24.-No me cansaré

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Andrea estaba sentada frente a la ventana, tenia muchas ganas de salir pero su pierna no dejaba de dolerle, ya se había tomado un sedante pero aun así sentía dolor, no estaba preocupada ya que el medico le dijo que podía pasar, pero aun así era muy molesto, quería arrancarse a pierna.

Por otra parte no dejaba de pensar en Gil, creía que a lo mejor se había pasado en correrlo cuando Samuel había salido de ahí, y aunque no lo amaba, si extrañaba su presencia, era el único amigo con el que contara y el que la iba a visitar durante todo el día, por otra parte también pensaba en Samuel, él le había dicho que la amaba y había sonado tan sincero que ella ya no sabia ni que pensar, una parte le quería creer, deseaba con toda su alma creerle y que fuera verdad, pero tenia que irse con cautela, ya le había creído una vez a Samuel y había salido muy perjudicada. 

"Samuel...no sabes como deseo que tus palabras sean verdad, y que nos quieras tanto a mi como a nuestro hijo" pensó mientras tocaba su vientre.

Samuel: ¿Cómo estas?-pregunto parado desde la puerta y ella volteo ocultando una sonrisa.

Andrea: ¿Ahora ya ni siquiera tocas? Me pude haber estado desvistiendo, ya casi es hora de dormir.-dijo y el sonrió cerrando la puerta. 

Samuel: Entonces pude haber disfrutado de la vista.-dijo y ella se sonrojo ligeramente.-¿Porque no bajaste a cenar? Ni quisiste que te subieran tampoco.

Andrea: No tenia hambre, creo que me pase en la comida, y me siento esponjada.

Samuel: ¿Cómo sigue tu pierna, y las costillas?-pregunto acercándose más a ella.

Andrea: Bien, aunque me sigue doliendo un poco y las costillas dificultan el levantarme.

Samuel: Bueno, eso lo podemos arreglar.-dijo y ella lo miro confundida.-Puedo venirme a dormir contigo, así te puedo ayudar cada vez que necesites algo o cada que quieras levantarte.

Andrea: No, no necesito de tu compañía o tu ayuda gracias, me las puedo arreglar yo sola.-dijo volteando hacia la ventana.

Samuel: Entonces que prefieres? La compañía y la ayuda de Gil?.

Andrea: Eso no tiene nada que ver y en todo caso, si, prefiero su compañía a la tuya.-dijo y el la miro enojado.

Samuel: No me importa.-dijo tomándole del brazo con suavidad justo cuando ella pretendía irse.-Y en cuanto a tu amigo, será mejor que lo veas en el jardín, en el parque, donde quieras menos en la habitación, no lo quiero aquí y encerrado contigo, a menos que quieras que lo saque como se merece, he sido muy paciente pero no me gustan ciertas confiancitas que se esta tomando.

Andrea: ¿Así? No me diga, ¿Y que más? ¿No se le olvida alguna otra cosa?-pregunto indignada y Samuel dibujo una ligera sonrisa.

Samuel: Si, dormiremos en la misma habitación. A ti te ganare poquito a poquito, pero con mi hijo no me he peleado, así que pienso estar pegadito a él ¿verdad?-pregunto acariciando el vientre de Andrea y ella quito su mano.

Andrea: No seas aprovechado, y podrás estar en esta habitación si quieres pero no dormirás en mi cama. "Por lo menos no por ahora" pensó mientras lo miraba.

Samuel: Esta bien.-dijo dibujando una ligera sonrisa y salió del cuarto para después entrar con cobijas y una almohada.-Dormiré en el suelo.

Andrea: Has lo que quieras.-dijo y se acostó mientras el la miraba divertido, y soltó sus cosas para acercarse a ella y besar su frente, para después bajar al vientre y depositar un dulce beso.

Samuel: Sea lo que sea, cualquier cosa que quieras pídeme ayuda, esa es la razón por la que quiero estar aquí, de otra manera juro que no te atosigara tanto, tu aun no te recuperas del todo, y o creas que es solo por el niño, ayer tenia la intensión de quedarme pero, te vi besándote con Gil y me sentí muy mal.-dijo con dulzura y se acerco a besar su mejilla haciendo que Andrea cerrara los ojos.-Dulces sueños.

Andrea: Samuel...-susurro y este se giro para mirarla.-El beso con Gil, no fue como lo interpretaste, solo fue algo de momento, pero entre nosotros no paso nada.

Samuel: Lo se.-dijo sonriendo y se acostó para dormir.-Buenas noches...

El se quedo despierto otros minutos más después de que ella se durmió y a la mañana siguiente se levanto más temprano, tenia que ir con su abuela para tratar lo de la clínica, pero le dejo una nota explicándole a donde iría, solo que no el motivo, en ese momento lo que menos quería era preocuparla con cosas que posiblemente él podía solucionar.

Andrea se despertó sintiendo los rayos de sol en la cara, por primera vez en mucho tiempo se sentía muy bien, más tranquila y más...feliz, Samuel le había prometido cambiar, y estaba comenzando muy bien, le había emocionado la forma en la que le había hablado al bebé, y cuando el dijo que se había  sentido mal por lo del beso con Gil, casi hace que ella se levantara de la cama emocionada, pero también tenia miedo, las cosas estaban pasando demasiado deprisa y eso también la asustaba.

Llamo a unas de las empleadas para que la ayudaran y tomara un poco de sol, también le servía al bebé, comenzó a recorrer todo el campo, y parte de los establos mientras caminaba a paso lento, tratando de no forzar mucho ni su pierna, ni su cintura, que ya le estaba doliendo. Mientras se detuvo en uno de los arboles de la casa y hacia esfuerzos por sentarse miro como el auto de Samuel entraba a la casa.

El había pasado una larga y pesada mañana, había estado platicando con los empleados y ayudando a su abuela, tomando medidas drásticas con respecto a lo que estaba pasando en la clínica, hablaron con la encargada y aunque no tenían pruebas de su culpabilidad le pusieron un ultimátum, en lo cual ella se comprometió a que no volvería a suceder. 

Samuel: Hola ¿Leíste mi recado?-pregunto cuando llego a Andrea y esta asintió mientras lo miraba.

Andrea: ¿Cómo les fue?

Samuel: Estuvo algo pesado hablar con los empleados, más por la indignación de algunos, pero logramos hacer que todos se comprometieran con el respaldo a la clínica.-dijo sentándose junto a ella.

Andrea: Como van las cosas con Lucia?

Samuel: Bien, creo que esto nos ha unido aunque sea por unos minutos. ¿Por qué no estas en tu cuarto reposando como lo indico el medico?

Andrea: Tenia que por lo menos salir a caminar, ahí dentro siento que me muero del aburrimiento y también de la desesperación de no poder hacer nada.

Samuel: Te entiendo. Ven, quiero que me acompañes al auto, tengo algo que enseñarte.-dijo sonriendo y se levanto.

Andrea: ¿Y a donde se supone que vamos?

Samuel: Ya lo veras, ven.-dijo y la ayudó a que se levantara. Los dos comenzaron a caminar en dirección al auto de Samuel y cuando llegaron el abrió la puerta sacando una pequeña bolsa de regalo.

Andrea: Y eso?

Samuel: Se que puede ser muy pronto pero me emociono cada vez que paso por una tienda de ropa para bebé, así que no me pude resistir.-dijo y abrió la caja que había dentro mostrando un pequeño conjunto de hombre y al otro extremo había uno de mujer.-¿Que te parece? Como aun no se que será, compre de los dos.

Andrea: Están hermosos.-dijo agarrando uno y sintió entre sus dedos la delicada y fina tela sintiendo como los brazos de Samuel le rodeaban por la cintura, y aunque le gusto su agarre se separo de él.-Samuel.

Samuel: Mira.-dijo abriendo la puerta trasera y saco un ramo de rosas blancas y rojas, estaban envueltas con papel rojo y llevaban un moño como adorno principal. Para Andrea era el mejor ramo que le había regalado en la vida.

Samuel: Te amo Andrea y aunque sigas sin creerme, nunca me voy a cansar de decírtelo-dijo mirándola a los ojos y se acerco un poco más a sus labrios.-Te lo voy a decir hasta que te hartes de escucharlo, y se que aun me sigues amando, por eso no me voy a rendir.-susurro y capturo sus labios con suavidad y ternura, mientras ella pasaba sus manos por su espalda.

Naomi: ¡¿Así que por ella me dejaste?!...

Te sigo amandoWhere stories live. Discover now