Capítulo 33

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Para mi asombro, unos minutos después de Freddie aparecieron Brian y Mary. Habían visto a Roger salir corriendo por la calle y le habían seguido hasta mi apartamento, preocupados por él. Preparé té para todos y desayunamos juntos. Al parecer no sería una mañana tan tranquila como pensé.

Antes de que me diera cuenta, ya era mediodía y todos se habían marchado, excepto Freddie y yo. Evidentemente yo no me voy, es mi casa.

—Esta mañana está siendo bastante extravagante —reí y terminé de beber mi té.

—Esto es lo que pasa cuando te juntas demasiado con Queen, querida —dijo con heroicidad. Lily saltó a su regazo en el sofá y él la recibió con grititos de alegría.

—Me empecé a dar cuenta después del primer accidente en el concierto —solté una carcajada de bruja.

—No me lo recuerdes, ya se encarga Roger cada vez que quiere conseguir algo —negó con la cabeza entornando los ojos. Reímos los dos.

Me quedé pensativa por un momento. Había sido el fin de semana más intenso de toda mi vida. Todavía estaba asimilando lo del viernes, pero me quedaba el sábado y ahora el domingo. Volví a recordar el día anterior con cierta amargura.

—Amanda —Freddie me distrajo de repente—..., ¿en qué piensas?

—... En todo, supongo —me dejé caer en el asiento—. Han pasado muchas cosas en muy poco tiempo. Nunca creí que mi vida sería tan apasionada.

—Pero eso es bueno, ¿no? —preguntó apoyando un brazo en el respaldo del sofá.

—No lo sé... Todavía me siento mal por lo que pasó ayer, y...

—Hablaré con Suzzanne —me cortó de repente. Le miré expectante—. No tienes que preocuparte. Ella es la persona más fuerte que conozco.

Suspiré. Yo no la conocía tanto como él, pero me lo creía.

—Yo... también quiero hablar con ella —dije recordando mis pensamientos de la mañana. Llevé la vista a la gatita en el regazo de Freddie.

—Si tienes pensado disculparte, no...

—Tuve culpa por no darme cuenta —interrumpí en voz baja, más reflexiva que informativa.

—¿Por no darte cuenta? —frunció el ceño y torció el gesto en incomprensión.

—Así es —me pasé la mano por el flequillo, recolocándolo entre mis dedos.

—Diablos, Amanda. Te exiges mucho, ¿no crees? —negó con la cabeza y acarició a Lily.

—Hay algo que también me preocupa —dije cambiando de tema de repente, ahora jugueteando con un hilo de mi camiseta.

—¿Si? —ladeó la cabeza.

—Es respecto a Evelyne y Roger...

—Aunque pueda parecer que Roger es un descarado, creo que estarán bien. Parece que le gusta Evelyne de verdad.

—Espero que sí... Aunque sea ella la que cuida de mí la mayor parte del tiempo, en este tipo de cosas... Y además también está mi hermano. Han pasado mucho tiempo juntos, y ahora separarse de repente... —pensé desordenadamente con angustia.

—¿Ves a lo que me refiero? —soltó con cierta conmoción intentando reír. Le miré confundida—. Cuidas de todo el mundo a tu alrededor. ¿Es que nunca piensas en ti?

Permanecí estática por unos momentos, dándole vueltas a sus palabras.

—Cuando compro dulces y los escondo en mi dormitorio para no compartirlos... —dije de forma dudosa, mirando a otra parte. Estalló en una carcajada que hizo apartarse a la gatita.

KEEP YOURSELF ALIVE #2: Let Me In Your Heart ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora