Capítulo 29

10.4K 356 9
                                    

Abrí mis ojos lentamente mientras me acomodaba en mi cama. De pronto mi espalda crujió lo cual hizo darme cuenta de que no estaba en casa del Señor Bieber, si no en la mía, con mí cama a la cual ya no estaba acostumbrada.

Me levanté, vestí y bañé y comencé a ordenar mi ropa que estaba en la maleta, hacia el closet.

Eran las nueve de la mañana y el teléfono de casa comenzó a sonar persistentemente.

—¿Bueno?—Respondí.

—¡____, Jesús! ¿Dónde diablos estás?— Era Slade. Su voz sonaba bastante preocupada.

—Hola a ti también, y estoy en mi casa, ¿no es evidente?—Pregunté siendo que me estaba llamando al teléfono de casa.

—Muy chistosa. No contestas tu teléfono, el Señor Bieber te ha llamado innumerables veces pero nada, y para qué decir yo.—Hizo una larga pausa, donde pude escuchar que estaba soltando aire y luego volviendo a respirar normal.—Mira, acá está todo horrible. Él está enojadísimo contigo. No apareces por ninguna parte y.. Básicamente esto es un caos.""—Dijo.

—Vale, ¿Y qué tengo que ver yo con eso?—Dije.

—¿Cómo? ¡Pero si él está enojado por ti! ¡Tu eres la que no aparece!

—Y no tengo por qué hacerlo, ya no trabajo ahí.

—¡Pero qué cabeza dur--! ¿Cómo?—Preguntó extrañado.

—Eso. Él ayer me despidió. Estaba con una mujer, llamada Denisse. Ella estaba controlándolo de una manera increíble. No creo que él haya estado con sus cinco sentidos, lo único que sé es que él hacía todo lo que ella quería y me despidió. Simple.—Dije resumiendo.

—No puedo creerlo. Entonces dudo que se acuerde de algo.

—No me menciones. No le digas que hablamos, no quiero verlo, no quiero hablar con él, no quiero saber nada y deja que se le pase y busque una nueva empleada, yo ya no tengo que ver ahí.—Dije.

—Está bien.. pero, ¿estás bien?

—Perfecta.•Mentí.

—Vale, entonces te veo luego princesa. Debo calmar la zona.

—Adiós.—Le dije y colgué.

No era mi problema que él no supiera manejarse.

Revisé mi celular y tenía treinta y seis llamadas perdidas del Señor Bieber y quince de Slade, más otro veinte mensajes del Señor Bieber y tres de Slade.

Me puse a leer los mensajes y los primeros decían '¿Dónde diablos estás metida? No te encontré esta mañana en casa, pareciera que saliste muy temprano. Llámame pronto, Justin.'

Luego venía otro y decía; 'Preséntate a trabajar. ¿Dónde estás? Me tienes preocupado y no contestas mis llamadas. Ven rápido por favor, necesito tu culo aquí. Justin.'

Básicamente los otros eran lo mismo; '¿Qué mierda pasa contigo? ¿Dónde estás metida, Cooper? Ya te dije, necesito tu redondo culo aquí, ahora. Contesta mis putas llamadas de una buena vez. No creas que esta te saldrá fácil, ____. Has metido la pata en grande. Justin.' Me reí al leer ese. Él pensaba que era yo la que había metido la pata.

Lo ignoré completamente dejando mi celular en silencio. No iba a perder mi tiempo con él.

El resto del día la pasé limpiando y ordenando. Me acosté agotada cerca de las una de la mañana y dormí hasta el otro día plácidamente.

Día uno sin Bieber: Completado.

**

Desperté a las ocho con cuarenta. Mi cuerpo ya se estaba acostumbrando a mi antigua cama.

Mi Belieber Favorita  TerminadaOnde histórias criam vida. Descubra agora