sesenta y siete ✨ (Final)

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Camino a paso lento al interior de la cocina, dejo mi mochila sobre el taburete, paso hacia el refrigerador y saco la caja de sumo de naranja, por suerte, Ashton no se lo bebió todo. Es como si me pesara tomar un vaso de vidrio de los gabinetes, porque por primera vez no me importa beber directo de la boca de la caja. A decir verdad, creo que ya nada me importa, ni siquiera respirar. Oh Dios, qué deprimida acabo de sonar, espera, lo estoy.

Meto la envase de juego de nuevo al refrigerador y luego decido sentarme sobre los bancos del taburete, me quedo así, quita, viendo hacia el frente por lo que parecen largos minutos y podría seguir de esa manera, pero el sonido de alguna notificación de mi teléfono me hace bajar la mirada hacia dónde está. Maldigo al leer el nombre de Tobías varias veces en lo que parece ser un mensaje en todas las aplicaciones que tengo. El texto es el mismo en todas. "¿Estás viva?"

Y entonces lo pienso. ¿Realmente lo estoy? No lo sé, es muy difícil de contestarme a mí misma y ahora Tobías quiere que le responda algo que claramente no está en mis manos. No sé cómo me siento el día hoy, quizás igual que ayer o peor, quién sabe. No sabría decir con exactitud cómo es que logro sobrevivir a lo que ha pasado y a lo que pasa.

El teléfono vuelve a timbrar y estoy a punto de estrellarlo contra la pared, pero no lo hago cuando veo que se trata de una etiqueta en Facebook. El nombre de cuyo chico no conozco me ha etiquetado en alguna foto y para ser honesto, ya estoy harta de esta situación, ayer estuve a poco de cancelar mi cuenta porque no soportaba que gente popular me etiquetara en sus fotos de la estúpida fiesta del viernes, ni siquiera sé cómo es que salgo en ella, las mayorías estamos en la pista de baile, y por un demonio que duele verlas porque en el 90 % de ellas, el imbécil sale a mi lado, de tan sólo pensar en él se me hace un nudo en la garganta.

De tan sólo pensar que mi alfombra se estropeó por culpa del pegamento me hace sentir mal, fatal, acabada y todos los sinónimos que describan cuando una persona está como la mierda. Y sí, mi agonía no tiene nada que ver con la alfombra.

Ignoro la notificación y bloqueo el celular. Mi mirada va hacia el reloj que está en la pared de la cocina y algo dentro de mí se achica al saber que se me está haciendo tarde para ir a la escuela. No quiero ir y enfrentarme con todo, probablemente cada estudiante del maldito colegio sepa lo que me hicieron, no estoy lista para que se rían de mí a mis espaldas. Tengo que ser sincera que este fin de semana fue el peor que alguna vez pude tener en toda mi vida. No estuve sola la mayoría del tiempo porque Ashton estuvo ahí, tratando de animarme con comida chatarra y películas, creo que jamás volveré a desconfiar de él. Lo aprendí a las malas.

Ayer, Tobías y Bridget no pararon de llamarme, pero no contesté y sigo sin hacerlo, quiero suponer que ellos aún no lo saben, no deseo que lo sepan, aunque en algún momento lo harán, y eso no lo puedo evitar. Digo, ayer mamá me interrogó durante todo el día sobre que por qué estaba triste y recaída, no supo cómo contestarle sin romperle el corazón a ella también. Para mi suerte, Ashton estaba cerca y le dijo que Luke y yo habíamos roto. Al parecer le sorprendió esa noticia, pero decidió no seguir haciéndome preguntas, eso me alivia por el momento.

Estoy pensando seriamente en faltar el día de hoy, y creo que lo haré, de todos modos, ya es demasiado tarde.

Nota rápida: el tiempo pasa volando cuando se está distraída.

—💔💔💔—

Martes por la mañana y sigo igual que ayer. Mi celular está igual o más lleno de modificaciones. No sabría explicar cómo es que me siento. Es raro, estoy rara y eso me impide levantarme de la cama para ir a bañarme. Lo sé, no es una gran excusa, pero la suficiente para dormir diez minutos más.

glue | lrhWhere stories live. Discover now