1.-Solo unos meses

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Samuel besaba a Naomi con ferocidad, al tiempo que recorría todo su cuerpo con pasión, y entrega, tocando cada parte de su cuerpo, besando desde su frente hasta la punta de los pies, mientras ella le correspondía con la misma agresividad que él la trataba, nunca había conocido mejor mujer en la cama que ella, lo hacia volverse loco con una sola mirada, con solo un beso, con una caricia... la amaba, la necesitaba, sin embargo no podía estar junto a ella, no hasta que tuviera en sus manos todo lo que a él y su madre le correspondía. Y todo por culpa de su padre y ahora abuela, por ellos es que no podía ser feliz al lado de la mujer que verdaderamente amaba.

Se aferro más a ella, sujetándola de las caderas mientras empujaba cada ves más y más fuerte, con más salvajismo, con más pasión hasta que sintió el cuerpo de Naomi convulsionarse a su alrededor y poco después el mismo estallo, haciendo que de su boca soltara un gemido.

Naomi: Estuviste sensacional mi amor.-dijo con la respiración agitada y se acerco a su pantalón sacando y encendiendo un cigarrillo.

Samuel: No me gusta que fumes, sabes que odio el olor a tabaco.-susurro acariciándole la mejilla y se acerco a besarle el hombro.-Mejor vamos a abrazarnos y a dormir juntos.

Naomi: Lo siento, pero sabes que me relaja, además dormir juntos? No, no hace frio, en realidad aun siento mucho calor.-dijo sonriendo y el la miro negando.-¿Como le haremos cuando te cases con la tal Andrea del Junco? No quiero compartirte con ella.

Samuel: No lo harás, mi corazón siempre te ha pertenecido a ti, y así será por siempre, yo nunca me podría fijar en alguien tan...delicada como Andrea, a mi me gustan las mujeres como tu, pasionales eh intensas.-sonrió y la beso de forma dulce en los labios.

Naomi: Entonces bésame como tal.-dijo mordiendo el labio de Samuel con fuerza y lo beso de una forma intensa haciendo que el gemido de Samuel se quedara entre sus labios.-¿Como haremos para vernos?

Samuel: Nos veremos cada que tenga oportunidad, que seguramente serán muchas, la mantendré ocupada con algunas cosas que a ella le gusten y después te ire a ver, también en las noches, puedo inventar que tengo trabajo excesivo no se, pero de que paso las noches contigo así lo hare.-dijo y se levanto.

Naomi: Espero que el matrimonio con esa estúpida sea rápido, no quiero compartir a mi hombre con esa niñita mimada para siempre.

Samuel: No será así, te prometo que tratare de divorciarme de ella lo más pronto posible.

Naomi: Eso espero.-dijo sacando otro cigarrillo y comenzó a reír mientras lo prendía.-Que locura no? Yo sere la amante y tu corazón me pertenece, y ella será la esposa y tendrá que soportar tus migajas, pobre ingenua...

Andrea escuchaba a Lucia mientras esta le decía las cosas que ya tenían preparadas desde ese momento y las que mañana estarían listas, ir al salón de belleza, maquillarse, ponerse el vestido, partir hacia la iglesia, y después, el brindis, baile...

Lucia: No creo que sea necesario que te explique lo demás no? Después tu y el subirán a la habitación y...

Andrea: Y ya entendí, no no hace falta que me explique yo se muy bien lo que pasara.-dijo ligeramente sonrojada.

Lucia: Muy bien. No te parece una maravilla hija? Tu boda y con el amor de tu vida, además de guapo, porque no puedes negar que mi nieto Samuel es hermoso.

Andrea: Si, lo se.-dijo y suspiro.-Es el hombre con el que siempre soñé doña Lucia, con el que mi mamá un dia me dijo que me iba a topar, cariñoso, atento, me envía flores, anillos, me regala muchas cosas, aunque...casi nunca nos vemos.

Lucia: Ya veras que cuando se casen las cosas cambiaran, el pasara aun más tiempo contigo del que tu esperas.-dijo y Andrea sonrió con fascinación.

Andrea: Ojala, eso es lo que más deseo, porque yo no seré como mi mamá con mi padre, ella encerrada todo el día en la casa y mi padre trabaje y trabaje. Soy muy joven aun, y quiero divertirme, salir, y porque no? Disfrutar de mi futuro esposo.

Lucia: Que por cierto, mira quien viene entrando.-dijo y Andrea miro como Samuel entraba sonriendo y la miraba dedicándole una mirada que ella no supo descifrar bien. Pero de solo mirarlo a Andrea se le acelero el corazón.

Samuel: Hola.-dijo mirando como Andrea se levanta y caminaba hacia él con una gran sonrisa, hasta rodearle el cuello con las manos e inclinarlo un poco para besarlo de una forma tierna y dulce, como siempre lo hacia.-¿Como esta la novia más hermosa del mundo?

Andrea: Muy bien, viendo todo para que mañana quede perfecto, ven te mostrare.-dijo mientras el la abrazaba por la cintura y se dirigieron a su habitación para hablar más a gusto.

A decir verdad Andrea no era fea, o no le parecía fea, su estrecha cintura, sus caderas meneándose coquetamente mientras caminaba, ese pantalón blanco ajustado que resaltaba más su trasero, sus piernas largas a través de la tela, su piel tan fina como la seda, su cabello negó cayendo sobre sus hombros como cascada, y sus ojos tan negros y penetrantes.

Muchas veces trato de convencerse que enamorarse de ella, era la mejor opción para no ver esto tan despreciable pero no podía, por más que Andrea le gustara lo que sentía por Naomi era mucho más fuerte. Pero no podía permitir que ella se quedara con lo que por derecho le correspondía a el y a su madre, solo por un capricho de su abuela al dejarle todo a Andrea. 

Andrea: Pasa algo mi amor?-pregunto y el la miro.

Samuel: No nada.-dijo sonriendo y se acerco a besarla de nuevo.-¿Entramos?

Andrea: Si, quisiera mostrarte el vestido, se que te encantara pero dice que es de mala surte que se lo muestre al novio así que será verlo hasta mañana cuando este en la iglesia.-dijo sonriendo y el asintió.

Samuel: Me gustaría que lo viéramos ahora. "Así por lo menos tengo la esperanza que se dicho sea cierto y nuestra boda se cancele" pensó mirándola.-Pero si no es correcto ni modos.

Andrea: Si, mejor no, mira, te enseñare lo que creo que te gustara para la música, ya que nunca llegaste a la cita que teníamos, pues decidí encargarme de eso yo sola.

Samuel: Esta bien, Andrea como a ti te guste esta bien.-dijo con algo de fastidio y ella lo miro con cautela pero la sonrisa que puso después Samuel, hizo que ella relajara su expresión.

Andrea: A veces parece como si no me soportaras, te parece que hablo mucho? ¿Oh que es lo que te molesta de mi?.-pregunto y el apretó los puños.

Samuel: Nada, nada amor, a veces llego un poco estresado, ya sabes con tanto trabajo. Mejor ven y bésame si?-dijo tomándola de la cintura y la beso con intensidad y pasión, casi de una manera brusca haciendo que ella se separara de él.

Andrea: Sabes que no me gusta que me beses así.-dijo seria y el la miro furioso pero trato de relajarse.

Samuel: Esta bien, ven.-susurro y comenzó a besarla de una forma más dulce.

"Solo unos meses, solo meses, Dios dame paciencia..."

Te sigo amandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora