Capítulo 27: Déjame correr el riesgo

1.5K 114 10
                                    

"Eres mi extensión, mi ánimo, mi complicidad

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

"Eres mi extensión, mi ánimo, mi complicidad."

Estuvimos esperando por al menos media hora y Nik todavía no regresaba.

—¿Sabés dónde está Niklas? — preguntó Saskia a Willi.

—No, dijo que iría por un cigarrillo pero no sé. Ya lo llamo—respondió Willi.

Se alejó un poco de nosotras y marcó en su celular.

—Bro, ¿Dónde estás? — preguntó— No, todo está bien...ajá...Sí, queríamos solo saber si todo estaba bien contigo. Bueno, le diré...¿Seguro? — frunció el ceño y miró en mi dirección— hmm sigue aquí...vale, bueno—colgó.

—¿Qué ha dicho?— preguntó la mujer que acompañaba a Saskia, se llamaba Wen y era su hermana.

—Está tratando de contactar al Neurólogo, parece que también lo conoce. Ahora mismo ha vuelto a salir a fumar un cigarrillo, cuándo acabe viene— explicó. Saskia asintió y volvió a sentarse.

(...)

Fui por un café con Melanie y trajimos un poco de agua para la mamá de Niklas, quien no dejaba de llorar.

—Muchas gracias, Salomé— dijo sonriendo. Yo ni siquiera sabía que ella conocía mi nombre.

—No es nada— respondí sonriendo también.

En ese momento mi celular vibró y la pantalla se iluminó indicando que había recibido un mensaje.

Te necesito. Por favor Salomé, te necesito— Nik

—¿Dónde estás? — S.

—Estoy afuera, detrás de la fuente—N.

Ese era mi momento, para esto estaba ahí, para apoyarlo cuando me necesitara.

Me disculpe e informé que saldría.

Le dije a Mel que me dirigía hacia Nik y ella asintió, era obvio que había notado que entre él y yo las cosas no estaban para nada bien.

(...)

—¿Nik? — dije viéndolo de espalda hacia mí. Volteó a verme y su mirada estaba perdida, vacía. Corrí hacia él y lo abracé, él al principio no reaccionó pero luego se dejó caer en mis brazos.

—Esto es mi culpa Salomé. Maldita sea, ¡Es mi puta culpa! — dijo con furia.

—Nik, ésto no tiene nada que ver contigo. Ha sido solo un accidente— respondí.

—No, no es así. Cuando venía saliendo a fumar un cigarrillo hace un rato, estaban unos policías en la recepción preguntando por mi padre. Les dije que era su hijo y que no había más nadie en este momento que pudiera atenderlos. No quería que mamá se enfrentara a policías ahora ¿entiendes?.

NIKLAS I (Let me love you) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt