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once ✨

— ¿Darling Irwin? — escucho preguntar a mis espaldas, estoy tratando de meter mi libro de física en mi casillero, dejo de hacer eso y me giro para ver a la persona que ha mencionado mi nombre.

Mi ceño se frunce al ver a Michael Clifford al frente de mí. Este acomoda su mochila negra en su hombro y me sonríe levemente. Intento salir de mi confusión y me dirijo hacia él.

— ¿Sí?

—Esto es extraño, pero Luke me ha pedido darte algo. — explica, mira sobre mi hombro, a mi casillero y hace una mueca extraña para luego sacar algo del bolsillo de su pantalón.

Pienso en las ausencias de Luke, y decido preguntarle el porqué de estas.

— ¿Qué sucede con Luke? — mi pregunta hace que pose sus ojos verdes en mí y sonría. Baja la mirada a sus manos, hago lo mismo y noto que lleva un ticket.

—Está enfermo. — contesta y asiento al comprender que haya faltado tres días seguidos. — Bueno, ten.

— ¿Para qué es?

—Seré directo, tal vez Luke me mate, pero... — deja soltar una risa, su expresión permanece confundida al igual que la mía, al parecer esto le extraña tanto a como a mí. — Luke es un marica, le gustas.

¡¿Qué?!

— ¿Disculpa? — pregunto totalmente aturdida, mis mejillas se tornan rojas de la vergüenza. Michael alza las cejas y se encoje de hombros.

—No lo sé, solamente no le digas que te dije. — me susurra como si fuera algo ultra secreto y me guiña un ojo de manera divertida. — esto es una ticket para el auto cinema, Luke pasará por ti para ir allá, tal vez te llame explicándolo. — me dice de manera rápida, me percato de la entrada que tengo en mis manos, pero esto no hace que olvide la confesión de Clifford. Esto tenía que ser un sueño, o quizás una pesadilla.

—Entonces, gracias... — trato de aligerar el ambiente, todo se ha vuelto tenso y sé que Michael lo nota, pues muestra una sonrisa forzada.

—En serio, Darling Irwin, no le digas que te dije. — me sentencia y la mención de mi nombre por su parte hace que me estremezca. Le miro a los ojos y asiento inmediato. — Jamás pensé que Luke fuera a caer por una chica, digo, sabes cómo es él, pensé que solamente eras el nuevo juguete, pero... — él se detiene, reprime una sonrisa seguido de cruzarse de brazos, por un momento pude ver duda en su mirada, pero tal vez es mi imaginación. — ¿Él te gusta?

Abro la boca para responder un rotundo no, pero algo hace que la vuelva a cerrar y mirar a otro lado que no sean esos ojos verdes que tanto me poden nerviosa.

—No, no me gusta. — contesto al fin.

Michael asiente, no tan seguro, se aparta de mí y comienza a caminar de reversa, haciéndome sentir incomoda el hecho de que me sigue mirando a los ojos.

—No te enamores... digo, Luke es un idiota. — me dice de la nada, aparta la mirada para girarse por completo y caminar por el pasillo. Él me deja confundida, aturdida y extrañamente preocupada, algo me dice que debo analizar sus últimas palabras, pero... ¡Argh! No puedo siquiera pensar.

***

Luke Hemmings no se ha dignado en llamarme para explicarme sobre la supuesta salida al auto cinema, estoy empezando a pensar que tal vez fue una jugada de Michael. Da igual. No importa, no es como si hubiese estado esperando su llamada toda la tarde.

Es viernes, las clases están a punto de dar su comienzo, me dirijo al campo para encontrarme con Bridget y los demás, pero cuando ya estoy en la entrada de este, no puedo creer lo que estoy viendo.

Luke y Michael parecen discutir, ambos están a distancia del círculo de populares, el teñido parece reclamarle algo, luce asqueado. Por otro lado, Luke luce fastidiado. Trato de salir de mi asombro y camino hasta mi círculo de amigos, quienes al parecer también presencian la discusión de los mejores amigos.

—El idiota y el idiota 2 llevan hablando de ese modo por un rato. — me informa Bridget fijando su mirada en mí, me encojo de hombros y miro a aquella dirección por última vez, pero mi mirada atrapa la de Michael, este le palmea el hombro al rubio, haciendo que él voltee a verme también, a lo lejos puedo ver cómo su semblante cambia inmediato y eso me confunde.

Luke se gira para ver a Michael y el gesto que le hace es de silencio, llevándose su dedo índice a la boca, el chico pálido asiente rendido y como si fuera una mascota regañada, regresa al círculo con los demás.

— ¿Le has visto los ojos a Michael Clifford? — le pregunto a Bridget de manera distraída, me gano una mirada extraña de su parte y me encojo de hombros. —Son lindos.

—Lo sé. — dice y parece confundida.

Estoy a punto de sentarme en una banca de mármol, pero Bridget me pellizca la espalda baja, haciendo que me aleje y me gire para encararla.

—Eso dolió. — me quejó.

—Solamente me quería percatar de que eres mi Darling, estás muy rara. — explica, se cruza de piernas y me siento mal, pues ella tiene razón. — Darling, algo va mal y no me quieres decir.

Hago un mohín y gimo por la frustración.

—Eres mi mejor amiga, y me preocupas... — comienza a decir, pero algo hace que se calle por completo, su mirada vieja sobre mi hombro, haciendo un gesto de desagrado.

—Darling.

Entonces entiendo.

Luke Hemmings está atrás mío. Y lo compruebo cuando me doy la vuelta y le veo con una sonrisa en su rostro.

—Hola. — saludo. Escucho toser a Bridget a mis espaldas, pero no le presto atención.

—Bueno, me preguntaba si Michael te hizo llegar mi encargo. — Luke me mira a los ojos y puedo sentir tranquilidad en ese azul celeste. Pienso en un piropo que diría mi hermano y suelto una pequeña risa, causando un ceño fruncido del rubio.

—Sí, tu amigo me dio la ticket, por cierto, Luke estoy algo...

— ¿Te dijo algo más? — me interrumpe, luce impaciente y creo saber por qué.

¿En serio le gusto a Hemmings?

—No, solamente me la dio y dijo que me llamarías para explicarme, pero no lo hiciste. — le reclamo y es en ese instante en el que Bridget deja escapar un gemido reprimido que me doy cuenta de mi error, o de mis errores.

Uno: estoy hablando en público con Luke.

Dos: Bridget está escuchando todo.

Y tres: le acabo de reclamar a Luke.

—Para eso vine. — el chico rubio me saca de mi pensamientos, me muestra una sonrisa de lado y vuelve a parecer relajado. — Pasaré por ti. 6 PM.

Me sonríe por una última vez, se gira y regresa con sus amigos.

¿Pero qué demonios?

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