cincuenta y dos ✨

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A la hora de matemáticas, cuando entro al salón lo primero que busco con la mirada es a un chico rubio y de ojos azules, pero no me encuentro con eso, realmente él no está en nuestra habitual mesa, quiero creer que no ha llegado y que no tarda en hacerlo, pero esta idea se esfuma cuando el timbre suena, dando a entender que las clases están a punto de dar su inicio. Me obligo a ir a mi silla, me siento y coloco mi mochila sobre la mesa, es tonto decir que me siento algo mal por su ausencia, pero es cierto. El profesor Charles entra al salón diciendo buenos días, algunos le responden, en otra ocasión lo hubiese hecho, pero el hecho de que el asiento a mi lado esté vacío me hace estar desconectada.

Me pregunto si Michael le contó sobre nuestro encuentro en la cafetería en el centro comercial el día de ayer, y si fue así, ¿Qué habrá dicho? Son cientos de preguntas que rondan por mi mente, he estado pensando en lo que le podría decir, pero no hallo la manera correcta de explicarle que quiero regresar todo a la normalidad, que ya pensé todo con más calma, que Bridget debería de superar lo suyo y que jamás me volveré a dejar llevar por impulsos.

Pero la verdad es que, me siento como una completa estúpida, bueno, no tan así, pero sí. Argh.

— ¿Puedo entrar? —alzo la mirada tan rápido que siento que me mareo, ahí está él, lleva su mochila roja sobre un hombro, su cabello es un desastre, su expresión da qué desear, esas ojeras son muy notorias. Luce mal y me rehúso a creer que tengo algo que ver.

—Pase, en la próxima tendrá que traer permiso —le dice el maestro viéndole detenidamente, a como los demás, incluyéndome. Luke asiente y sin ni siquiera dirigir la mirada hacia atrás, se sienta en el primer lugar vacío que halla en la primera fila.

Me ha ignorado por completo y no soy la única que se percata de ello, los demás también lo hacen, algunas chicas me voltean a ver de reojo, sorprendidas con la situación, listas para empezar a cotillear.

Durante toda la clase, en lo único en lo que me puedo enfocar es en él, escribe en su cuaderno lo que el maestro va poniendo en la pizarra, a veces se pasa la mano por el cabello hasta dejarla en su nuca, se frustra al querer entenderle al nuevo tema, y yo debería de hacer lo mismo, pero no me importa poner atención a las explicaciones del profesor.

Estoy preocupada.


—💔💔💔—

Su nombre está a punto de salir de mi boca, pero ya es tarde, Luke ha salido del salón a toda prisa, como una combinación de Rayo McQueen y Meteoro. Suelto un suspiro y me desplomo en mi asiento, miro mis cosas que están regadas sobre la mesa y de mala manera las meto dentro de mi mochila para luego irme del salón y buscar el otro. Me corresponde filosofía y no tengo ánimos de estudiar a gente que ya está muerta y debatir sobre quién tenía razón acerca de la vida.

Todo pasa tan aburrido mientras observo a Tobías riendo con otro compañero. Esta clase y economía son las únicas que me tocan con el castaño, la mayoría de las veces nos sentamos juntos, otras veces hacemos que no nos conocemos, lo cual es chistoso porque siempre nos quedamos viendo de reojo. Estoy hasta el fondo del salón, trato de entender lo que dice el maestro, pero mi mirada se desvía a un póster que está al lado de la pizarra, de Friedrich Nietzsche que pinta una de sus frases más relevantes; "Dios está muerto". La verdad es que la filosofía me confunde.

—Tobías te manda —la chica que está sentada a mi lado me ofrece un trozo de papel, lo tomo y miro al castaño, que ya tiene su mirada puesta en mí, sin importarle que el profesor le regañe.

"Luces horrible, ¿Qué ha sucedido?"

Pongo los ojos en blanco por el gran halago de mi amigo, pero sin refutar le escribo una respuesta.

"Luke Hemmings, eso ha sucedido"


—💔💔💔—


—Michael lleva gritándole a Luke desde que ambos se sentaron, ni siquiera han tocado su merienda —me informa Tobías cuando llego donde él después de haber ido a comprar una soda. Me siento a su lado y de manera disimulada dirijo mi mirada a la mesa donde suelen sentarse Luke y sus amigos. Y en efecto; Michael parece discutir con él, pero sin llamar tanto a atención del resto.

— ¿Bridget no vino? —le pregunto, ya que estoy enterada que él y ella tienen Literatura juntos a primera hora. Tobías niega mientras me arrebata mi lata de coca cola para abrirla por mí y de paso darle un sorbo, ni si quiera le reclamo porque vuelvo a ver a Luke.

—Su mamá mandó una carta diciendo que faltaría una semana completa, ¿No te dijo nada? —me enfoco en Tobías, sorprendida por lo que acaba de decir.

—Ni siquiera responde mis mensajes.

—Lo que hacen los celos, ¿No?

— ¡Tobías! —le regaño, y pone su cara de inocencia. Pongo los ojos en blanco y de nuevo me veo viendo en dirección de Luke y Michael, ya no están discutiendo como en el principio, pero el semblante del pálido es de enojo mientras habla. ¿Qué habrá hecho Luke para que su mejor amigo esté furioso?

—Deja de verlos  —me dice el castaño devolviéndome mi gaseosa.

—Bueno, ya.

—Oye, ¿Nos hacemos para el ensayo de filosofía? —me pregunta, me alzo de hombros, seguido me inclino, apoyando un codo sobre mi pierna para poder sostener mi barbilla con mi puño, giro mi cabeza para verle mejor, haciendo que mi cabello caía hacia un lado, tapando cualquier vista periférica.

—Sí, pero esta vez no voy a hacer todo, es tu turno.

—Bueno, pues prepárate para sacar una calificación baja.

— ¿Acaso eso es chantaje, Tobías? —frunzo el ceño, él se encoge de hombros mientras me da una de esas sonrisas falsas—. En la próxima haré las cosas solas.

—Me dueles, Darling, ¿Qué hay de esa vez en la que te apunté en mi trabajo de economía? —dice con tono de indignación pura, suelto una risa lenta y perezosa y le veo a los ojos, pero Tobías parece concentrado en algo más.

—Vienes reclamándome eso desde hace tiempo, Jefferson —me quejo, y espero que me diga que no le llame por su apellido, pero no lo hace y eso me confunde, así que decido reincorporarme y mirar donde Tobías tiene sus ojos puestos.

Mi soda casi se resbala de mi mano y la razón es que Luke está casi enfrente de nosotros.

—Darling, ¿Podemos hablar?

Tobías y yo nos vemos a los ojos, trato de respirar hondo cuando coloco mi mirada en el rubio y asiento, lista para levantarme e ir con él.


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Es corto, lo . Prometo subir más la próxima semana. Voten, comenten sobre la historia, lo que piensan de ella, no lo 💙🌌

glue | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora