Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*

Capitulo 36

Nada es permanente en éste mundo malo, ni siquiera nuestros problemas.

-Charles Chaplin.

Allen PDV

Ya era exactamente la segunda semana, el día de aquel baile, el día en que Michael por fin despertaría, el día de mi cumpleaños.

Solo faltaban un par de horas para que la fiesta comenzara y todos habían ido a arreglarse menos yo.

Seguía insistiendo.

Yo no iría a la fiesta si Michael no despertaba antes.

Acaricié la venda que rodeaba su muñeca derecha con cuidado, por que tenía miedo a hacerle más daño. Seguí leyéndole el libro que le estaba leyendo en voz alta.

La puerta se abrió, una enfermera entró y detrás de ella, un muchacho con unas flores entró, era bastante guapo pero no sabía quien era. La enfermera comenzó a revisar a Michael mientras el chico dejaba las flores en un mueble y se sentaba a mi lado.

-Lo siento -elevó su mano hacia mí-, soy James.

-Allen... -estreché su mano, la suya estaba caliente y sudada, no eran como las de Michael.

-¿Estoy interrumpiendo algo? -me preguntó.

-No... -me levanté de mi lugar murmurando un "con permiso" y salí de allí.

No sabía quién era ese chico, nunca había escuchado algo sobre él de parte de Michael.

El olor a hospital me estaba mareando, fui al baño a lavarme las manos y tener algo más que oler que solo químicos y jabón de pino. Salí de allí, poniendo mi mano enfrente de mi nariz para oler el delicioso jabón y no el hospital.

Entré a la habitación y vi a Danielle, los gemelos y Abdul hablando animadamente con el muchacho de antes.

-Hola -saludó Danielle alegre pero algo nerviosa.

Ella ya estaba algo arreglada, estaba maquillada y peinada, pero no vestida.

-Allen, tenemos tu traje. Tienes que ir a ese baile y no es pregunta -Abdul sonrió y se abrazó a Matthew, el gemelo empezó a asentir un montón de veces.

-Pero Michael...

-Lo cuidarán bien -ambos gemelos dijeron al mismo tiempo.

Era un gran día pero yo no quería dejar a mi novio solo. ¿Cómo sería pasar mi primer baile sin él?

-¡Agh! -Danielle me tomó del brazo-. ¡Solo vámonos!

Me traté de oponer, es en serio. Pero Abdul es fuerte y yo muy ligero, me cargó como un saco de papas hasta el baño de hombres. Arthur tenía mi traje y me empujaron hasta dentro de un cubículo. Seguía sin entender cómo es que el pelirrojo logró cargarme con tanta facilidad.

No tuve otra elección, me tuve que poner ese traje.

-Voy a prometerle a Michael que te cuidaré de cualquier zorra que se te acerque -Abdul dijo mientras me acomodaba la corbata y el cuello de la camisa-. Le dejaremos a Danielle tu peinado.

La morena dio brinquitos de alegría cuando me vio salir de los baños. No le tomó mucho. Acomodó mi cabello fuera de mis ojos, de hecho, era un nuevo estilo, lo había pasado hacia atrás y lo dejó firme con algo de gel.

-¡Guapísimo! -gritó cuando terminó.

Me miré en la pantalla de mi celular y era cierto, me veía bastante bien.