sabes la fecha de mi fin en esta vida?

Exactamente, amigo.

13 de Marzo a las 5:00 p.m.

Allen, te escribo esta carta por que quiero que vayas al pueblo, al hospital donde mi alma partirá para siempre.

Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora