Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*

Extra 11

Me gustaría explicar qué hace que dos cuerpos se amen, (...) Es saber que entre tanta chimenea, entre tanta confusión, en medio de la marcha brutal del mundo nuestras manos se comprenden.

-Marwan

Pv Mario

Emiliano comenzó a mover sus manos sobre mí, acariciando mi cuerpo por sobre mis ropas, el frío se iba poco a poco mediante sus roces ardientes, la respiración se me dificultaba cuando empezó a atacar mi cuello con su boca, succionando, mordiendo y besando mi piel, haciéndome suspirar. Metió sus manos frías por dentro de mi camiseta, dándome un escalofrío y levantándola hasta quitármela completamente. 

Me acerqué a adueñarme de su cuello mientras abría su camisa botón por botón, descubriendo su deliciosa piel morena, podía notar que la excitación de Emiliano incrementaba y debajo de mí podía empezar a sentirlo duro.

-Emiliano... -susurré cuando sentí su boca posarse en uno de mis pezones, el moreno comenzó a morderlos y a chuparlos, causando efectos en mí como jamás lo ha hecho.

-En tus rodillas -me susurró el oído de forma dominante, me preocupó un poco el hecho de que ese tono me hizo excitar aun más.

Me puse en mis rodillas, frente a él quedó mi entrepierna, aun cubierta por mi ropa. Emiliano acarició mis piernas hormigueantes y lentamente, disfrutando mi desesperación y excitación al verlo de una forma tan sensual. Me bajó los pantalones junto con la ropa interior, dejando a su vista mi miembro semi erecto. Emiliano lo tomó en sus manos y me hizo gemir cuando comenzó un vaivén rápido.

-A-Ah... -vi como el vidrio frente a mí se empañaba con mi respiración acelerada y el frío de la lluvia.

Emiliano con la mano que tenía libre me acarició el muslo con sensualidad, subió su mano hasta mi nalga y metió un dedo dentro de mí, haciéndome jadear por instinto. El moreno aprovechaba de mi interior todo lo que podía, haciéndolo entrar y salir profundamente. Mis mejillas ardían y comenzaba a sentír el sudor correr por mi frente y desviarse por mi sien, el placer me hacía emitir todo tipo de sonidos extraños que hacían a Emiliano apresurarse mucho más. Sus dedos (que ya habían pasado a ser tres) se movían con fuerza, él había decidido meter mi miembro dentro de su boca, chupando con ferocidad combinado con sus dedos. Gemí con fuerza al sentir que Emiliano tocó un punto dulce dentro de mí.

El moreno tomó mi cintura para sentarme sobre su regazo y comenzar a besarme de nuevo con ferocidad, yo volví a deslizar mis manos por su torso hasta llegar a su pantalón y abrirlo colocando mi mano dentro de su ropa y comenzar a tocarlo. Emiliano lanzó un gemido ronco y me ayudó a quitarle los pantalones para después comenzar a frotarse conmigo, haciéndonos suspirar y gemir.

-Oh, dios -Emiliano gimió-. Mario...eres genial...

Me mordí el labio y volví a besarlo sin dejar de moverme, sintiendo como el pre-semen salía y nos rozaba a ambos. Emiliano me hizo un chupete en la clavícula, pasando su lengua por toda la extención, haciéndome estremecer. Él tomó mis caderas y se abrió paso dentró de mí, haciéndome lanzar un quejido.

-Muévete tú -me susurró con sensualidad, haciendo cosquillas en mi cuello.

Me comencé a mover de arriba a abajo, dejándome caer para tener un efecto más intenso. El placer me controlaba, sentía mis piernas contraerse y cosquillas trascender por todo mi torso.

-Quiero darte tan duro -Emiliano volvió a decir con una voz ronca y una sonrisa socarrona.

-Pues hazlo -sonreí para luego morder su lóbulo, haciéndolo gruñir.