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El campo del instituto es el lugar más visitado a la hora de descanso, tanto como populares y no populares vienen a pasar el tiempo aquí... hasta yo.

Ciertamente el lugar es muy tranquilo, cada círculo social se mantiene en un lugar diferente. Los populares se mantienen en una esquina cerca de la gran fuente de un arcángel de mármol, luego están los del medio, esos se mantienen al otro extremo, los no populares por supuesto que desean sobrevivir y se encuentran en una mesa apartada de todos. Y por último se encuentran los que no pertenecen a nada, los que no siguen un margen cliché; yo estoy ahí, justo al frente de los populares, en una mesa redonda.

—Me han contado que Hemmings se ha sentado contigo en matemáticas —escucho detrás de mí y sonrío forzadamente mientras me doy la vuelta.

—No había más lugares —le explico a mi amiga, y eso es cierto. Ella pone los ojos en blancos, pero me muestra una gran sonrisa.

—Excusas banales —dice Tobías, un chico castaño y de ojos marrones, que está a la par de mi amiga, él es muy agradable, al igual que los otro que mantienen una conversación ajena a lo nuestro, le hago mala cara, lo que hace que sonría y vuelva a girarse con los demás, que hablan sobre la clase de filosofía y cuánto odian al maestro.

—Es un jodido idiota —suelta de repente mi amiga, a lo que rio, Bridget siempre le ha tenido odio a los populares, sobre todo a Luke Hemmings.

La cuestión fue que hace un tiempo el susodicho comenzó a ligar con mi amiga y al final logró su objetivo; llevársela a la cama, y a como las demás terminó con el corazón roto... y Bridget por eso le detesta, porque jugó con ella.

—Lo sé, Brid —le miro divertida y estoy a punto de alborotarle el cabello cuando me detiene, agarra mi muñeca y susurra algo que no puedo llegar a comprender. Algo en su mirada ha cambiado y el motivo me confunde.

—Oye, tú —escucho una voz ronca atrás de mí, inmediatamente me entero del porqué de la actitud de Bridget. Es Luke, está aquí. ¿Qué hace aquí? Le doy una mirada anonadada a mi amiga y a los demás que ciertamente han detenido su charla para verme a mí... o a él.

Con algo de temor y confusión me suelto del agarre de mi amiga y decido darle la cara al otro.

Luke parece tranquilo, siempre es así; despreocupado y con esa actitud de que en verdad no le interesa nada. Evalúo su rostro, pero no demuestra ninguna intención maligna, él tiene ambas manos metidas en los bolsillos delanteros de su pantalón negro, todo su atuendo es del mismo color.

Me quedo en silencio en la espera de que diga algo, él se percata de ello y abre su boca, pero al instante la cierra. Miro sobre su hombro, directo donde sus amigos están, todos ellos miran hacia aquí. ¿Lo mandaron ellos?

—Tengo algo que te pertenece —suelta de la nada, le miro con el ceño fruncido y él emboza una gran sonrisa—. Me refiero a que has salido muy rápido del salón y no me ha dado tiempo de entregarte tu lapicero -aun le miro extrañada cuando él rebusca en su bolsillo y saca mi lapicero azul-, Gracias por el préstamo —me lo tiende, dudo por un momento, pero lo tomo—. Adiós —dice, entonces se gira y se dirige hacia donde sus amistades.

Yo hago lo mismo, Bridget me mira con confusión, al igual que Tobías, me encojo de hombros y tomo asiento al lado de ellos.

—Eso fue raro —le digo a la pelinegra, esta asiente estando de acuerdo conmigo y ambas nos limitamos a escuchar de lo que hablan lo demás.

En cierto modo todo esto me dejó confundida, no debo de hacer ningún contacto con Hemmings, es por mi bien, lo sé, pero hay algo que me dice que esto será inevitable, que terminaré hecha un desastre.

A lo lejos miro al rubio reír con su mejor amigo, un chico que suele teñirse el cabello a menudo, de ojos verdes y tez blanca, se podría decir que él es la copia de Luke, ambos son iguales. Michael, ese es su nombre. Por desgracia este me atrapa viéndole, le dice algo a su amigo y este voltea para verme también, me digo que debo apartar la vista, pero ya es tarde; Luke Hemmings me ha saludado con su mano en lo alto y una gran sonrisa y eso hace que algunas me miren con curiosidad. Rayos.

Inmediatamente me giro y me obligo a entrar a la conversación que ya está teniendo Bridget con Tobías respecto al ensayo de Literatura. Eso es mejor que estar entre las miradas de los "populares".