Capítulo 9: Navidad.

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"Bendita sea la fecha que une a todo el mundo en una conspiración de amor"

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"Bendita sea la fecha que une a todo el mundo en una conspiración de amor". (Hamilton Wright Mabi)

Para la fiesta de fin de curso, todos llevamos una comida típica de nuestro país y al ritmo de la música y risas compartimos un último día de clases antes de las vacaciones de fin de año. Nos veríamos de nuevo en tres semanas pero muchos se irían a pasar fiestas con sus familias y otros tenían nuevos proyectos por comenzar. Gracias a Dios, Melanie no era una de esas y saber que también estaría ahí conmigo al regresar me hacía mucho más feliz.

~•~
24 de Diciembre

A diferencia de Colombia, aquí en Alemania la navidad se celebra tres días seguidos.

La primera noche la pasamos en familia, cenamos, cantamos villancicos y oramos todos juntos.

En esa tarde de víspera de navidad hice una video llamada grupal con mis amigos de Colombia. Cada uno me contó como fue su primer semestre de universidad. Dana por su parte contó que todas las preparaciones para su viaje a Madrid estaban listas y que pronto pisaría continente europeo después del fin de año. Esos casi cuatro meses se la había pasado recorriendo el país y compartiendo con su familia. A diferencia mía, ella sólo tendría a su hermano mayor en Madrid como su único apoyo. Nelson tenía veintitrés años así que de igual forma no creíamos que iba a estar cien por ciento del tiempo pendiente de su "hermanita". Me hizo tan bien volverlos a escuchar a todos y reír de las locuras que les pasaban cada día. Dijeron que no veían a Nate hace mucho y les conté que tampoco lo harían por ahora, puesto que estaba en Chicago.

Nate y yo no hablábamos desde hacía unos tres días; me dijo que tenía vacaciones hasta febrero así que aprovecharía y se quedaría un tiempo más en Estados Unidos para visitar a otros amigos. «Allá él», estaba en todo su derecho.
La última persona que había escrito un mensaje había sido yo y aseguró que llamaría unas cuántas horas más tarde, pero no lo hizo. Mi orgullo no me dejó escribirle más. ¡Maldita sea! odiaba encontrarme en esta situación con él pero ...¿De que servía que yo me esforzara si él no lo hacía ?No podía ser siempre yo la que bajara la cabeza.

Dejando el tema de Nate a un lado...mañana era la gran gala y mis ganas de ir iban desapareciendo a medida que el día se iba acercando. Mel me había pedido que fuera a su casa horas antes para alistarnos juntas pero me negué porqué mamá nos había pedido a Lilly y a mí arreglarnos con ella.

En la noche del veinticuatro de diciembre después de cenar nos reunimos mis hermanos, mis padres y yo alrededor del árbol de navidad, cantamos y oramos; recordamos nuestra niñez y hablamos con los abuelos y familiares de Colombia por Skype para desearles feliz navidad. De verdad que teníamos mucha suerte de estar juntos y unidos, no dejé de agradecerle a Dios esa noche por eso.

Comenzar de nuevo aquí no había sido fácil para nosotros pero habíamos tenido mucha suerte de acoplarnos sin tantos problemas.

(...)

Como a eso de la media noche decidí ir a dormirme, estaba muy cansada y mañana sería un largo día.

Fui a la cocina por un vaso de leche caliente—como de costumbre—y me robé tres galletas de las que mamá había horneado. Estaban deliciosas y simplemente no me resistí.
Subí de nuevo a mi habitación y al entrar encontré a Lilly acostada en mi cama. Sonreí, sabía por qué estaba ahí. Mordí un pedazo de la galleta e hice una seña preguntándo a Lilly si también quería una. Negó con la cabeza y luego dijo:

Extraño colombia —vi como empezaron a aguarse sus ojos y me acosté a su lado abrazándola.

En Navidad casi nunca nos acostabamos tan temprano; por lo general cenabamos con toda la familia y estábamos rodeados de mucha gente, primos, tíos,  abuelos, vecinos. Era muy diferente estar aquí y ser nosotros solos.

Extrañaba a Nate hoy más que nunca porque recuerdo con alegría la navidad pasada en la que cenamos todos en su casa con sus padres y hermanos. Recuerdo las flores que me regaló para navidad y una carta escrita a puño y letra por él en donde me decía cuanto me amaba.

—Yo también extraño colombia. Pero aquí no es tan malo como pensé al principio. Hemos hecho lindas amistades en tan poco tiempo, mañana estaremos rodeados de muchísima gente y conoceremos a muchas personas...piensa que mientras seamos nosotros cinco, unidos, todo va a salir bien—respondí mientras acariciaba su hombro con mi mano.

—Feliz navidad hermana —dijo

—Feliz navidad mocosa—respondí.

—¿Has hablado con Nate hoy?— preguntó.

—No, supongo que está ocupado. No lo sé, aunque no quería hacerlo le escribí un mensaje pero aún no ha respondido— respondí indiferente. Aunque me dolía y mucho.

— Oh—fue lo único que escuché decirme. Segundos después la puerta de mi habitación volvió a abrirse y vimos como Tobi se acercaba sonriendo hacia nosotras.

—¿Puedo unirme a su pijamada?—preguntó.

Lo agarré de su brazo y lo halé hacia nuestra dirección. Él se acostó a mi lado, me acerqué un poco más a Lilly, quien me había hecho espacio quedando en medio de los dos. Agradecí a Dios, a la virgen y a todos los santos—esos que ni sabía cómo se llamaban—por tener una cama tan grande y no asfixiarme.

—Espero que no se les vuelva costumbre venir a molestarme al mismo tiempo —dije entre risillas— Buenas noches y Feliz navidad.

Y en menos de cinco minutos nos quedamos profundamente dormidos.

~•~

25 de Diciembre

Mamá se sorprendió al encontrarnos a los tres durmiendo juntos en una sola cama.

Mi cuello dolía tanto, igual que mis brazos, pues dormí tiesa como un palo ante el poco espacio libre que me dejaron mis hermanos  para moverme. Como a eso de las nueve estábamos al rededor del árbol listos para abrir nuestros regalos. Antes de eso cantamos villancicos e hicimos una oración.

Mi regalo de navidad estaba ¡INCREÍBLE!.

¡Mis padres me habían pagado el curso para aprender a conducir!

No tenía palabras para agradecerles, pues eso era justo lo que quería. A mi hermano Tobi le compraron la bicicleta que tanto quería y Lilly recibió su inscripción a un curso de maquillaje y boletas para el concierto de la Boyband que tanto le gustaba. Junto a mis hermanos tuvimos la idea de regalarles a nuestros padres un fin de semana en un pueblito cerca de aquí que tenía un hotel con Spa para que pasaran tiempo como pareja y se relajaran un poco más.

Después de desayunar y repartir los regalos, tomé una ducha caliente, encendí mi Laptop y revisé mis notificaciones de Facebook. Nada nuevo de Nate. Me estaba preocupando. Tomé mi teléfono y revisé mi Whatsapp. Nada de nada. Decidí marcarle directamente a Nate pero después de varios intentos fallidos me di por vencida y tiré mi celular a la cama. Sentí como poco a poco empezaba a llorar, estaba frustrada, Nate me frustraba, todo esto me dolía y ni siquiera tenía la posibilidad de decírselo, no podía simplemente vestirme, llamar un taxi e irme a su casa o a dónde fuese que estuviera a hablar con él.

Sequé mis lágrimas "Hoy será un gran día, irás a esa gala y la pasarás increíble con tu mejor amiga" me repetía una y otra vez en voz alta tratando de convencerme a mí misma de que de verdad la pasaría alucinantemente bien. Cerré mis ojos y conté hasta diez y sin darme cuenta caí profundamente dormida.

NIKLAS I (Let me love you) Where stories live. Discover now