Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*

Capitulo 7

(N/A: Foto de Abdul:3)

-¡Hola, chicos! -nos saludó Abdul en la sala de estar de mi casa.

Ya la fiesta había acabado, solo todos mis amigos y Danielle estaban ahí, sentados en la sala.

-Veo que trajiste un amigo, Michael. -Susie nos miró con dulzura-. ¿Cómo se llama?

Allen se escondía detrás mío mirando con terror a todos.

-Él... -lo tomé de los hombros y lo puse frente a mí, claro que él se opuso pero yo soy más fuerte-. Él es Allen, un nuevo amigo.

-¡Allen! -exclamó Susie con cariño. -. ¡Mucho gusto, cariño! -Susie se acercó a Allen, trató de abrazarlo pero él se alejó y se puso de nuevo detrás de mí.

-Allen... -le susurré-. Está bien, son mis amigos. -le sonreí para darle seguridad y después de unos segundos él también sonrió.

Allen respiró profundo y salió detrás de mí y les sonrió a todos.

-También e-es un gusto cono...cerlos. -lo dijo en un tono bajo pero entendible y para finalizar, les dio una linda sonrisa, algo fingida, pero estaba bien.

-Oigan, que aburrimiento con ustedes dos... -Abdul se recargó sus manos y nos vio a ambos. La cara de angustia de Allen era asombrosa. Abdul hizo una sonrisa juguetona-. Que aburridos...¡dejen de quedarse parados y vengan y siéntense con nosotros!

Todos nos reímos, excepto Allen, estaba confundido al principio pero luego entendió que era un chiste y también se rió. Nos sentamos juntos en el sillón, todos mirándonos raro.

-Bueno, ¿de qué hablábamos? -Arthur dijo rompiendo el silencio.

-Hablábamos de por qué Matthew siempre fracasa con las chicas. -Andrea se acomodó en el sillón y cruzó las piernas.

-De seguro es su Matt-banana. -Abdul se burló y todos comenzamos a reír menos Matthew, incluso me impresiona que Allen también se riera un poco.

-¡Oh, vamos! Mi Matt-banana es perfecta. -se defendió.

-¿Entonces por qué cada chica huye cada vez que entran en una habitación? -Andrea siguió burlándose.

Todo el resto de la noche seguimos entre risas y bromas, tomando soda y unas cervezas. Insistimos a Allen a que probara su primer cerveza pero él se negó rotundamente. Susie dijo que había roto la dieta y Arthur hizo broma de su hermano de que no era lo único que se había roto (rompimos el orgullo de Matthew al bromear con su banana). Todos terminaron yéndose a sus casas cuando fueron las seis de la mañana. Yo acompañé a Allen a su casa.

-Allen, ¿quieres tener algo conmigo? -le pregunté cuando estaba a punto de marcharme por la ventana.

Allen se sonrojó, comenzó a jugar con sus manos y a mirar el suelo.

-Yo...no...no sé si pueda...ahora. -respondió en un susurro, después remojó sus labios resecos con su lengua.

Eso no me hirió, lo iba a pensar y por mí era suficiente.

-Está bien -le dije con una sonrisa-, piénsalo. Vendré por ti a las siete de la noche, para escuchar tu respuesta y para llevarte a una parte especial. -le guiñé un ojo y me dirigí a la ventana, unos toques desesperados en la puerta me detuvieron.

-¿Allen? ¿Estás con alguien? -la voz de su desesperada madre se escuchaba por el otro lado de la puerta-. ¿Estás con un chico? ¡Allen, ábreme inmediatamente!

Allen empezó a alarmarse, el mejor plan para tranquilizarlo fue darle un robarle un beso casto en los labios y guiñarle un ojo.

-Abrele a tu madre y salúdala de mi parte. -sonreí. Allen estaba más sonrojado que nunca y no dejaba de tocar sus labios.