Capítulo 42

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Justin caminó por el edificio dedicándoles una mirada asesina a todos los hombres malolientes y demacrados que se atrevían a verlo. A medida que pasaba, escuchaba como murmuraban. Atrás, había un tipo que lo sostenía con fuerza para que no intentara nada porque varias veces estuvo a punto de soltarse. No podían bajar la guardia. Con Justin no.

Interiormente estaba desesperado por buscarla pero lo ocultaba. A simple vista estaba tranquilo y relajado aunque no era así. Quería saber dónde mi.erda la tenían. De solo pensar que algunos de esos tipos podía hacerle algo su sangre hervía.

Según lo que parecía, lo estaban llevando a la habitación donde Joseph trabajaba. Lo hicieron subir las escaleras a la fuerza. Una vez arriba el canoso con el que había estado todo el camino en camioneta, dio tres toques en la puerta de madera rasgada.

-Diga.- Se escuchó la voz grave de Joseph.

-Tenemos a Bieber.

-Que pase.

El hombre que lo sostenía por detrás lo forzó a caminar pero él no accedió por lo que el canoso dio una patada justo donde tenía la herida del roce de la bala. Gruñó por el dolor y se removió en el lugar.

-Entra.- Le ordenó con voz filosa. Ya estaba perdiendo la paciencia. Justin lo miro con oscuridad en sus ojos y sonrió de lado a la misma vez. Algo escalofriante. Hizo lo que le dijeron y se adentró a la habitación. Allí estaba Joseph mirándolo con una sonrisa.

-Bieber.- Pronunció su nombre con algo de diversión. Justin lo miró con asco. Escuchó que cerraban la puerta.- Es un gusto verte.

-Lamento no poder decirte lo mismo.

-Que mal.-Fingió estar apenado.

-¿Podrías decirle a tu cavernícola que me suelte?- Preguntó refiriéndose al tipo que lo sostenía. Este golpeó su costilla por lo que Justin respiró profundo unos segundos pero no demostró señal de dolor.- ¿O qué? ¿Tienes miedo que te patee el tra.sero?- Lo provocó.

-Contigo nunca se sabe.- Admitió con sinceridad, él gruño.- Pero está bien. Suéltalo.- Ordenó. Sintió que soltaban sus brazos. El canoso, lleno de tatuajes en sus bíceps que estaba a un lado, se acercó.

-Más te vale que no intentes nada.- Amenazó. Justin sintió la necesidad de escupirlo justo en la cara pero se contuvo.

-Que miedo me das.- Dijo con ironía.

-¿Sabes? Lo que hiciste estuvo mal.- Hablo Joseph. Se levantó del asiento donde estaba y apoyó sus manos en el escritorio lleno de papeles.- Escaparte así...- Miró hacia abajo.- Muy bien, Bieber, me la pusiste difícil para encontrarte.- Lo felicitó.

Él rodo sus ojos. No le interesaba escuchar el discurso que tenía para decirle.

-Te estarás preguntando como hice para averiguar dónde estabas. Bueno, pues después de tanto pensar se nos ocurrió intervenir en el celular de Elliot. Y adivina. Rastreamos la llamada.- Explicó.- Tendría que matarte. Tanto a ti como a tu amigo que estuvo todo este tiempo encubriéndote.- Dijo y ladeó su cabeza a un lado, reflexionando como si estuviera pensando en voz alta.- Pero estoy planeando algo y te necesito dentro.- Justin rió con sarcasmo.

-¿Qué te hace pensar que aceptaré?

La mirada de Joseph se tiñó con oscuridad y su sonrisa se volvió maliciosa.

-Lo harás si no quieres que algo le pase a tu princesita.

Y eso fue suficiente. Ese momento fue cuando todo el sistema de Justin se puso en alerta. Su corazón rugió contra sus costillas, su sangre hirvió en ira. Apretó la mandíbula al igual que sus puños. Tenía los nudillos blancos por toda la presión que estaba ejerciendo al apretarlos. Se acercó a Joseph con paso peligroso, lo agarró del cuello de su camisa y lo estampó fuertemente contra la pared haciendo que soltara un gemido de sorpresa.

Los dos tipos que eran los guardaespaldas, dieron un paso para intervenir pero Joseph les hizo una seña con la mano para que se quedaran en su lugar. Soltó una risa profunda.

-Te metes con ella y estás muerto ¿Escuchaste pedazo de mi.erda?- Amenazó entre dientes y apretándolo aún más contra la fría pared. Su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba debido al coraje. La mirada burlona de Joseph le hacía querer partirle la cara a pune.tazos en ese mismo instante.

-Si me matas no sabrás donde está ella.- Lo manipuló con aire juguetón haciendo cabre.ar más a Justin.

-No juegues.- Le advirtió mirándolo de manera asesina. Casi como si quisiera apuñalarlo con los ojos.

-No pensé que una mujer podría llegar a ser tu punto débil, Bieber. Todos los años que estuviste conmigo siempre demostraste que te caga.bas en todo y ahora... mírate. Eres un patético enamorado.- Provocó. Justin dio un puñetazo en su estómago haciendo que soltara un gemido y seguido una risa. Los tipos que estaban atrás mirando la escena inmediatamente lo agarraron de los brazos y tiraron de él para separarlo. Respiró profundamente sin quitar la vista del mal.dito pedazo de mi.erda que tenía en frente.

-Eres un idi.ota.- Escupió. Forcejeó para intentar soltarse y así poder romperle la cara pero no lo logró.

Joseph rió y puso una de sus manos en el lugar que él había golpeado.

-En fin, mi plan consiste en matar a Ricardo de una vez por todas. El trato es... tú me ayudas junto con tu princesita...- Él gruñó por el apodo de Celia.-... y cuando terminen los dejaré en paz. No tendrán ni a Ricardo detrás de ustedes porque estará muerto, ni a mí. Tienes mi palabra de que no los volveré a jo.der. ¿Aceptas?

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora