Capítulo 11

12.5K 507 19
                                    

Era lunes por la mañana, exactamente las once con dos minutos. Hoy no sería tan pesado ya que sólo estaban trabajando Slade, Ethan y Andrew pues Dylan seguía de viaje, llegaría el día Miércoles.

Corría de un lado a otro en busca de unos papeles para Andrew, él necesitaba tenerlos antes de las once y media  ya que tendría una junta a las doce y necesitaban ser firmados.

Fui hasta el piso doce y allí se encontraban los papeles. ¿Qué hacían ahí? Ni idea, pero allí estaban.

Luego llegué a mi piso, el cual era el último y por lo menos tenía cinco minutos fijos en el ascensor.

Como era obvio, Andrew me mandó a mí a firmarlos y tenía que ir hasta la oficina del Señor Bieber para que lo hiciera. Sólo rogaba a Dios para que estuviera desocupado.

—Hola, ¿Se encuentra el Señor Bieber desocupado?—Le pregunté a la asistente.

—Sí, espera y lo llamo. —Dijo cortante. ¿Que bicho le picó?

Lo que haya sido, no era mi problema. Sólo necesitaba hacer esto rápido.

—Pasa.—Y así lo hice, entré a la oficina del Señor y él se encontraba hablando por teléfono dándome la espalda.

Tosí falsamente para que sintiera mi presencia.

—No es necesario, sé perfectamente que estás aquí, ____.—Me dijo, haciéndome quedar como estúpida. 

—Oh... sí, yo venía a que me firmara esto lo antes posible—Dije nerviosa.

¿Por qué siempre me ponía nerviosa estar cerca de él?

—¿Qué es?—Preguntó curioso.

—Es el proyecto de el Señor Andrew.. de seguro ya sabe.—Dije.

—Ah lo recuerdo, lo recuerdo. —dijo haciendo un gesto raro con su mano. —Pásamelo.

Me acerqué a su escritorio y estiré la mano para que agarrara la carpeta. Él la tomó pero no antes de rozar su mano con la mía, lo cual a mí me causó una corriente eléctrica por la espina dorsal lo que hizo que me estremeciera, pero por supuesto, él ni siquiera lo notó. 

¿Qué mierda? A mí no me pasan estas cosas.

El señor Bieber me miró con cara de triunfador. ¿Acaso sabía lo que acababa de pasarme?

—Bien, Señorita Cooper, creo que ya está aprobado. Oh, no no.—Dijo haciendo un gesto con su mano para que me volviera a sentar. —No se vaya, necesito hablar con usted.

—Umh, claro Señor pero necesito dejarle estos papeles al Señor Andrew, es muy importante y corre apuro.—Le dije tratando de zafarme. 

—Creo que eso lo puede hacer mi secretaria. —Dijo eso y la llamó por teléfono... O lo que fuera el aparato que tenía en la mesa —Llévale esto a Andrew, de este piso. ¿Lo conoces?—Le preguntó a ella cuando llegó.

La rubia asintió con la cabeza. —Bien, y otra cosa. Este sobre es tuyo, por lo de hace un rato.

Pude ver que a la rubia secretaria se le deformaba la cara. —No.. ¡No! Tú no puedes despedirme, te dije que yo no tenía nada que ver con él, ¡te lo dije!—Dijo histérica. 

Yo sólo estaba sentada en la silla de enfrente del Señor Bieber con la cabeza agacha. Realmente no entendía lo que pasaba.

—¿Y eso a mi qué?—Preguntó con gracia el señor Bieber.

—No puedes despedirme.—Dijo segura.

—Oh.. creo que ya lo hice.—A mí parecer esto al Señor Bieber le divertía mucho, no paraba de tener una estúpida sonrisa en su cara. Y yo no podía parar de sentirme más incómoda. 

—No puedes despedirme por tus celos estúpidos.. yo te dije que no tenía nada que ver con él, que entre nosotros no pasó nada.. créeme por favor —Dijo con lágrimas en los ojos.

Realmente esta era una gran escena. Parecía como si ellos tuvieran algo, y ella le estuviera dando explicaciones, realmente no quería ver esto.

—No seas cínica. Sé perfectamente lo que vi y no tengo por qué seguir hablando de esto. Tú ya est-- —El Señor Bieber no logró seguir ya que la hermosa rubia corrió hacia él y se abalanzó  llorando.

—¡No puedes hacerme esto! No a mí, por favor Justin, ¡Yo te amo! No, por favor..—Lloraba y gritaba como si la vida dependiera de ello.

Realmente yo quería irme de allí, no presenciar esto. A mi no me importaba qué relación podrían tener ellos dos, pero tampoco quería moverme ni un centímetro, ya que de pronto sólo se escuchaba el llanto desesperado de la secretaria. Levanté mi cabeza y miré al señor Bieber, el cual tenía una cara de espanto que no se le quitaría sino en un par de días. Realmente esta chica le estaba haciendo pasar un mal rato.. de seguro estaba avergonzado de que yo hubiera presenciado todo aquello.

De pronto el Señor Bieber reaccionó y se la quitó de encima.

—Escúchame fuerte y claro porque no volveré a repetirte esto en toda tu vida. No tienes el derecho a venir a armar una escena como esta a mi oficina. No sé como te atreves a decirme semejantes cosas, tu y yo no tenemos, ni tuvimos ni tendremos absolutamente nada.  Yo sé que te vi teniendo sexo con ese empleado del aseo encima del escritorio. Me importa un jodido rábano tu vida personal e incluso tú, sólo no quiero que desprestigies mi empresa. Es inconcebible que me hayas formado tal escena, yo no tengo celos de ti ni nada parecido, como ya dije; no tenemos nada. No me vengas con niñerías ahora, eres realmente ridícula y estoy seguro de que sufres trastorno mental o algo así, ahora mismo quiero que te largues de mi oficina y de mi empresa, no quiero volver a verte jamás, tienes prohibido entrar en cualquier lugar en donde yo me encuentre, mantente alejada si no quieres que te encierre en un manicomio.—El Señor Bieber no podía estar más rojo de la furia. Tenía los puños apretados encima del escritorio y respiraba agitadamente.

De pronto se escuchó el sonido de la puerta abrirse y entraron dos guardias gigantes, uno tomó a la rubia y la sacó para afuera y el otro recogió el último sueldo de la secretaria el cual estaba en un sobre.

Todo se volvió silencioso cuando estos se fueron, me sentía muy incómoda, realmente avergonzada de presenciar aquella escena.  El Señor Bieber me habló y fui obligada a levantar mi cabeza para mirarlo.

—Siento mucho lo ocurrido, ___. En serio ni me imaginé que ocurriría esto.. esa mujer está loca o no sé.. sólo lo siento.—Dijo apenado.

—No pasa nada.—Le quité importancia y puse en mi rostro una sensata sonrisa.

—Claro..  pero bueno,  lo que quería decirte antes de que esto pasara era que quería que ocuparas su puesto. Te quiero como mi secretaria personal, ____.

He ahí un golpe bajo.

Muy bajo.

¿Yo? ¿Como su secretaria? Increíble.

Estaba rebosante de alegría pero no podía demostrárselo a él.

—Oh Dios mío. —Logré decir.

—¿y..?—Dijo impaciente.

—¡Claro que sí! .. Digo, si.. si quiero.

—Me parece perfecto, ____. Trasládate hoy mismo. Empiezas mañana ya que mi día está planeado. Una cosa antes de que te retires, este trabajo será más.. personal. Tendrás que firmar un contrato de confidencialidad, pero luego hablamos de eso. Este trabajo es mucho más pesado, ____. ¿Sabes lo que significa trabajar para el Jefe? Ya no es trabajar para Slade, ni Ethan ni nada de eso, ahora es con el jefe.—Eso daba miedo. Tendría miedo a equivocarme.

—Si, señor. Lo entiendo y ya acepté, no volveré atrás. Gracias por todo.—Dicho esto me retiré rápidamente a mi escritorio a trasladar mis cosas y a avisarle a Slade, Ethan, Andrew y Dylan. 

Oh por Dios, no podía creerlo. 



Mi Belieber Favorita  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora