Samuel iba llegando a la casa, tenía otros asuntos que resolver pero primero tenía que ver a Andrea y enseñarle lo que le había comprado al bebé, la conocía muy bien y sabía que ella se aburría de estar todo el tiempo en la casa pero él no se arriesgaría, por lo menos hasta que ella curara completamente. Pero mientras tanto sabía que le iba a alegrar el día al mostrarle lo que había comprado, a él le había fascinado la pequeña cuna desde que la vio y estaba seguro que a ella también.
Llego sin embargo por más que la buscaba no lograba hallar donde estaba y eso comenzaba a preocuparlo, "que ni se le haya ocurrido haber salido" pensó mientras la buscaba con desesperación por toda la casa.
Samuel: No has visto a la señora Andrea?-pregunto a una de las empleadas que estaban pasando y la empleada se quedó pensando por unos momentos.
Empleada: Oh, sí señor, me pareció que entro al estudio, Pero no sé si ahí sigue todavía.-dijo sonriendo.
Samuel: Muy bien, voy a ver si esta.-dijo devolviéndole la sonrisa y se apresuró para entrar a la casa pero antes de eso su móvil comenzó a sonar.
Tuvo la intensión de contestar pero en cuento vio que era Naomi la que lo llamaba colgó el teléfono, sin embargo minutos después sonó llegándole un mensaje "Mi amor, se que estas confundido, te extraño, espero pronto te des cuenta que a la única que amas es a mi aquí te estaré esperando"
Samuel: Cuando será que me dejes en paz.-susurro y se encamino al estudio.
Andrea estaba en el estudio, sentada frente al escritorio con un libro en la mano, no estaba tan bueno como ella pensaba pero por lo menos la entretenía, estaba cansada de estar sin hacer nada, los días habían pasado y se sentía feliz porque las cosas entre Samuel estaban mejor, todos los días encontraba una nota con rosas rojas y blancas que se Samuel le dejaba antes de irse a la Clínica y a atender sus negocios, pero lo cierto era que también estaba mucho tiempo fuera, y casi la veía muy poco tiempo, o en la noche cuando llegaba y ella comenzaba a extrañarlo mucho aunque también no evitaba imaginarse lo peor, que posiblemente estaba con esa mujer, o que se veía con ella, y a pesar de que él le había demostrado que estaba cambiando no dejaba de sentirse insegura.
El sonido de la puerta la saca de sus pensamientos y esbozó una sonrisa al darse la vuelta y ver que era Samuel.
Samuel: Así que estabas aquí, te busque por toda la casa.-dijo acercándose a ella y le beso los labios con suavidad provocando que ella se ruborizara ligeramente.
Andrea: Estaba aburrida y me puse a leer un poco. ¿Cómo te fue hoy?-pregunto mientras él la abrazaba por la cintura.
Samuel: Pues muy bien.-dijo sonriendo y le tomo la mano guiándola hasta la silla del escritorio en donde se sentó con ella en las piernas.-Recuerdas el negocio que te hablé el otro día.
Andrea: El de los extranjeros?-pregunto y Samuel asintió.
Samuel: Pues decidieron asociarse conmigo, el proyecto le pareció muy bueno y pues firmaron el contrato.
Andrea: ¡De verdad!.-Pregunto emocionada y lo abrazo.-No sabes lo feliz que estoy por ti.-dijo y sonrió como el la estrechaba con fuerza para después separarse y mirarla a los ojos notando cierto nerviosismo en ella.
Andrea: perdón yo...
Samuel la besó antes de que terminara de hablar, fue un beso dulce y a la vez apasionado, ambos se dejaron llevar por el amor que sentían en ese momento y se olvidaron del mundo, se separaron por falta de oxígeno y ambos pegaron las frentes
Andrea: Samuel...
Samuel: Shhh no digas nada, le dio un beso corto. Ven, acompáñame quiero enseñarte algo.-dijo y Andrea asintió mientras se levantaban.
Andrea: ¿Qué es?
Samuel: Ya lo veras. Espera antes de entrar déjame taparte los ojos.
Andrea: ¿Samuel, que haces? ¿Para que me tapas los ojos.-dijo y el sonrió mientras le colocaba la venda.
Samuel: Es una sorpresa, espero que te guste, sé que a lo mejor te hubiera gustado a ti recogerla, pero de verdad no me pude contener cuando la vi, lista?-e le explico mientras subían por las escaleras y cuando llegaron al cuarto le quito la venda de los ojos.
Cuando Andrea abrió los ojos los mismos se llenaron de lágrimas al ver tan lindo detalle, era la cuna del bebé, era hermosa, color blanco con pequeños carruseles colgando y dibujitos para bebé
Andrea: Esta hermosa.-susurro con los ojos llenos de la lágrimas. Estaba tan impresionada que no podía decir más que eso.
Samuel: ¿De verdad te gusta?.- pregunto volteándola hacia el haciendo que ella lo mirara a los ojos. -Andrea de verdad quiero hacerte feliz, hacerlos felices a los dos, me has dado lo mejor del mundo, quiero que seas tu con quien duerma, despiertes, te rías, llores. Quiero que esas lágrimas que brotan de tus ojos, sean por mi culpa, siempre que sean de felicidad. Te amo, lo amo a él. Eres la mujer más maravillosa que puede existir y eres mi mujer aunque no supe ver lo antes-dijo y Andrea lo miro atentamente.
Tenía miedo de decirle que ella también lo amaba, aun tenía dudas sobre él, aunque también se sentía muy afortunada e inmensamente feliz con las cosas que él hacía, se había comportado como de verdad lo haría un hombre enamorado.
Andrea: Samuel, yo también te amo, mi amor no sabes lo feliz que me has hecho con este detalle, con todos tus detalles de los últimos días. –dijo tomando la cara de Samuel entre sus manos y lo beso.
Unió sus labios a los suyos, con amor, con pasión, con entrega con todos esos sentimientos que había estado guardando desde el día que Samuel le había confesado su amor, sus lenguas se encontraron y para Samuel fue lo más placentero del mundo, solo con ella se sentía feliz, pleno e importante.
Samuel: ¿Entonces me das una segunda oportunidad? Nos das la oportunidad de ser felices junto a nuestro hijo, como una familia de verdad?-preguntó entré besos y ella asintió.
Andrea: Si, quiero que volvamos a ser de nuevo esa familia que siempre desee formar a tu lado.-dijo dándole un último beso.
Después ambos se separaron con la respiración agitada. Y Samuel la miro a los ojos queriendo volver a besarla pero se separó al ver que tocaban la puerta.
Samuel: Diablos, no puede ser y ahora quien fue el gracioso que viene a molestar.-dijo irritado y Andrea esbozo una sonrisa.
Andrea: Mi amor, esa boquita.-dijo y se dirigió a la puerta y la abrió.- ¿Si? Que pasa?-pregunto a la empleada.
Samuel: Más te vale que sea importante.-dijo acercándose y abrazando a Andrea.
Empleada: Disculpen, pero...señora, abajo la busca el señor Gil, que le digo...
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¡Hola holaaa!! Buenas noches, días o tardes!
Bueno, aquí esta este otro cap!! Espero les haya gustado y quiero agradecer a SarahSaldaa quien fue la que me dio el texto de la por fin reconciliación!!
¡Muchas gracias Sarah, y gracias a ustedes por acompañarme en la secuencia de la novela! Besos y hasta pronto!!
