Capítulo 23

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—Nada —arrugué la décima hoja de papel y la lancé lejos a alguna parte de la habitación.

Pasé otros diez minutos escribiendo en mi vieja máquina, y marcando una esquina de otra hoja de anotaciones sobre la mesa con un lápiz por los seguidos golpecitos que daba con éste.

—¡Nada! —saqué el nuevo papel de la máquina de escribir y lo tiré junto a los demás. Me dejé caer contra el respaldo del asiento con desidia—. ¡Esto es inútil! Para qué me empeño, no sirvo para escribir. Jamás voy a pasar de las tres páginas, esto es un martirio.

Hablaba para mí misma, pues no había nadie en casa. Me llevé la mano hasta el cuello y agarré con los dedos la cadena del colgante. Una sonrisa boba se dibujó en mi cara. Me levanté de la silla y fui hasta la cama, donde se encontraba mi diario. Le quité el capuchón a mi preciada pluma y empecé a redactar las últimas vivencias acontecidas.





7 / 02 / 74

Querido diario:

Para qué te voy a mentir. Este libro es un desastre. No es una buena historia. Los personajes no dicen nada. No hay misterio, no hay suspense, no hay drama... ¡No hay nada! Se acabó. Al final creo que voy a tirar la toalla y dejar de intentarlo. Siempre me ocurre lo mismo. Más me vale resignarme a trabajar en el ultramarinos del señor Davis toda mi vida, comerme los postres de Curtis hasta engordar cientos de kilos y morir abrazada a mi disco "Atom Heart Mother". No suena tan mal.

Llevo casi un mes quedando con Freddie prácticamente todos los días. He averiguado que el motivo de su enfado no fue el sombrero, sino que no me había visto en toda la noche y estaba molesto. Algo así dejó caer hace unos días, pero cuando le pregunté cambió de tema rápidamente. Es un tipo complicado. No suele decir lo que piensa, y si lo dice es de una manera demasiado indirecta. Y también he descubierto que es un poco celoso. Eso no me gusta mucho. De todas formas he usado el sombrero muy a menudo, y eso parece hacerle feliz. Tal vez tuvo un mal día en la fiesta de Navidad.

En ocasiones también hemos salido con los demás. A veces con la mitad de ellos, y el otras veces los dos solos. Siento que aún no soy totalmente parte de la pandilla, pero sin embargo todos me tratan muy bien. Aunque... Suzzanne está un poco rara últimamente. Puede que sólo sean imaginaciones mías. No soy lo suficientemente avispada. ¿A lo mejor también tiene un mal día cada vez que nos encontramos? Esa razón no me puede valer para todo, ¿verdad?

Ah, sí. El 15 de enero fue la Divina Comedia de Evelyne. La pobre se llevó un disgusto porque no asistió casi nadie a parte de nosotros. Fue un auténtico desastre. Por suerte le han dado un nuevo papel en Sueño de una noche de verano. Está muy emocionada. Va a interpretar a Titania, la reina de las hadas. ¡Se sabe las líneas desde que era una cría!





Sonó el timbre de la puerta, impidiéndome continuar. Y yo en pijama. Genial. Fui hacia la entrada y eché un ojo a través de la mirilla. Había un tipo con gorra azul. Abrí despacio.

—Hola —dijo el muchacho, de muy baja estatura, sobresaltándose.

Le saludé y miré lo que traía en las manos. Un enorme ramo de lilas. Dejé los ojos como platos.

—¿Es usted —el nervioso chico sacó un papel de su bolsillo y lo leyó— Amanda Baxter?

—Sí.

KEEP YOURSELF ALIVE #2: Let Me In Your Heart ♕حيث تعيش القصص. اكتشف الآن