treinta y tres ✨

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Tobías camina a pasos cortos y perezosos por todo el reducido espacio que posee mi habitación por culpa de mis pertenencias, su semblante es de seriedad, luce como si algo grave pasara por su mente, me causa curiosidad lo que le pone así, por lo tanto me incorporo de mi cama, sentándome en el borde de esta, me cruzo de brazos, dejo mi cabello largo caer por mis hombros y no me molesto en ordenarlo y llevarlo hacia atrás.

—Así que, esta es la cosa. — habla con tono decidido, haciendo que le preste toda mi atención. Desde que llegó a mi vivienda para hacer una tarea de fisiología, él se ha estado portando extraño. ¿Dónde está mi Toby el drástico? — No te burles, Sophia. — me advierte, posando sus orbes cafés en mí. Ha parado de caminar y ahora está justo adelante mío, con una expresión severa.

Estoy tan confundida.

—Ajá. — le aliento.

—Me gusta alguien. — confiesa rápidamente y con los ojos cerrados.

Me rio. Me rio tanto que me llega a doler el abdomen, la respiración me hace falta por lo que me sostengo de los bordes de la cama. Tobías me ve de mala manera, como si estuviera a punto de arrojarme desechos tóxicos para que muera.

—No da risa. — espeta con los brazos cruzados.

—Lo siento. — me disculpo, trato de no soltar otra carcajada porque sé que Tobías va en serio. Él parece perdido por un instante antes de mirarme a los ojos, nos quedamos en silencio, así que decido hablar, más bien interrogarle al respecto. — ¿Qué hay de malo en ello?

—No sé, ese es el problema. — contesta en todo monótono. — Me asusta sentirme así... ¡Ay, no! Eso se escuchó tan marica. — se queja seguido de hacer un mohín de exasperación. Bueno, no mentiré que no es gracioso ver a Tobías de esta manera, digo, esto no se ve todos los días.

— ¿Quién es ella? — me limito a preguntar. En su rostro aparece una sonrisa bobalicona inconscientemente, me llego a preguntar si así me veré cuando estoy con Luke. Oh, no.

—Es una paciente de mi papá, hace semanas llegó al consultorio a que le hicieran un chequeo por las muelas del juicio, ni siquiera recuerdo por qué estaba en la clínica, creo que mi mamá me mandó, pero el punto es que la vi y me quedé fascinado, no dudé en pedirle su número, desde entonces hemos estado hablando todos los días.

Bueno, el padre de Tobías es especialista en ortodoncia, si antes he alardeado de la dentadura de mi amigo es gracias a ello. La historia que me contó me parece de lo más lindo, y sí, la palabra lindo es sosa, pero es así como me la contó él; con una expresión boba y sosa.

—Nunca pensé que iba a llegar a presenciar esto. — intento bromear, a lo que él suelta una risa torpe para luego encogerse de hombros. — Es la chica con la que estabas mandándote mensajes en el descanso, ¿cierto? — asiente con la cabeza y de nuevo sonríe. — ¿Cuál era su nombre?

—Itzamar.

Solamente espero que yo no me vea de esa manera cuando hablo de Luke, porque si no fuese muy bochornoso. Los ojos brillantes, la sonrisa idiota que da a entender que podrías recibir una sacudida muy fuerte, pero jamás borrar esa expresión y la manera de hablar, como si contaras tu mejor secreto. Tobías está enamorado... al igual que yo.

—Así que así se siente que te gusta alguien, Darling. — afirma, se acerca a mí y me coloca una de sus manos sobre mi hombro. — Ahora puedo comprender tu comportamiento tan zopenco que tienes con Hemmings, ya sabes, solamente me faltaría babear.

— ¡Yo no babeo! — me defiendo, ahora indignada.

—Oh, créeme que lo haces.

—Oh, cállate, Romeo.

Tobías ríe y yo pongo los ojos en blanco. Al parecer el hecho de que esté enganchado con alguien no hace que pare de molestarme. Qué desgracia.

—💔💔💔—

Se me hace chistoso que, cuando suena mi celular me tiro hacia él para agarrarlo antes de que siga sonando, sé quién es, por supuesto que sí.

¡Querida! — escucho la voz de Luke al otro lado, le oigo animado y eso me pone de la misma manera. — ¿Cómo estás?

—Supongo que bien. — dejo soltar un largo suspiro dramático, causando la risa perezosa y lenta de Luke, esa risa que me hace querer grabarla y ponerla para dormir, sí, eso sonó raro en mi mente, pero no me importa. Ya nada importa.

¿Supones?

—Uhm, bueno hace como una hora se acaba de ir Tobías, estábamos haciendo una tediosa tarea de fisiología, casi me pego un tiro en la sien.

Tonterías, Darling, eres inteligente. — sonrío por su alago.

— ¿Y tú qué cuentas? — espero por su respuesta mientras me acomodo en mi cama, arrastrando una almohada debajo de mi cabeza y mirando al techo.

Nada bueno, Jack llegó de visita y lo único que hizo fue preguntarme por ti, lo chistoso de todo eso, es que era mi madre quien le respondía. — puedo percibir la sonrisa en su rostro por cómo me dice aquello, yo también estoy sonriendo, me hace sentir extraña el hecho de que hablen de mí en su casa, pero no dejo que me agobie demasiado, eso le lastimaría a él. — Te aman, Darling.

—Es bueno saberlo, Luke, a mi madre le agradas también. — comento y se me es imposible que no se me venga a la mente la pelea con mi hermano y que mi madre lo sabe todo, me reprendo porque no le he comentado nada al rubio, y hacerlo por teléfono se me hace un error, por más extraño que suene.

¿Qué pasa? — pregunta luego de unos segundos de silencio.

—Mi madre sabe que te llamas Luke, Ashton se lo dijo. — hay silencio después de que digo eso, ni siquiera puedo escuchar su respiración al otro lado, es fácil sacar conclusiones con lo que le he dicho, por lo que no le explico más de lo necesario. — ¿Luke?

Sí, sí, lo siento, es que... ¿Tu madre lo sabe todo?

—Sí, al igual que Ashton, me odia, Luke, no soporto estar peleada con mi hermano, hace como si no existiera cuando estamos en la misma habitación, es horrible. — me quejo, sintiendo mi garganta doler, Luke suelta un suspiro cansado, sé que le agobia toda esta situación.

¿Qué dijo tu madre?

—Le conté toda la verdad, desde cómo nos conocimos, hasta el odio que te tiene Ashton, pero ella comprendió, le sigues agradando. — contesto, de repente sintiéndome ansiosa por no poder verle a los ojos al rubio.

Luke suelta una risa entrecortada, totalmente carente de humor, me hace fruncir el ceño, pero no digo nada, pues es él quien habla, y cuando lo hace, me deja confundida, demasiado.

Querida, Ashton no me odia, él me tiene miedo.

— ¿Disculpa?

Yo también tendría miedo, demasiado miedo si un chico que es conocido por sus conquistas y por romper corazones coqueteara con mi hermana.

No logro adivinar qué expresión o humor lo acompaña cuando suelta aquello, puesto que su tono de voz es descomunalmente serio, pastoso y lento.

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subo otro cap porque no sé cuándo vaya a subir otra vez, besos, ya saben, si les gusta por fis voten y comente. -Kat. 

pd: Itzamar, te shippearía con tobías si él existiera. sad. <3 <3 <3

glue | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora