Libro #1
Él está destruído por dentro.
Ella tiene una vida casi perfecta.
Él está resentido consigo mismo.
Ella tiene que empezar de cero en un nuevo país y luchar para cumplir sus metas.
Él es incapaz de perdonarse sus errores del pasado.
Ella...
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"No todo en la vida es color de rosa"
Caminé rápidamente en dirección al baño y en ese momento Salomé venía saliendo.
—¿Quién era? —preguntó ella.
—Tienes que irte a mi cuarto— ordené señalando la puerta de mi habitación—No hagas ruido.
—Pero... ¿Qué sucede? —preguntó confundida. Sabía que no me haría caso así no más.
—Por favor, te contaré después. Ahora simplemente métete ahí y no hagas nada.
—¡No, Nik! —contestó —Me dices ya mismo ¿qué pasa?
—¡Maldición, Salomé! No hagas preguntas...simplemente métete ahí— levanté la voz y ella titiló por el tono de mi voz— Por favor, simplemente confía en mí— dije en un tono más suave.
Sin decir una sola palabra, se volteó hacia la puerta de mi habitación y entro a ella. Escondí su bolso debajo de la alacena de la cocina y me dirigí nuevamente a la puerta. El timbre de la puerta de arriba sonó. Él había entrado al edificio. Pero ¿Cómo coños?.
Comenzó a tocar la puerta de mi apartamento con fuerza e ira. Tomé aire e intenté relajarme un poco. En cualquier otras circunstancias estaría relajado si él viniera a mi casa, pero estando ella aquí, no podía quedarme tranquilo.
—¡Abre la puerta Heine! Sino quieres que la haga pedazos— gritó desde el otro lado de la puerta.
Abrí la puerta y me encontré con un Stefan lleno de rabia y borracho.
—¿Qué diablos quieres tú aquí imbécil?—pregunté.
Se abrió paso y entró en mi apartamento, miró alrededor de la sala y luego volteó a mirarme a mí.
—No vine a pelear contigo— dijo tratando de hacerse entender.
—¿Entonces que joda quieres Stefan?
—Nik...Nik...Nik... Mi viejo y desesperante amigo Nik—dijo sarcásticamente—¿No te cansas de meterte en problemas?
— ¿De qué mierda estás hablando? Escupe lo que tengas que decirme y largate de aquí— dije tranquilamente.
—¿Por qué si tuviste a Lukas en frente tuyo, no lo mataste?— preguntó. ¿Lukas? ¿Qué tenía que ver Lukas en todo esto? Tragué saliva intentando no dejarle ver que el tema no era de mi agrado. Quería mostrarme indiferente.
—¿Qué coños te interesa a ti Lukas?— pregunté.
— ¿A mí?— se señaló a si mismo con el dedo índice — A mi nada Niklas... A ti debería interesarte—dijo señalándome con su dedo índice.
—Habla de una puta vez— le ordené. Éste sólo comenzó a reír. Yo no tenía ni tiempo, ni ganas para juegos así que lo agarré del cuello de su camisa y lo puse bruscamente contra la pared— Abre la maldita boca y di lo que sabes antes de que te saque la lengua con mis propias manos Stefan. Sabes que lo haría sin amagar.
