Capítulo 35

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-Cuídala.- Le indicó Patrick mirando a Justin severamente. Él giro la cabeza y pudo ver a Celia riendo junto a su madre. Al parecer estaba feliz... y si ella estaba feliz, él lo estaba también. Se dio cuenta de cuanto le gustaba verla reír. Volvió su vista al canoso.

-La cuidare más que a nada.- La sinceridad se notaba en sus palabras. La iba a cuidar como si fuera lo más valioso que tenía en su vida y es que... ella era lo más valioso que tenía. Patrick asintió convencido.

-¿Ya se tienen que ir?- Rezongo Elisabeth.  La chica asintió con la cabeza.

-Vine para ver que se encontraran bien y para dejarles en claro que los quiero.

-Pero puedo hacer algo de cenar.- Ofreció su madre. Ella negó con la cabeza mientras sonreía.

-Otro día.- Elisabeth asintió, resignada.- Adiós...- la abrazó fuertemente. Tenía un gran alivio en el corazón por haber visto a sus padres. Se separó, deshaciendo el abrazo.- Adiós papa...- Lo abrazo también.

-Fue un placer, Justin.

-El placer fue mío.- La abrazó cariñosamente.

Se acercó a Celia y envolvió un brazo en su pequeña cintura. Estiró su mano para estrecharla con la de Patrick.

-Bueno, nos vamos.- Dijo finalmente y giró sobre sus talones para irse. Comenzó a caminar por el camino de piedras que llevaba hacia la entrada principal de la mansión, Justin la seguía por detrás. Bajó la velocidad de su paso y lo espero para después agarrar su mano, entrelazando sus dedos. Ahora que tenía a Justin caminando a su lado, habló.- No sé cómo agradecerte.- Él bajo la mirada para verla confundido.

-¿Agradecerme porque?

-Por haberme acompañado... por haberme convencido de que los viera porque si no yo hubiera salido corriendo en vez de enfrentarlos.- Él negó con la cabeza.

-No tienes que agradecerme nada, gatita...

Dejó de caminar y jaló del brazo de Justin para que el también lo hiciera. Puso una mano en su mejilla y junto sus labios con los suyos. Comenzó a mover estos lentamente, nadie los apuraba... solo quería demostrarle lo agradecida que estaba por todo lo que hacía por ella, lo agradecida que estaba porque lo tenía en su vida. Justin dejó descansar su mano en la cadera de ella mientras seguía el ritmo del beso. La lengua de Celia se abrió paso en su boca y recorrió cada rincón de esta. Se separaron por falta de aire pero aún seguían estando cerca. Ella depositó un pequeño beso en sus labios.

-Nena... creo que tus padres nos están viendo.- Comentó entre medio de los besos que ella le proporcionaba ya que se dio cuenta de que seguían estando en la entrada de la mansión todavía. Se separó un poco y de reojo vio que sus padres observaban la escena a lo lejos. Sonrió.

-¿Vergüenza?- Jugueteó ella.

-No, es que no creo que a tu padre le guste vernos besar... es un tipo protector según lo que demostró hoy.- Ella rio.

-¿Le tienes miedo?- Él rodó los ojos.

-Es solo que no quiero caerle mal a mi suegro.- Bromeó.

Ella sonrió.

-Está bien, vamos.- Agarró su mano y lo guió hacia el gran portón de la mansión. Se giró para ver a sus padres haciéndoles una seña para que abrieran e inmediatamente el portón se abrió independientemente. Salieron y caminaron hacia el auto que estaba aparcado a la vuelta de la entrada.

...

Llegaron a la casa en la playa y Celia respiró hondo el aire fresco del lugar. Se sentía bien, ya no sentía más culpa. Se quitó las zapatillas que tenía puestas. Comenzó a caminar en dirección a la orilla del mar, sintiendo como su cuerpo se relajaba debido a la textura de la arena debajo suyo. Era como una descarga. Giró su cabeza para ver a Justin por sobre su hombro. Él la estaba mirando con una sonrisa pícara en sus labios. Estaba observando su cuerpo, sus piernas largas y bronceadas, su cu.lo envuelto en ese short cortito que estaba usando. Con su dedo índice le hizo una seña para que se acercara y él no tardó en hacerlo. Comenzó a caminar peligrosamente hacia ella, cuando estuvo lo suficientemente cerca estiro ambos brazos y la sostuvo de la cintura para apegarla a su cuerpo. Ella soltó una risita tonta. Giró su cabeza para verlo. El depositó un beso en su cuello.

-Así que... ¿ahora soy tu novia?-

-Si... ¿Por qué?- Preguntó confundido. Ella lo miró por sobre su hombro con confusión y rareza.

-Nunca me lo pediste...

-Pensé que no hacía falta pedírtelo, yo ya doy por hecho que lo eres.- Confesó con inocencia.- ¿Quieres ser mi novia, gatita?- Preguntó. Ella sonrió y estiró su cuello para chocar su boca contra la de él.

-Si mi gatito.- Soltó divertida para después mirar hacia el frente y admirar la vista que tenía delante. Justin rio.

-¿Sabes? Estoy pensando en conseguir un trabajo.- Dijo Justin después de algunos segundos. Ella lo miró con atención.- Lo que tenemos ahorrado nos alcanza para unos meses pero después tenemos que seguir sosteniendo la casa y todo así que no sería mala idea.

-Tienes razón, no lo había pensado...

Justin sonrió y depositó un beso en su mejilla.

-Yo también puedo trabajar.- Ofreció ella con la ilusión de conseguir un trabajo y una sonrisa en su rostro pero él negó con la cabeza, estando en desacuerdo.

-No, tú te encargaras de cuidar a nuestros niños.- Volvió a besar su mejilla. Ella escucho las palabras que había dicho y las asimilo. ¿Él pensaba en formar una familia con ella? porque eso era lo que más quería. Quería tener hijos con él, quería envejecer a su lado, quería todo lo lindo que la vida brinda estando junto a él.

-¿Estás diciendo que...?

-Que quiero formar una familia contigo.- Confirmó. La chica sonrió abiertamente y giro sobre sus talones para tenerlo de frente. Su corazón salto de la alegría y sus ojos tenían ese toque... ese toque especial que Justin noto muy bien.

-Te amo.- Fue lo único que salió de su boca.

-Yo también.- Ella mordió su labio y después besó a Justin lentamente. Suave. Sutil. Un beso perfecto.

Without control 2Where stories live. Discover now