Capitulo 30

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Michael PDV

-¿Cómo les fue allá? -preguntó la madre de Allen mientras lo abrazaba-. ¿Mi bebé se portó bien? -me dijo separándose de su hijo y sacudiendo el polvo de mis hombros.

-Se portó excelentemente bien... -le di a Allen una mirada insinuante, lo que hizo que se sonrojara y se diera la vuelta.

-¿Quieren comer aquí esta tarde? -Lisa nos sonrió a todos.

Obviamente aceptamos.

Entramos a la habitación de Allen, abrazados y dándonos pequeños besos en los labios con cada paso. Lo fui acostando en su cama, suavemente, hasta que lo tuve a mi merced. Con un brazo, abracé sus caderas, acercándolo a mí. Con otro, acariciaba su cara mientras nos besábamos.

Los labios de Allen sabían tan bien en ese momento. Tan dulces, tan suaves, tan perfectos...

-A-Alguien nos...puede...atrapar... -Allen comentó entre besos.

-¿Y crees que eso me importa? -sonreí y mordí suavemente su labio inferior.

Hice que cambiáramos de posición, me recosté mientras subía a Allen sobre mí, sentándolo en mi entrepierna, la cual ya estaba despierta.

-Ah...Michael... -Allen gimió al sentir mi bulto frotándose contra él.

Fui quitando su camiseta poco a poco, acariciando su pecho con las yemas de mis dedos. Acaricié su arrugada espalda y acaricié sus pezones.

Allen gimió de nuevo, presionando sus labios juntos con fuerza y con su cara estaba más roja que nada en el mundo, su voz estaba un poco ronca de la excitación y podía sentir con mi estómago que se estaba poniendo duro.

Quería quitarle los pantalones ya, quería verlo desnudo completamente para mí, sudando de la excitación por mi causa, gimiendo mi nombre una y otra vez. Puedo ya no ser súper fan del sexo, pero lo diría una y otra vez, Allen me hace recaer en mi adicción, una adicción a querer tener placer por Allen, sólo por él.

De alguna manera, de un momento a otro, ambos ya solo estábamos en boxers. Mi novio echaba su cabeza hacia atrás, lanzando suspiros mientras yo me apoderaba de su cuello. Quería llenarlo de mí, quería acercarlo a mí hasta que ambos nos fusionemos en uno.

Lentamente, bajé mi mano hasta meterla dentro de su boxer y tocar su entrepierna, gimió al instante. Comencé a masturbarlo, a mover mi mano ágilmente para escuchar mejor sus gemidos.

-¿Quieres que utilice mi boca, bebé? -le susurré en tono provocador sin dejar de mover mi mano.

Allen cerró los ojos con más fuerza y asintió mientras se mordía el labio, eso me provocó de una manera que...

-No te escuché, ¿puedes decirlo más fuerte?

Él puso su frente en mi hombro para asentir de nuevo para después ocultar un gemido en sus mejillas.

Estaba a punto de empujarlo sobre la cama cuando el sonido de la puerta abriéndose nos alarmó a ambos.

-Oye, Allen, ¿quieren galletas con chispas de chocolate o...

-¡Mamá! -Allen se separó de mí bruscamente y yo me cubrí ahí abajo con su almohada.

-¡Oh, Dios mío! -la señora gritó cuando nos vio a ambos semidesnudos sobre la cama de mi novio-. ¡Perdón! ¡Lo siento! -ella se cubrió los ojos con una mano, se quedó ahí parada.

-¡Mamá! ¡Por favor! ¡Sal de aquí! -Allen gritó muy apenado, se cubrió la cara con ambas manos, así como su madre.

Yo igual estaba bastante apenado, sentía mis mejillas arder y mi ropa estaba tendida a los pies de la señora así que no podía ir y vestirme. Claramente, en ese mismísimo momento, quería que la tierra me tragase.

Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*Where stories live. Discover now