Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*

Capitulo 19

La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea.

-Alberto Moravia

Allen PDV

Todos habíamos ido a casa de Edgar, que más parecía una mansión. Era muy grande y espaciosa, no me podía creer el tamaño de esta. La sala también era grande, sin televisión y tres sillones, uno para tres personas y el sillón de dos personas estaba frente al de tres con una mesa de café de por medio, al lateral estaba un sillón para una sola persona, donde yo miraba todo sin decir palabra alguna. Estábamos todos en silencio, Emiliano sentado en el sillón para dos personas y mis otros amigos sentados frente él con seriedad. Todo esto era incómodo. Emiliano estaba sudando de los nervios y las miradas de los chicos no le ayudaban en nada. Danielle se acomodó mejor en el sillón, tomando las riendas de la situación, preparándose para hablar.

-Y bien, ¿tienes una explicación para esto? -la seriedad en la cara de Danielle era indescriptible, era como la seriedad de un empresario multimillonario tratando de reclutar a más empleados.

-¿Qué quieres que te explique? -respondió el moreno fingiendo no saber qué pasó.

-Quiero que me expliques, querido Emiliano. -la de ojos azules siguió hablando-. El hecho de que nosotros te hayamos encontrado besándote con el chico más idiota de toda la preparatoria.

-Mario no es un idiota. -lo defendió. Pude ver como desviaba la mirada molesto al igual que se sonrojaba un poco.

-¿Entonces quién es? ¿Un imbécil? ¿Mal nacido? Él nos ha hecho creer que es muchas cosas, Emiliano. Solo que esas cosas no son buenas y menos él.

-¿Y qué importa que me guste un chico? -Emiliano desvió la mirada, sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-¡No es por que te guste un chico, Emiliano! -Danielle explotó golpeando la mesa que los separaba, riéndose algo desesperaba-. ¿Cómo crees que me iba a importar eso? Lo que en verdad me importa es cómo te enamoraste de él. Mario no te merece, eres mucho mejor que eso. -esta vez ella habló con una voz más calmada.

-Ustedes no lo conocen. Se porta como un idiota en la escuela, bien, lo acepto. Pero cuando él está fuera de ella, es algo completamente diferente, tienen que creerme. -Emiliano nos miró suplicante a todos.

Mis tres amigos dieron un suspiro, se miraron entre sí, como si supiera cada uno lo que estaban pensando y tuvieran un debate mental.

-Está bien. -dijo fibalmente Danielle tocando el puente de su nariz y dando un largo suspito-. Pero aún así le voy a arrancar las bolas a su amigo Andrés.

Emiliano sonrió y todos se abrazaron, momentos después Danielle asomó su cabeza fuera del abrazo.

-¿Qué esperas, Allen? Tú también eres del grupo. -me tomó del brazo y me jaló para unirme al abrazo.

En las buenas y en las malas pasamos, pero nunca separados.

Esa era la frase que ellos usaban cada vez en un momento difícil, la frase que nos distinguía, la frase que nos unía.

Supongo que estos son verdaderos amigos.

Todos terminamos sentados en el sillón grande, faltaba espacio pero nadie parecía incómodo.

-Nunca pensé en Mario como pasivo. -Joseph sacó el chiste que nos hizo reír a todos.

-¿Siquiera alguien se esperaba que ellos terminaran juntos? -contestó Edgar, luego levantó las manos-. Yo no.

Todos nos reímos.

Emiliano no era mala persona, pero el hecho de que nosotros ahora sabemos de lo suyo con Mario me aterra. ¿Esto va a mejorar o va a empeorar?