diez ✨

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Cada vez que paso por el pasillo principal de la escuela, puedo sentir muchos pares de ojos en mí, aquello siempre sucede, pues algunos individuos quieren encontrar hasta el más mínimo error en ti... y eso era lo que está pasando en estos instantes, pero algo ha cambiado, ya no son solamente miradas, sino que también murmureos.

Bridget va caminando a mi lado, pero el hecho de que le venga presentando más atención a su teléfono móvil hace que me sienta sola en esto. Me apego el libro de biología más a mi pecho, me siento insegura en el trayecto. Y todo esto me confunde tanto.

—Es ella, la chica la cual Luke defendió.

Giro mi cabeza a mi lado derecho para ver quien dijo aquello, unas chicas me quedan viendo de pies a cabeza, vuelvo mi mirada al frente, me percato de que Bridget no haya escuchado nada, y me alegra saber que sigue texteando en su celular.

—Querida, tengo que irme con Erick, ya sabes, mi nuevo compañero en química. — me sonríe, y trato de devolverle la sonrisa, le musito un adiós, observo cómo camina a paso seguro hasta dar la vuelta hacia el otro pasillo y procuro seguir mi camino hasta mi sección. Pienso que todo ha terminado, pero este pensamiento se esfuma cuando llego al final del pasillo.

Luke está recostado levemente a las afueras del salón de matemáticas, su mochila roja cuelga en uno de sus hombros y parece que vigila todo lo que está en su perímetro.

Me acerco a su dirección, pues no tengo otro remedio. Me toca matemáticas y tengo que pasar a su lado.

Luke me ve acercándome, recobra su postura y me sonríe hasta que por fin estoy frente a él.

—Hola Darling...

Le callo.

— ¿De qué va eso de que me defendiste?

Mi pregunta le toma por sorpresa, se lleva una de sus manos al pecho, haciéndose el extrañado, sacudo mi cabeza en modo de irritación, él lo percata y suelta un suspiro de rendimiento.

—Vaya que los chismes vuelan rápido. — se queja seguido de hacer una mueca de fastidio, enfoca su mirada en mí y reprime una sonrisa, haciendo una fina línea con sus labios. — Vamos.

El acto rápido que hace al agarrar mi mano me sorprende tanto, bajo la mirada a la conexión que establecemos, su tacto se siente raro, diferente, casi como algo prohibido.

Luke me jala consigo al salón de matemáticas, camina deprisa, y al estar dentro no puedo pasar en alto el hecho que los presentes nos ven, las chicas perecen intrigadas y sé que miran a nuestras manos unidas.

Me siento en una de las mesas de al fondo con Luke, este posa su mochila enfrente de él, coloca sus manos sobre esta, entonces parece buscar algo qué decir, pues me mira a los ojos, lo que parece ser una eternidad.

— ¿Dónde escuchaste eso? — me pregunta, apoya su quijada en su mano y su mirada penetrante hace que me encoja a su lado.

—Iba caminando por los pasillos...

— ¿Y escuchaste que yo te he defendido? — me interrumpe, meneo la cabeza hacia adelante y atrás, asintiendo levemente, por un momento pienso que va a reír y negará todo, pero su pequeña sonrisa cómplice y el guiño que me hace, solamente me dice que lo que escuché es cierto.

¿Pero de qué va esto?

—Estoy confundida, ¿Defender? ¿De qué? — pregunto, Luke hace una mueca de desdén seguido de entrelazar sus manos sobre su mochila en la mesa, todo como un abogado apunto de alegar.

—Bueno, ¿Por dónde puedo comenzar? — se interroga de manera distraída.

—Por el principio, quizás. — le digo causando una sonrisa de su parte.

—Darling. — se sentencia. — Como sea, era un precioso día, estaba hablando animadamente con Michael Clifford, un chico extremadamente divertido y que considero mi mejor amigo, él suele teñirse el cabello, es un buen tipo, ambos reíamos y bebíamos alguna bebida energética...

—Luke, se más directo, no quiero todo detallado. — le corto, él me mira con una expresión fúnebre y hace un mohín de molestia.

—Trato de narrarlo todo a como una historia, ya sabes, de esas que son para adolescentes. — ríe y no puedo evitar negar y poner los ojos en blanco. — No seas grosera, Darling.

—Okay, pero ve al punto.

—Entonces, a como decía antes de que me interrumpieras para ser mala, estaba con Michael ayer en la salida de clases, entonces pasaron una chicas no tan agradables, ambas venían hablando, pero la mención de tu nombre me llamó la atención y lo que escuché después no me gustó y bueno, te defendí, fin de mi historia. — al terminar de escuchar, me siento anonadada, pero ni en mis sueños más locos esto podría pasar.

—Supongo que... ¿Gracias?

Le miro extrañada, confundida y se podría decir que tímida y cohibida con la situación.

—Sí, sí, lo sé, soy un gran chico, no tienes que decirlo. — alardea, llevándose ambas manos a su rostro para posar como querubín lo que hace que ría levemente.

Tal vez Luke Hemmings no sea tan malo después de todo.

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glue | lrhWhere stories live. Discover now