3.-Noche de bodas

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Naomi: Soy Naomi Bernal, digamos que...soy una amiga intima de Samuel, un placer.

Andrea: Gracias igualmente.-dijo mientras se daban las manos y Naomi miro a Samuel.

Naomi: Felicidades te llevas a un hombre maravilloso.-dijo con vos aterciopelada y Andrea la miro seria, no le gusto nada la forma en la que lo dijo.

Andrea: Estoy segura.-dijo tomando a Samuel del brazo mientras le sostenía la mirada a Naomi y esta sonrió con burla, "Nunca será tuyo Andrea, ni como hombre ni su corazón..."

Naomi: Bueno, me retiro a seguir disfrutando de la fiesta, adiós Samuel.-dijo y el asintió sin apartar los ojos de ella.

Samuel no tenia idea del porque había llegado Naomi hasta ellos, pero le provocaba dolor al verla y no poderla abrazar, tal ves esa era su intensión, que el sufriera como seguramente estaba ella en esos momentos, miro a Andrea quien a su ves lo miraba con cautela y se esforzó en sonreír y hacer como si no pasara nada, aunque en realidad pasaba de todo, no quería estar con ella, quería ir detrás de Naomi, fundirse con ella, hacer el amor hasta que ambos estén al limite como tantas veces disfruto y de solo imaginar que estaba a punto de acostarse con Andrea lo ponía mal, sin embargo, su maldita ambición era más fuerte que él y no le permitía acabar con todo de una ves e ir tras la mujer a la que amaba.

Andrea: ¿Estas bien?-pregunto mirándolo y el asintió.-¿Quien es esa mujer?

Samuel: Una amiga.

Andrea: ¿De donde?-pregunto y el hizo una mueca.

Samuel: ¿Desde cuando tantas preguntas? No confías en mi o que?-pregunto molesto.

Andrea: No pensé que te molestara tanto.-dijo queriendo irse y el la sujeto del brazo suavemente, a pesar de todo no le convenía que ella se enojara.

Samuel: Perdón, me molesto que haya venido a interrumpirnos, eso es todo.-dijo abrazándola por la cintura y comenzó a besar su cuello tiernamente, sabia que era el punto débil de Andrea, ella siempre se olvidaba de todo cuando el besaba su cuello de esa forma.-Te parece que nos vayamos despidiendo de los invitados?.

Andrea: No quieres disfrutar de la fiesta un poco más? "Si, mientras eso evite que nos acostemos si" pensó sin embargo negó.

Samuel: No.-dijo y acaricio su mejilla.-Ya quiero estar contigo.

A pesar de todo la fiesta acabo más rápido de lo que ellos imaginaban, Samuel a lo lejos miraba a Naomi, mientras Andrea platicaba con algunos invitados, Samuel sentía morirse mientras veía a Naomi platicar muy a gusto con otros hombres les acomodaba el saco, los besaba en la mejilla, les hacia cariñitos, ¿como era posible que ella se comportara como si nada?

Después miro por todas partes deseando encontrar a Andrea pero no la encontraba por ningún lado y luego recordó que le dijo que se iba adelantar a la habitación, estaba agotada con las zapatillas y quería ponerse algo más cómodo y descansar un poco más, así que dejo de ver a Naomi, se despidió de los invitados y se subió a la recamara.

Cuando entro a la recamara Andrea estaba parada en el espejo quitándose las zapatillas y con el cabello suelto, cayéndole por debajo de los hombros, se levanto ya descalza y lo miro con una sonrisa acercándose a él y botando sus zapatillas a un lado, rodeándole el cuello con sus manos. No sabia que era pero aquellos ojos, aquella sonrisa...hicieron que la respiración se le fuera obligándolo a abrir levemente los labios y la rodeo por la cintura.

Andrea: ¿Acabo la fiesta?

Samuel: Si, ya ha acabado.-dijo dibujando una leve sonrisa y la beso.

Fue un beso delicado, como sabia que a ella le gustaba, casi rozando sus labios y moviéndolos sin hacer mayor presión un beso con el que no se pudiera sentir nada, sin embargo en ese momento...el no estaba convencido de lo que sentía.

La estrecho entre sus brazos, al tiempo que deslizaba su lengua dentro de la delicada boca, comenzando a explorarla y deleitándose con su sabor, con el aroma que desprendía, con su delicada piel, llevo su mano hasta el cierre del vestido y comenzó a bajarlo, dejándolo caer y se quedo sin aliento cuando la vio.

Llevaba un conjunto de ropa interior color blanca, pero eso era lo que menos le importaba, su vista recorrió todo el cuerpo de Andrea, jamás la había visto ni siquiera en traje de baño, y ahora se lamentaba el nunca haberla invitado a la playa. Tenia unas piernas largas, suaves, su cadera redondas, su cintura estrecha, vientre plano, sus pechos bien amoldados al sujetador subían y bajaban gracias a al respiración de ella, y cuando llego a su cara miro lo sonrojada que estaba. De pronto sintió curiosidad ante a vergüenza de ella porque el la viera desnuda...¿Sera virgen? Esa pregunta lo atormento, era cierto que no la quería y que en ese momento seguro solo fuera deseo pero tampoco quería quitarle algo tan puro cuando no sentía nada por ella.

Andrea: No lo soy.-dijo ella como adivinando sus pensamientos.-Solo que no acostumbro a desnudarme ante los hombres muy seguido.

Samuel: Y me alegro por ello.-susurro sonriendo con franqueza mientras se volvía acercar a ella y le acomodo el cabello antes de capturar sus labios de nuevo.

Comenzó a pasar sus manos por su cuerpo, su espalda, sus caderas, sus senos, sus piernas, Andrea cada ves lo volvia más loco, y comenzó a quitarse el saco, la camisa y por ultimo los paltalones mientras se besaban, hasta que quedaron los dos completamente desnudos. Volvió a sus labios capturándolos ahora con mayor intensidad haciendo que el gemido de Andrea quedara entre su garganta mientras la tomaba de la cintura y la llevaba a la cama, recostándola con cuidado mientras ella comenzaba a jugar con su cabello, enterrando los dedos en el.

La miro a los ojos y lentamente le fue bajando los tirantes del sujetador hasta quitárselo por completo, y fijo su vista en sus senos y comenzó a acariciar uno mientras el otro lo capturaba entre sus dedos, el cuerpo de Andrea lo volvía loco, le impedía razonar la manera en como ella lo acariciaba en ese momento hacia que su cuerpo ardiera. Nunca pensó que ella pudiera hacerle sentir tanto con tan poco ya que sus caricias eran delicadas...

Le quito las bragas dejándola completamente desnuda y sin resistirse más comenzó a acariciarle los muslos, pasando dos dedos por ellos, hasta que los fue deslizando dentro de ella, sacándolos y volviéndolos a meter disfrutando de ver como ella se arqueaba y cerraba sus ojos, disfrutando de tan placentero movimiento, y llevo sus labios hasta su vientre comenzando a saborear la delicada piel.

De pronto ninguno de los dos podía seguir aguantando, y cuando el se puso por completo sobre ella el mundo se detuvo, y Samuel la miro a los ojos, estremeciéndose ante el placer que había en ellos, de pronto ella solo pudo tomar su cara y besarlo con pasión e intensidad mientras el entraba en ella, lo cual lo dejo impresionado pero su cuerpo vibro ante ese acto, los gemidos que provinieron de ambos quedaron ahogados y a él le hubiera fascinado seguir con aquel beso tan maravilloso pero quería escucharla, quería escuchar cada gemido, cada jadeo y grito de placer que el provocara en ella.

Y comenzó a embestirla mientras ella echaba su cabeza hacia atrás, disfrutando del placer, sintiendo la fricción exquisita de sus pechos contra los pectorales de Samuel, él la penetraba con movimientos profundos y lentos, haciendo caso omiso a lo que pedia su cuerpo, sabia que entre más rápido fuera más rápido acabaría y quería prolongar eso lo más que pudiera, Andrea lo entendió y su cuerpo acompaño al de Samuel, moviéndose a su ritmo, hasta que aquello se fue acumulando aumentando, y después el dominio dejo de ser de ellos.

Entonces se dejaron ir, y él comenzó a embestirla más y más rápido aumentando la fuerza. Pronunció su nombre primero en un susurro, y luego como un grito sintiendo los espasmos a su alrededor, cada ves más intensos mientras el seguía, más a dentro, más allá...hasta perderse en ella por completo. Andrea lanzo un grito salvaje mientras se aferraba a su espalda y se dejo ir del todo mientras el acababa dentro de ella con espasmos duros y largos que lo sacudían hasta la médula y se derrumbó sobre ella exhausto...

Andrea: Esto ha sido increíble.-susurró abrazándolo y beso su mejilla.-Te amo.

De pronto el se había dado cuenta de dos cosas, la primera, había subestimado mucho a Andrea, y la segunda, mientras estaba con ella, en ningún momento pensó en Naomi...

Te sigo amandoWhere stories live. Discover now