Capítulo 15

12.2K 482 18
                                    

Al otro día desperté con un dolor de cabeza horrible. Siempre me pasaba después de un par de horas de haber llorado, pero no podía hacer nada al respecto porque tenía que levantarme para ir a trabajar porque o sino el Señ--

Oh Dios mío.

Me había besado con el Señor Bieber.

Podrían despedirme por eso. Pero él lo había hecho, no yo joder.

Me bañé y vestí como todas las mañanas pero esta vez tenía un fuerte dolor de estómago, no comería nada. Puta mierda.

Estaba muy nerviosa al salir de casa... no quería ir al trabajo por nada del mundo.

Más encima odiaba no tener auto. Había comprado uno hace un par de meses atrás pero en una visita de mamá ella se lo llevó como si fuera de ella y yo no pude impedirlo; como siempre.

Dejé de pagarlo ya que prácticamente no era mío y a ella se lo quitaron, lo cual provocó una pelea y al final accedí a comprarle otro gracias a sus amenazas. Había terminado de pagar la casa pero ahora pagaba el auto.

Llegue temprano a la oficina y gracias a Dios el señor Bieber no llegaría hasta la hora siguiente.

Ordené la agenda que tenía para el día y como siempre, cada vez que no tenía ganas de toparme con el Señor Bieber por distintas razones dejaba los planes que tenía para el día impresos en una hoja encima de su escritorio, así para cuando él llegara yo no estuviera en mi puesto de trabajo y se fuera directo a la oficina.

La cosa era evitarlo lo más posible. Si lo viese se me caería la cara de vergüenza y me pondría roja como un tomate.

Llegó la hora en que el señor Bieber debía llegar y me fui por un café. Estaba en eso cuando se abrió la puerta y pude divisar al Señor Bieber en la entrada del salón. Rápidamente pagué lo que iba a consumir y me fui por la otra puerta hacia la oficina de Slade quien de seguro estaba ahí.

Entré sin golpear y pude ver que estaba revisando unos papeles.

—Princesa—Me llamó con cariño.

—Príncipe.—Le dije y lanzó una tierna carcajada a la que también me uní. Él solía llamarme princesa pero yo nunca príncipe.

—¿Qué te trae por aquí?—Dijo levantando una ceja.

—Nada.. quería saludarte.—Dije intentando que se creyera eso.

—Pequeña mentirosa.—Me dijo robándome un poco de café.

—¿Qué tiene de malo venir a saludarte?—Dije enarcando una ceja al igual que lo había hecho el hace un momento.

—Nada, sólo que es inusual en ti.—Siguió tomando mi café.

—Dame mi café, tengo frío.—me quejé divertida.

—Quítamelo.—dijo atrayéndome a él. A veces con Slade jugábamos así cuando no había nadie que nos viera, pero rara vez lo hacíamos.

—No, tonto. Me quemarás con café.—Apoyé mis manos en su pecho para que me dejara ir, lo cual causó el efecto contrario. Me atrajo más a él y quedé entre su escritorio y su cuerpo.

—Quiero mi café.—Me quejé.

—Con una condición.

—¿Cuál?—Pregunté enojada.

—Dame un beso.—Yo sabía perfectamente que era un beso pero no en los labios. O eso creía.

—Salte de encima, dame mi café y no, no te daré un bes-—No logré completar la palabra porque la puerta se abrió de golpe mostrando al Señor Bieber con una tremenda cara de confusión.

Mi Belieber Favorita  TerminadaWhere stories live. Discover now