Capítulo 21

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Observó la gran hamburguesa que Justin le había pedido. No tenía hambre realmente, ella había estado comiendo las palomitas de maíz mientras veía la mitad de la película hasta que después Justin se enojó y los echaron. Estaba llena. Levantó la vista para encontrarse con él, devorando su hamburguesa extra grande y sus papas. Daba grandes bocados y parecía que ni siquiera trituraba la comida por la rapidez que tragaba el trozo.

Justin giro la cabeza para encontrarla mirándolo.

-¿Qué pasa?- Le preguntó con la boca llena de comida. Ella soltó una risita.

-Es de malos modales hablar con la boca llena.- lo reprendió con un tono divertido en la voz y una sonrisa en sus labios.

-Ya que, estoy hambriento.- él se encogió de hombros y dió otra mordida.- ¿No comes?- le preguntó.

-No tengo hambre, no se para que pediste la hamburguesa si te dije que no quería comer.- se excusó.

-Oh vamos, come.

-No quiero.- siguió negando. Él se metió una papa a la boca aun sin haber terminado de tragar lo que tenía en su boca.

-De lo que te pierdes... Esto es mi comida favorita, podría vivir comiéndolo.

-Es raro que te la pases comiendo chatarra y aun así sigas teniendo ese cuerpo tan...- Cortó con lo que estaba diciendo cuando observó que Justin levantaba una ceja pícaramente.

-Tan...- La incitó a que terminara de hablar. Celia se inclinó en su silla y apoyó los codos en la mesa.

-Tan... sin grasa.- Terminó de decir. Él ladeó la cabeza ya que no era la palabra que estaba esperando.

-Debe ser por la genética, nena. Yo soy así por naturaleza.- dijo con una sonrisa orgullosa y de superioridad. Ella frunció el ceño.

-Deja de ser creído.- se quejó. Justin rio y metió una papa a su boca. Agarró otra de la bandeja y la puso frente a ella.

-Cómela...- le ordenó y agitó la papa frita frente a sus ojos, pero ella negó.

-Cómela tú.

-Yo ya comí mucho, siento que exploto.- Justin se acarició la barriga.

-Y si, ¡Te has comido tres hamburguesas grandes con extra de papas! Como si no fueras a explotar.- Exclamó. Él rio.

-Y tú no has comido nada, así que debes hacerlo.

-¿Por qué tú me lo ordenas?- preguntó levantando una ceja y mirándolo desafiante.

-Sí, nena.- Asintió como si fuera obvio que debía hacer lo que le ordenaba.

-Lamento informarte que no sigo órdenes.

Justin se levantó de su asiento y se sentó en la silla que estaba al lado de ella, alzó la papa frita que tenía en su mano y la apoyó sobre la boca de la chica pero ella negó con la cabeza.

-Solo una mordida.- insistió Justin. Ella alzó la vista y observó sus ojos color miel. Asintió hipnotizada por estos. Abrió su boca y Justin metió lentamente la papa en su boca. Su mirada estaba enfocada en los labios de Celia, esta mordió la papa frita y comenzó a masticar. Justin deseo besarla en ese momento. Deseó que sus labios fueran la papa que había mordido ella.

La rubia tragó e inmediatamente tenía la boca de Justin sobre la suya, moviéndose suavemente y mezclándose con sus labios. Él tiro de su labio inferior con los dientes, haciéndola soltar un pequeño gemido ahogado que intentó ocultar ya que estaban en un centro comercial y había gente a su alrededor en las demás mesas. Se separaron lentamente.

-Entonces si no quieres comer, te llevo a tu casa.

-Está bien.- Asintió. Se levantaron de los asientos y se fueron del lugar.

...

-Espero que te haya gustado la parte que vimos de la película tanto como a mi.- Se burló ya que sabía perfectamente que a él no le había gustado para nada..

-Muy graciosa.- Contesto con ironía. Dejó las llaves de su auto en el mueble de ella.- Sabes que tienes que compensarme por el esfuerzo que hice, ¿cierto?- Preguntó con picardía mientras se acercaba por detrás y rodeaba su cintura con sus brazos, apegándola a su anatomía. Hundió su cabeza en su cabello, llegando a oler su esencia a frutas. Todo tipo de frutas. Un aroma dulce. Delicioso. Deseo que su olor se quedara impregnado tanto en sus pulmones como en su mente.- Hueles bien...- susurro en su oído. La muchacha cerró sus ojos y sintió la traviesa mano de él, recorrer uno de sus muslos envueltos por la tela de su pantalón. Su respiración cálida chocaba contra su cuello, haciendo que su piel se erizara.

Ella se giró sobre sus talones y quedaron frente a frente. Ambas miradas enfrentadas. Miel contra verde. Ambos observándose. Y un beso. Un beso que Celia comenzó y que Justin siguió con gusto. Un beso con pasión. Un beso que hacía que la electricidad se transmitiera por sus cuerpos. Un beso perfecto como lo eran todos, si se trataba de ellos juntos. Y luego terminaron haciendo el amor, uniendo sus cuerpos y demostrándose cuanto se necesitaban.

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora