Capítulo 46

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-Listo.- Avisó después de haber desinfectado la herida.- Si quieres date una ducha así te relajas y luego puedo ponerte una gasa.- Se levantó del suelo y se giró sobre sus talones para salir del cuarto de baño pero Celia lo jaló del brazo.

-tú también estas lastimado.- Señaló hacia su pierna con la mirada. Él se encogió de hombros para quitarle importancia.

-Ya te dije que no es nada.

-Déjame ver.

-No, vete a bañar.- Negó porque sabía que se preocuparía si llegaba a ver el roce que la bala había hecho. Además de que a él ni siquiera le importaba porque no le dolía. Lamentablemente estaba acostumbrado a ese tipo de cosas.

-Justin...- Lo llamó. Él se giró para verla con algo de irritación. Ya le había dicho que estaba bien...- Báñate conmigo.- Pidió tomándolo por sorpresa con su petición. La miró unos segundos como si estuviera debatiéndose que hacer pero no estaba haciendo eso porque ya sabía que quería ducharse con ella. Solo que no dijo nada porque disfrutaba de su mirada expectante.- Por favor...

-No necesitas rogarme y lo sabes.- Soltó, sonriendo con picardía. Ella le devolvió la sonrisa y se paró.- Espérame aquí.- Le indicó.  Asintió y después de que cerró la puerta, comenzó a quitarse la ropa. Empezó por deshacerse de la gran campera que cubría su cuerpo hasta los muslos. Se quitó el short, el brasier y por último las bragas. Suspiró antes de meterse en la ducha y prender la lluvia. Las gotas de agua tibia chocaron principalmente contra sus hombros y cabeza recorriendo, después, todo su cuerpo. Se sentía tan bien.

Estuvo así varios minutos, reflexionando por todo lo que había pasado. Descartando ideas, probabilidades. Al parecer la única manera de que todo terminara era aceptar el trato de Joseph, algo que para su sorpresa no producía ningún tipo de desconfianza. Sentía que... quizás las cosas saldrían bien...

Repentinamente la cortina de la ducha se abrió, haciéndola chillar y saltar en su lugar por el susto pero cuando vio que se trataba de Justin su pulso se calmó. Lo observó recorrer su cuerpo desnudo descaradamente y terminar por morderse el labio. No pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de algo de rubor.

-¿Me ayudas?- Le preguntó Justin. Ella sonrió, se acercó a él sin importarle que estaba mojada, buscó el borde de la remera marrón que estaba usando y lo levantó hacia arriba. Justin hizo lo mismo con sus brazos para que pudiera quitar la prenda. La rubia observó su torso. Su expresión se tiñó con preocupación una vez más. Él tenía un gran moretón en la zona de sus costillas. Abrió la boca para decir algo pero antes de que pudiera hacerlo, él la tomo de la muñeca y la acercó a su pecho rápidamente para estrecharla entre sus brazos.- Estoy bien.- Susurró en su oído. Un susurro muy bajo que apenas podía percibirse.

Ella no dijo nada. Solo apretó la mandíbula y cerró sus ojos con fuerza. No soportaba el hecho de verlo lastimado... era más fuerte que ella misma. Sacó su cabeza de entre en hueco del cuello de Justin y besó su hombro. Él sintió señales eléctricas por todo su cuerpo, que lo recorrían de pies a cabeza... y tan solo había sido un pequeño beso. Fue ahí cuando se percató de que ella estaba desnuda entre sus brazos, sus senos atrapados entre su torso y sus propias manos acariciándole la piel de la espalda. Le provocaba tanto hacerle el amor en ese momento.

-¿Seguirás con tu faena?- Le preguntó con tono divertido. Se separó de él y sonrió levemente. Sus pequeñas manos buscaron el cierre de sus pantalones de cuero, una vez que lo encontró, bajó este. Agarró ambos costados de la tela y la bajó lentamente dejándolo tan solo en bóxer. Y se notaba cuan excitado estaba con solo verlo por sobre la tela. Y no pudo evitar sentirse orgullosa a saber que eso lo producía ella. Eso y más. Celia producía todo tipo de emociones que para Justin nunca habían existido pero que ahora se hacían notar.- ¿te sorprende?- Preguntó él, juguetón. La chica levantó la vista hacia sus ojos y se avergonzó un poco al darse cuenta de que había estado mirando su bulto sin despegar la vista de este por unos largos segundos.

-Deja de mirarme así.- Se quejó.

-¿Así como?

-Me intimidas.- Justin sonrío con amplitud y la miro aún mas, a propósito. Desde arriba hacia abajo sin perderse de nada y deteniéndose en algunas partes de su cuerpo. Observó que ella se cubría con sus manos algo que era más que estupi.do. "oh nena, no necesitas taparte... conozco cada parte de tu precioso cuerpo".- No necesitas taparte conmigo...- Se lamió los labios. Sus carnosos labios que ahora estaba húmedos debido a su propia saliva.

-Entonces deja de mirarme así.

-¿Por qué? Tú estabas viéndome de la misma forma hace unos segundos.- Se ruborizó y agachó la cabeza. Y él se enterneció. Podía ser la mujer más salvaje, valiente, terca y corajuda que él hubiera conocido pero a veces se demostraba indefensa, tierna entonces era en esos momentos donde él tenía ganas de abrazarla y cuidarla para siempre de todo y de todos.

Sonrió y él mismo se quitó el bóxer dejando su gran po.lla a la vista. Se acercó a ella para tomarla de la cintura y acercarla. La besó. La besó mientras movía sus manos de arriba hacia abajo por sus muslos, mientras que ella subía sus brazos a su cuello y despeinaba las hebras de su cabello. Él dio un paso hacia adelante y ella retrocedió sin dejar de besarlo. Dio otro paso hacia adelante e hizo que ambos se adentraran a la ducha. Justin gimió cuando las gotas de agua tibia chocaron contra sus músculos tensos e inmediatamente se relajó. Necesitaba tanto eso. El agua tocó sus moretones y heridas. Soltó un par de gruñidos. Celia aprovechó para bajar la mirada y así poder ver el corte de su pierna. La sangre se estaba limpiando con las gotas del agua. Parecía no ser tan profundo pero aún así necesitaba que lo revisaran. Sabía perfectamente que él no se dejaría ver, era el hombre más terco que había conocido.

-Te amo.- confesó ella. Justin se sintió elevado cuando la escucho decir aquello de entre sus carnosos labios. Siempre que pronunciaba esas dos simples palabras se sentía en el cielo, se sentía completo, correspondido. Él también sentía lo mismo por ella y aunque no lo dijera siempre en voz alta, todos los días interiormente se lo repetía. Siempre se lo repetía para él mismo. Amaba a esa mujer, adoraba a esa niña, le encantaba esa personita. La única por la cual él pudo sentir felicidad alguna vez.

-Yo también te amo, mi gatita.

Celia escondió su cabeza en el hueco de su cuello mientras que él la abrazaba con fuerza, la sostenía acogiéndola. Se quedaron así por varios minutos y fue ahí cuando Justin se percató de que ella estaba llorando. Estaba llorando en silencio y sus lágrimas se mezclaban con las gotas de agua que salían del grifo. Le partía el alma escucharla sollozar. No dijo nada, solo la contuvo, solo se quedó callado dejándola desahogarse de todo el infierno que habían vivido. Solo la acompañó.

Y ahí estaban ambos desnudos en la ducha pero sin embargo no sentían necesidad de hacer el amor, ahora solo querían quedarse así. Abrazados de esa manera sin moverse, en silencio. Solo necesitaban sentirse cerca el uno del otro.

Without control 2حيث تعيش القصص. اكتشف الآن