Libro #1
Él está destruído por dentro.
Ella tiene una vida casi perfecta.
Él está resentido consigo mismo.
Ella tiene que empezar de cero en un nuevo país y luchar para cumplir sus metas.
Él es incapaz de perdonarse sus errores del pasado.
Ella...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando encontramos el amor encontramos también la razón y el sentido de la vida toda.
~Doménico Cieri Estrada
•••
—Estoy aquí porqué quiero hablar contigo — dijo— Necesito que me escuches—su mirada estaba neutral.
—Habla Niklas, estoy contigo en medio de esta plaza, no me queda de otra—comenté.
—¿Quieres que caminemos? ó ¿Prefieres que nos sentemos? — preguntó
—Me da igual— dije encogiendo los hombros.
Él me extendió su mano en señal de que debíamos caminar. La PuertadeBrandenburgo era una de mis partes favoritas de la ciudad; la plaza inmensa siempre estaba llena de turistas, pero sobre todo en la noche lucía todo su esplendor, tan hermosamente iluminada y llena de historia.
Le di mi mano a Nik y lo seguí. Se había decidido por caminar y no me pareció mala idea sobre todo al ser iluminados por las luces de la gran puerta.
Ninguno de los dos decía nada.
Yo no sabía que decir, no imaginé que terminaría hoy aquí con Niklas caminando, no estaba preparada para esto.
— ¿Cómo estás? — preguntó el interrumpiendo el incómodo silencio.
— Bien —dije— He logrado entrar al College—respondí entusiasta.
—¡Excelente! Me alegro mucho por ti— dijo él con honestidad— Sabía que lo lograrías, tu alemán es muy bueno — agregó.
—Gracias— dije— Tu español también lo es.
—Lo sé— dijo riendo.
—Egocéntrico— comenté poniendo los ojos en blanco.
Los dos reímos.
Volvimos a callar mientras seguíamos caminando, ya habíamos pasado la gran puerta y caminábamos sobre un parque que estaba cerca de ahí— ¿Qué tal estuvo Turquía?— pregunté tratando de tener tema de conversación.
—Así que lo sabes— dijo mirando a lo lejos— Ha sido algo difícil estar allá. Sabes que por la guerra de Siria hay algunos refugiados y niños y eso...Vi muchas cosas feas—Hizo una pausa. Imaginé que era difícil hablar sobre aquello— Pero ha sido una expeciencia muy buena, lo volvería a hacer–dijo decidido— Creo que en los próximos años las cosas serán peor, al menos espero haber terminado la carrera para entonces y así poder ayudar más.
— Imagino que debió ser difícil — comenté— Sí, seguro que lo harás y a lo mejor yo también te ayude — dije. Él sonrió.
—Sí, escuché que también quieres estudiar medicina— dijo— Que casualidad.
