Cuando Te Conocí... *Homosexual, Gay*

Extra 12

Cinco minutos son suficientes para soñar toda una vida. Así de relativo es el tiempo.

-Mario Benedetti.

Pv Emiliano

Estaba saliendo de la casa de Mario, él me acompañó hasta la camioneta para despedirnos.

Ese rato fue genial. La madre de Mario cocina delicioso, aquel humor que su familia tenía era tan tranquilizante y los niños eran muy felices. Me entristecía saber cuánto dolor podía esta familia fingir y esconder tras muchas sonrisas.

-Te veo algún otro día entonces -me dijo con un tono cansado.

Antes de entrar a la camioneta lo tomé del brazo y me tomé un rato para pensarlo y poder sacar las palabras de mi boca.

-¿Quieres ser mi novio? -le pregunté apenado.

-¿Qué? -Mario abrió sus ojos en sorpresa-. Espera...no, no puedo -pasó una de sus manos por su cara hasta llegar a su cabello, frustrado.

-¿Por qué? -siendo sincero, estaba esperando un sí emocionado y un gran beso de reconciliación.

-Es complicado, Emiliano -Mario se cruzó de brazos y desvió la mirada.

-¿Por qué? -sentía un bajón de tristeza, en verdad pensaba que todo ya estaba bien entre nosotros.

-Mira, solo cállate y lo pensaré -me interrumpió con brusquedad.

-Pero pensé que todo estaba bien ahora...

-Te dije que lo pensaré -me volvió a interrumpir, esta vez mirándome molesto y volviendo a su casa.

Había veces en las que no lograba entender nada de él.

++++

Pv Mario

Muchas cosas eran confusas. Emiliano, hogar, escuela, todo. Tenía que seguir con los chicos de siempre pero sinceramente sentía que iba perdiendo el liderazgo en el grupo y eso me alarmaba. 

Estábamos caminando por los pasillos, el idiota de Andrés estaba al frente, él sabía que estaba tomando el control. En el momento no le tomaba importancia, no haría un gran escándalo ya que desde mucho tiempo quería salir de ese grupo de idiotas. Aquel imbécil paró al grupo solo para quedársele mirando a Allen.

-Hey -Andrés llamó-, un nuevo amigo me dijo que ese fenómeno es joto también -sonrió con sarna e hizo un gesto para indicar que fueran por él, los otros dos idiotas le obedecieron.

Fui corriendo detrás de ellos para detenerlos, estaba cansado de ir detrás de ese pobre chico, quería que le dejaran en paz. Cuando llegué ya lo habían arrojado al suelo y él había empezado a empanicarse. Empezaron a gritarle cosas horribles, yo fui tras Andres y le empujé al suelo. Sabía que no había forma de razonar con él así que solo decidí patearlo en rostro. En cambio él solo me golpeó las rodillas haciéndome caer al suelo, me tomó la muñeca que estaba rota y la comenzó a torcer, haciéndome hundir en un intenso dolor.

Me soltó, dejándome en el suelo. Sentía que la mano se me iba a caer, el dolor era agudo y terrible, no podía moverme, solo concentrarme en esa agonía.

Me tomaron del brazo y me llevaron fuera del alboroto. Cuando pude darme cuenta de qué era lo que ocurría cuando vi a un moreno a mi lado llevándome del brazo como si fuera un niño. En un punto del colegio donde nadie rondaba él solo decidió empujarme contra la pared y observarme furioso.

-¿De nuevo contra él? ¿En serio? ¿No se supone que habías cambiado? -comenzó a interrogarme, furia en su mirada.

-Yo no quise ir a hacerle daño en primer lugar -discutí también, mirándole directamente y firme-. Andrés fue el imbécil que decidió ir a atacarlo, no yo -tomé mi muñeca para soportarla, notando que el dolor seguía ahí. Emiliano se quedó en silencio un momento y después de acercó a mí, tomando mi muñeca suavemente, temiendo lastimarme más.