Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*

Capitulo 22

Allen PDV

Estaba nervioso, muy nervioso. Las maletas estaban listas y mi mamá estaba empacando unas galletas caseras que hizo para los padres de Michael y para el camino. Mi papá estaba sentado leyendo el periódico y Belén jugando videojuegos.

-Está bien, bebé. -fue mi mamá para revisarme, revisar mi cabello, mi ropa, si mis guantes estaban limpios. Eso lo hacía muy seguido, me avergonzaba un poco pero no quería herirla diciéndole eso-. Estás perfecto. -ella sonrió satisfecha y revisó su reloj de muñeca-. Michael llegará en cualquier momento. ¿Tienes todo hecho? -acunó mi cara en sus manos, se notaba que ella estaba aun más nerviosa que yo.

-Por favor, Lisa -habló mi papá-. Tranquilízate un poco, solo irá a conocer a sus suegros. -mi papá se levantó del sillón acomodando sus lentes y pasó a la cocina sin olvidar darle un beso en la mejilla a mi mamá.

-Pues quiero que sus suegros piensen que tengo un hijo adorable. -mamá me abrazó por los hombros y miró a mi papá con falso enojo. Mi papá solo rió y siguió preparando su café.

Después de un rato, tocaron la puerta. Mamá se peinó un poco el cabello y fue a abrir la puerta tratando de fingir serenidad.

-Buenos días -saludó Michael con una sonrisa cuando mi mamá abrió la puerta.

-Hola, Michael. -saludó mi mamá con una sonrisa, Michael se la devolvió.

-¿Estás listo, amor? -Michael me miró. El que me dijera con ese sobrenombre frente a mis padres me hizo sonrojar un poco.

-Aw... -la voz de Belén interrumpió el silencio-. Que adorable.

-E-Estoy listo. -dije mientras tomaba mis maletas apenado. Michael se apresuró a ir a ayudarme. Bueno, ir a tomar todas las maletas para llevarlas él.

-Y es todo un caballero. -mi mamá soñaba junto a Belén.

¿Ellas creen que eso no lo sé ya?

Me despedí de mis padres con un abrazo, mi papá me dio unas palmadas en la espalda y mi mamá un beso en la frente, Belén me abrazó y se acercó a mi oído para susurrar un "Cuídalo bien".

Entendía bien a lo que ella se refería. Belén era la única que sabía cuál fue la razón de que Michael se desmayara en mi casa hace unas semanas. Ella sabía que su mamá tenía cáncer y que moriría en un mes. Sabía que Michael no se iba a rendir y que la cuidaría día y noche sin descansar, comer o beber algo. Asentí lentamente mientras mi hermana me daba una sonrisa triste y me volvía a abrazar.

-Em...lo siento, el camión parte a las ocho, tenemos que irnos. -Danielle habló desde dentro del taxi que nos llevaría a la estación.

Mi hermana me soltó y entré en el taxi junto a los chicos. Joseph supongo que lo iban a ver en la estación. Vi como la distancia hacía que mi familia se vea cada vez más pequeña. Nunca había estado separado de mi familia tantos días desde hace tanto tiempo. Sentí como Michael tomaba mi mano y con su pulgar acariciaba el torso de esta. Acercó su boca en mi oído para susurrarme.

-Deja de estar tan nervioso. -me dijo para después besarme la mejilla.

Recargué mi cabeza en su hombro y él pasó su brazo por los míos, acariciando mi brazo con dulzura.

No sé qué pasaría si no les agrado a los padres de Michael, seguramente saldría corriendo y volvería a casa lo más pronto posible o simplemente me quedaría congelado ahí mismo. Tengo mucho miedo.

-¿Qué te dije sobre estar nervioso? -Michael me regañó, lo miré a la cara y tenía una sonrisa pintada en el rostro-. ¿Quieres algo para esos malvados nervios?

Lo miré confundido y asentí lentamente. Él se separó de mí y pareció buscar algo en sus bolsillos, pero no encontró nada.

-Vaya... -suspiró-. Estaba seguro de que estaba por aquí -torció los labios y me miró-. ¿Quieres probar el plan B?

-¿Y cuál es el plan B?

-Este -Michael se acercó nuevamente a mí para acunar mi cara en sus manos y darme un dulce beso en los labios el cual correspondí un poco, digo solo un poco por que me incomodaba una mirada que sentía se clavaba en nosotros.

Un quejido de asco nos hizo separarnos. El señor que conducía el taxi tenía cara de desagrado. Me separé de Michael y me acomodé en mi asiento con incomodidad.

-¿Y usted qué? -le dijo Danielle al conductor con brusquedad-. Vuelva a sus asuntos y deje a la pobre pareja en paz.

El conductor se sonrojó de la pena y volvió a fijar sus ojos en el camino. Danielle cruzó los brazos con suficiencia y miró a mi novio con una sonrisa, chocaron las manos y el rubio volvió a fijar su vista en mí.

-¿En dónde estábamos? -levantó las cejas repetitivas veces con una sonrisa seductora.

-N-No creo que deberíamos seguir -me voltee apenado y entrelacé mis dedos para desquitar los nervios.

Michael empezó a hacer chillidos de perrito triste los cuales me hicieron reír y me abrazó del cuello para darle muchos besos a mi mejilla.

-Ya llegamos -el taxista dijo, interrumpiéndonos de nuevo.

Salimos del taxi para sacar nuestras maletas, esta vez tuve que cargar mi maleta ya que Michael tenía que ayudar a Danielle con la suya. Tan pronto y entramos, Danielle fue corriendo hacia Joseph para abrazarlo, él también hizo lo mismo cuando la vio así que aquella acción se vio como una escena de película.

-Ya compré los boletos, en diez minutos vamos y guardamos las maletas -Joseph nos sonrió a todos y nos fuimos a sentar en las sillas para esperar.

Joseph y Danielle se tomaban de las manos y hablaban con mucho cariño. Michael y yo simplemente estábamos sentados. La verdad, lo del taxista me había dejado un poco serio, era la primera vez que veía a alguien reaccionar así cuando hacía ese tipo de cosas con Michael en publico, bueno, no es como si lo pusiéramos mucho en practica pues solo habían pasado unos días desde que le había dicho que podíamos hacer cosas de parejas en público.

-Allen, ¿puedo abrazarte? -Michael me preguntó desde su lugar, yo en respuesta me acerqué a él, tomé su brazo y lo pasé sobre mis hombros, él sonrió y besó mi cabello.

Varios minutos después ya estábamos sentados en el autobús, Michael y yo sentados juntos de un lado (él insistió en que quería el lado de la ventana) y Danielle y Joseph una fila atrás de nosotros sentados juntos. El viaje duraría tres horas así que me sentí libre de acomodarme en el hombro de mi novio y dormir un poco.

Supongo que aquí vamos...