Capítulo 33

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Refregó sus ojos con su mano. Frunció la nariz y gruñó. El sol le daba en la cara y era algo realmente molesto. Rodó sin abrir los ojos, esperando encontrar a Justin. Palpó la cama y frunció el ceño. Abrió los ojos.

Justin no estaba allí.

Suspiró profundamente largando todo el aire, estiró cada parte de su cuerpo y se levantó. Observó la vista que tenía desde la ventana de la habitación. Era una vista muy hermosa. Se veía el mar, las olas, la arena, la tranquilidad del lugar. Buscó con la mirada a Justin pero tampoco se encontraba en la playa. Camino por la habitación, decidida a abrir la puerta para ir en busca de él pero recordó que estaba desnuda. Totalmente desnuda. Sonrió al recordar lo que habían hecho anoche. Es que nunca se cansaba de sonreír por él.

Buscó con la vista algo que ponerse y agarró la playera de él que estaba apoyada en la cajonera. Se la colocó y también se puso unas bragas. Ahora sí, abrió la puerta.

-¿Justin?- lo llamó. Nadie contestó. Frunció el ceño y siguió caminando por el pasillo de la casa, escuchó el ruido de la heladera abrirse y se dirigió a la cocina.- Just...- Y ahí lo vio. Él le dedico una bonita sonrisa y rió al ver la cara de sorpresa que tenía. Se fijó en que estaba usando su playera y sonrió más ampliamente al saber que luego su olor quedaría impregnado en esta.

La mesa estaba repleta de comida. Frutas como la frutilla, manzana, melón, piña. Cereales, yogurt, huevos con tocino, jugo de naranja... estaba repleta. Y todo lo había hecho Justin. También habían brownies. Algo que a ella le encantaba. Él se aclaró la garganta para que le prestara atención.

-¿Tu hiciste los brownies?- preguntó asombrada. Justin asintió con orgullo.- ¿Y están comestibles?- Bromeó y rio.

-Ja ja, muy graciosa.- Habló con sarcasmo.- Ven aquí y dame un beso, me levante temprano para hacerte esto.- Ella sonrió ampliamente y se acercó. Depositó un beso en sus labios.

-¿Qué se te dio por hace esto?- preguntó. Y Justin notó ese brillo de felicidad en sus ojos.

-Bueno... pensé que... te seria lindo levantarte y encontrar un desayuno completo así que...

Se interrumpió a él mismo cuando ella beso su mejilla.

-Gracias, eres un dulce.- Dijo con ternura. El rodó los ojos haciéndose el fastidiado pero debía admitir que le encantaba el hecho de que ella pensara que era dulce. Además de que era dulce solo con Celia porque con otra persona seguía siendo el tipo frio, controlador y duro de siempre. El hecho es que ella era especial.

Se sentó y Justin la imitó.

-¿Quieres jugo?- ofreció. Ella asintió y no tardó en agarrar un brownie. Dio una mordida mientras que sentía la mirada de él. Justin queria ver su reacción al probarlo.

-Esta rico...

-¿Viste? Tengo que ser chef.- Ella rio y lo observó devorar su plato de huevos con tocino.

Comieron en tranquilidad, risas y algún que otro comentario pícaro de Justin. Ella mordió de su manzana y la idea de ver a sus padres se le pasó por la cabeza, en realidad era una idea que estaba en su cabeza desde ayer cuando se encontró con Bella. Sabía que si los veía se iba a poner sentimental, sabía que ver a su padre con ese problema la haría sentir una mi.erda por haberlo dejado pero necesitaba que ellos la vieran después de tanto tiempo. Tragó.

-Justin...- lo llamó. Él levanto la vista del brownie que estaba comiendo y se concentró en ella. La notó algo tensa.- Después quiero ir a un lado.

-Donde quieras.- Asintió.

-En realidad ahora quiero ir.- la miró.

-¿Ahora?

-Si...

Él se metió el ultimo pedazote de brownie a la boca y después de tragar le sonrió.

-Está bien, vamos.- Ella asintió.

-Espera que me cambio.- Dijo y se levantó de la mesa. Fue hasta su habitación y rebuscó en la cajonera hasta que encontró un short de jean y una remera negra. Ató su cabello en una cola alta, se miró al espejo y suspiro.

-¡Gatita!- la llamo él desde la cocina. Ella inmediatamente salió de la habitación y fue hasta la cocina.

-Vamos.

...

-¿Se puede saber a dónde vamos?- Preguntó Justin mientras que conducía. Habían estado diez minutos en el auto y no tenía idea de donde lo estaba guiando.

-Ya verás.- Contestó ella. La notó nerviosa por lo que solo asintió con la cabeza. Estuvieron unos cinco minutos más manejando por la carretera.- Para aquí.- le indico. Él frunció el ceño pero hizo lo que le dijo y aparcó el auto a un costado. Ella bajó de este y él la siguió. Observó que a su alrededor solo habían miles de árboles y arbustos. Grandes arbustos.

-¿Dónde estamos?- Le preguntó con curiosidad. Ella lo ignoró y se metió entre los árboles que había allí hasta que desapareció entre ellos.- Gatita...- la llamó y mientras se acercaba donde ella había ido. Paso por entre los árboles y ahí estaba Celia de espaldas a él. Justin miró lo que ella estaba observando. Una gran casa. Una casa lujosa al parecer. Era de dos pisos y estilo americano, había un auto negro descapotable estacionado a un costado. Por lo que Justin entendía de autos, ese parecía ser un audi r8 spyder. El parque de la casa era inmenso, además de que había un invernadero a lo lejos y también una piscina. Justin volvió su vista a la chica, quien observaba todo con lujo de detalle. Depositó un casto beso en su mejilla.- ¿Se puede saber de quién es esa casa?

-Era donde vivía yo.- Respondió sin quitar la mirada de la mansión. Porque eso era en realidad, una mansión. Él asintió, comprendiendo. Miró hacia la mansión otra vez y se quedó analizando esta.

-O sea que eras una niña mimada.- Bromeó. Ella negó con la cabeza.

-No en realidad. No era todo color de rosas.- Miro a Justin. Él pudo notar el rencor en estos.- Mis padres me exigían tener buenos modales, ser la hija perfecta, ser como una princesa que no contradecía ni opinaba. Ser una princesa que solo se mostraba a los demás como si fuera una muñeca. Y eso no iba conmigo...- Soltó un suspiro.-...así que un día tuvimos una discusión, me escape de casa y no volví hasta hoy.- Justin la miró por unos segundos. Sus ojos demostraban el dolor, tristeza y rencor. Y también culpa. Tenía culpa por haber desaparecido de esa manera. Él agarro su mano y la entrelazo sus dedos con los suyos. Volvió a mirar la mansión. Mordió su labio, pensativa. Estaba debatiéndose interiormente si debía encarar a sus padres después de tanto tiempo pero una parte de ella tenía cierto miedo en ir y tocar el timbre. Tenía miedo de la reacción que podrían tener, estaba aterrada por el hecho de que la odiaran. Pensó un rato largo que debía hacer.- Mejor vámonos.- Dijo cuando ya había analizado. Él la miro con el ceño fruncido y jaló de su brazo ya que ella había empezado a caminar en dirección contraria.

-No... Celia, debes enfrentarlos... no puedes vivir con culpa toda tu vida.- Ella suspiró con la cabeza gacha.- Mírame.- le pidió. Alzó la mirada.- Después te arrepentirás por no haber hablado con ellos cuando tuviste la oportunidad.- Tragó saliva, respiró profundo y soltó todo el aire acumulado en sus pulmones.

Quisiera o no él tenia razón.

Without control 2Where stories live. Discover now